Premio a la humanidad
Córdoba suma su tercera inscripción mundial ante la Unesco con el reconocimiento de la Fiesta de los Patios como parte del Patrimonio Intangible. El reconocimiento obliga a la ciudad a cuidar uno de sus hechos culturales más relevantes.
La Fiesta de los Patios de Córdoba, la expresión festiva autóctona de la ciudad producto de un modo de vida tradicional, es desde la mañana de ayer Patrimonio Intangible de la Humanidad de la Unesco. El comité internacional, reunido en su séptima edición, decidió poner fin ayer a un proyecto iniciado hace cuatro años que otorga el mayor reconocimiento internacional en su género a una festividad singular.
Fue una votación sin más suspense que la espera pero con un final feliz y el comentario cariñoso del presidente del comité, Arley Jill, que aseguró que Córdoba va a ser más famosa aún "que Madrid y Barcelona". La ciudad es de las pocas, muy pocas, que atesoran tres incripciones de la Unesco por el valor de sus bienes culturales o sus celebraciones. Ocurre en Granada con la Alhambra, el Generalife y el Albaicín. En Sevilla, con la catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar, o en Barcelona, con tres obras del arquitecto modernista Antoni Gaudí. La Mezquita fue reconocida en 1984 y parte del Casco Histórico recibió el galardón internacional diez años después.
La aprobación fue unánime y acabó, dicen los presentes, con todo tipo de felicitaciones a la representación cordobesa y al Ministerio de Cultura presente en París, sobre todo, por las delegaciones hispanoamericanas, en muchos de cuyos países existe la cultura del patio asentada en torno a la arquitectura que llegó desde Andalucía hasta Cuba, México, Colombia o Perú.
El órgano subsidiario, un grupo de trabajo reducido del comité de la Unesco que estudia los expedientes de las candidaturas, dio por buenos los cambios realizados por los redactores desde que la Fiesta de los Patios pasó su primer examen en 2011. Se pudo comprobar, dijeron, que ya no hay objeciones ni lagunas que realizar a un texto que cumple con todos los criterios establecidos en las diferentes normativas de la organización internacional, que ayer concluyó el trabajo de revisión de las nuevas candidaturas y estará durante todo el fin de semana aprobando otras cuestiones relativas a sus planes de vigilancia y salvaguardia del patrimonio.
El Ministerio de Cultura agradeció la designación. Sus representantes aseguraron en la asamblea que la Fiesta de los Patios cumple de forma relevante uno de los criterios que se han establecido como clave para la Unesco: que exista una fusión entre lo material, el recinto de los patios, con lo inmaterial, la fiesta que se celebra en torno a ellos, una celebración que tomó forma de concurso a principios del siglo XX pero que tiene sus raíces en la convivencia de las casas de vecinos, muchas de ellas de las clases populares, que existían en el Casco Histórico y que ahora son fin de raza.
El primer teniente de alcalde, Rafael Navas, fue el encargado de tomar la palabra ante el comité en nombre del regidor, José Antonio Nieto. Tuvo palabras de agradecimiento al comité y a los profesionales -técnicos municipales, de la Diputación, de la Junta y del Gobierno- que han participado en la redacción del dossier de candidatura. Además, aseguró que el reconocimiento es para los cuidadores de los patios, sin los cuales no habría fiesta. Navas tiene un enfoque nuevo para poder vender la ciudad en los foros turísticos aunque a los patios no les falten visitantes y sí un cierto orden y concierto a la hora de encauzarlos. La designación de la Unesco supone también ponerse bajo la supervisión de sus informes de forma que la gestión que se haga de la Fiesta de los Patios sea, en adelante, compartida y destinada a preservar lo que de verdad tiene sobre los intereses comerciales que pueda generar.
La mera designación de los Patios como Patrimonio Intangible de la Humanidad proporcionó ayer una impagable campaña de publicidad. Las imágenes aparencieron en los principales informativos de televisión y el buscador de noticias de Google ofrecía cientos de referencias sólo en idioma español. El asunto fue trending topic (los temas de los que más se habla) en la red social Twitter. Ninguna institución local tendría presupuesto para pagar el impacto que ese tráfico de información positiva genera. Por eso la designación fue abordada en el Ayuntamiento como un día de celebración, de renovación de una fiesta que va camino de su centenario.
El alcalde, José Antonio Nieto, celebró la designación de los Patios con otras autoridades y, sobre todo, los propietarios de los recintos, que ayer tenían la conciencia de haber hecho algo muy importante, de que las horas dedicadas a sus casas tienen un premio más importante que el económico. Quejosos, con razón, de que no se les reconoce su trabajo, ayer recibieron el respaldo simbólico más relevante que se otorga en celebraciones de estas características. El gobierno municipal cedió el protagonismo a los ciudadores, como ellos mismos se llaman, en un acto que tuvo lugar en el patio municipal de Rey Heredia, 22, sede de las oficinas turísticas municipales. La decisión de París levantó además una enorme ola de simpatía a una fiesta que tiene sus bases en la humanidad, la convivencia y la generosidad. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, o el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, hicieron llegar sus felicitaciones a la ciudad, que suma la celebración de las casas encaladas y las puertas abiertas al reconocimiento del flamenco, en la lista de la Unesco desde hace dos años. Acaba un camino y empieza otro con no menos retos y dificultades.
Pero esa es otra historia.
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