El PSOE apabulla en el Parlamento durante el primer año del cambio
El número de iniciativas parlamentarias firmadas por los socialistas casi duplica al del resto de partidos
Vox se sirve de las proposiciones no de ley para imponer su agenda en el debate
La salida del PSOE de la Junta y la constitución del primer gobierno de centroderecha en la historia autonómica de Andalucía no son, del todo, resultado de las elecciones del 2 de diciembre de 2018. De hecho, como Susana Díaz se encarga de recordar cada vez que tiene ocasión, fueron los socialistas quienes ganaron esos comicios.
El sistema electoral andaluz –como el español– es parlamentario, es decir, los votantes eligen a sus representantes en la Cámara y son ellos quienes eligen al presidente andaluz. El cambio llegó antes la sede del legislativo, el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, que a San Telmo, donde está radicado el Ejecutivo. Y en los muros del imponente edificio renacentista donde se celebran los plenos se deja notar el cambio tanto o más que en la sede del Gobierno.
El PSOE sigue enfrascado en la ardua labor de adaptarse al papel de principal partido de la oposición y, además, es el grupo mayoritario de la Cámara. Tiene en contra la losa de la sentencia de los ERE y las inercias de un partido que ha controlado el Parlamento en las últimas cuatro décadas con mano de hierro.
Los socialistas saben manejar los resortes del legislativo, aunque el cambio de rol le ha jugado alguna que otra mala pasada. La actividad de los 33 diputados del PSOE –entre los que están nueve ex consejeros y la ex presidenta– ha sido frenética en los primeros compases de la XI Legislatura.
Al menos eso es lo que dicen los números. Las iniciativas con firma socialista son casi el doble de las del resto de fuerzas con presencia en las Cinco Llagas. La apabullante mayoría del PSOE en el registro de la Cámara responde la enorme cantidad de preguntas escritas que han presentado sus parlamentarios.
En parte, es posible gracias al sistema de cupos que rige el funcionamiento del legislativo regional. Al ser el grupo mayoritario, puede poner en marcha más iniciativas. En concreto, desde que se constituyó la Legislatura, el 27 de diciembre de 2018, el PSOE ha registrado 11.522 preguntas escritas. En los años más prolíficos del PP en este guarismo –la VIII Legislatura– los populares registraron 15.740 en los cuatro años que fueron de 2008 a 2012.
Los socialistas han cosechado críticas por esta práctica desde el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos, pues lo consideran una táctica de atosigamiento del principal partido de la oposición. En su momento, explicaron a esta redacción que es habitual que el PSOE registre una pregunta sobre un mismo asunto en 778 ocasiones, es decir, una por cada uno de los municipios de la comunidad, lo que provoca un aumento de la carga de trabajo para los técnicos de las distintas consejerías, pero también para los empleados del Parlamento. El PSOE negó que estuviera llevando a cabo estrategia alguna, pero resulta llamativo que el grupo socialista casi sólo lidere esta categoría dentro de las distintas iniciativas que se pueden poner en marcha en el Parlamento.
Escasa actividad legislativa en 2019
El PSOE también es el grupo que más veces ha solicitado comparecencias de los consejeros en comisión –713 veces–, pero en esa clasificación las diferencias son mucho menores. La situación se repite si se atiende a las proposiciones de ley registradas por los partidos. Los socialistas vuelven a liderar la clasificación, con cinco propuestas, aunque una lleva también la firma de PP, Ciudadanos y Vox.
Es la única actividad legislativa de los partidos que sostienen a Juanma Moreno en San Telmo y fue la que hizo posible la renovación de la cúpula de RTVA y el resto de órganos de extracción parlamentaria. Además, el PSOE intentó, sin éxito, sacar adelante leyes sobre atención temprana, infancia y adolescencia, juego patológico y participación de organizaciones sindicales y empresariales.
Adelante Andalucía, que ha registrado tres proposiciones de ley, logró convencer a PP y Ciudadanos para que su norma sobre bioclimatización de colegios continuase el trámite, al contrario que su iniciativa sobre movilidad sostenible. La tercera propuesta, encaminada al reconocimiento del 4 de diciembre, todavía no ha llegado al Pleno.
Es lógico que Adelante Andalucía sea el segundo grupo en la clasificación de la actividad parlamentaria en estos primeros compases de la XI Legislatura. Es segundo partido de la oposición en términos numéricos. Tras los izquierdistas está Vox, que, formalmente, forma parte de la oposición, aunque permite al Gobierno de PP y Cs navegar de forma más o menos cómoda en la marejada que, a veces, se forma en la Cámara.
Al ser el grupo más pequeño de las Cinco Llagas es el que tiene menos margen de maniobra, pero lidera, con mucha diferencia, el ranking en materia de proposiciones no de ley. Estas iniciativas de impulso de la acción del Ejecutivo no son de obligado cumplimiento, pero permiten a Vox introducir en el debate parlamentario sus prioridades ideológicas y obligan a populares y naranjas a posicionarse en asuntos complejos. Es una medida más de presión que la formación de extrema derecha se ha acostumbrado a utilizar para marcar la agenda.
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