Susana inaugura el 'susanismo'
La candidata que tiene opciones de conseguir los avales para ganar las primarias concibe su campaña como una carrera general donde no se descarta un adelanto electoral
CUANDO Luis Planas regresaba el domingo por la noche de una cena organizada por el Instituto San Telmo en la terraza del Hotel Los Seises, en Sevilla, una de sus colaboradoras en la Consejería de Agricultura le comentó: "Al final, sólo habrá una candidatura, ¿no?". "Quizás haya dos", le contestó Planas. "No, no sería lógico", siguió la interlocutora. "Lo que no es lógico es que una mujer, como tú, con tres hijos esté trabajando a estas horas de un domingo", terminó. Ya lo había decidido.
Planas anduvo ese día enfrentado a una duda hamletiana: ser o no ser candiato a las primarias. Se autoconvenció del no, de dejar el camino expedito a su compañera de Gobierno, la consejera de Presidencia, Susana Díaz, pero este valenciano de 60 años, afincado desde hace décadas en Córdoba, joven diputado en el Congreso de 1982 -el primero que nombró presidente a Felipe González-, no resistió la contradicción, y se lanzó a un arenal donde va a tener graves dificultades para conseguir los 6.860 avales necesarios para activar su candidatura. Su acto de presentación en Córdoba, el viernes por la noche y sólo dos horas antes que Alejandro Sanz cantase en la plaza de Los Califas, fue pobre -un centenar de peronas en el mejor de los casos-, pero Planas seguirá, consciente de que la política le empuja a ello y de que, con Díaz en el Gobierno y de ganadora, él tampoco iba a tener muchas posibilidades de seguir en el gabinete. Según sus amigos, Luis es un hombre demasiado bueno para la política de batalla, y sólo mostró los dientes cuando le dio tres noes a Manuel Chaves cuando éste le ofreció varios puestos como compensación por quitarle la Consejería de Presidencia. Sus enemigos aseguran que es una persona "con un alto concepto de sí mismo". Inspector de Trabajo, asesor de Pedro Solbes en Bruselas, embajador en dos de las tres plazas más importantes de España -la de Rabat y ante la UE-, eurodiputado.... Un currículum admirable, incluso para sus 60 años.
Susana Díaz, la otra contrincante, además del alcalde de Jun, ofrece el perfil contrario a Planas. 39 años, la reina del Tardón -una zona obrera de Triana-, la gobernanta de San Vicente, la coordinadora de San Telmo muestra una vida en activo ligada, exclusivamente, a la política. Nada raro por otra parte: antes de ser vicepresidente del Gobierno, Javier Arenas, sólo había sido un hombre de partido, y su segundo, Antonio Sanz, debió de relegar sus estudios de Derecho durante tanto tiempo como Susana. A diferencia de Planas, Díaz es una mujer del aparato. Y, además, acorta los largos plazos.
No se equivoquen, en estas primarias no sólo se elige al candidato del PSOE a las elecciones andaluzas, ni siquiera al nombre con mayores opciones para ser presidente de la Junta de Andalucía: Susana Díaz se está haciendo con el control de todo el Partido Socialista durante estos días. Incluso, el propio Griñán admite, al menos en privado, que ella es capaz de conseguir lo que él no pudo. O no le permitieron. Pero no sólo él: Manuel Chaves tardó años en barrer la oposición guerrista, incluso contando con la Presidencia. Díaz obtendrá el más alto escalafón de la Junta -si llega a eso- con un partido muy controlado. Su siguiente paso sería la secretaría general del PSOE andaluz.
Granada ya es suya; en Almería, se ha hecho con buena parte del oficialismo y de los críticos; Málaga va cayendo entera, y era una provincia tan compleja como Cádiz; en ésta última, es mayoritaria y, lo más importante, se ha ganado Jaén. Este territorio va a ser clave para que las elecciones primarias sean eso, elecciones: si el secretario general, Francisco Reyes, no presta avales a Planas, el proceso finalizará por aclamación. Sin urnas. En Sevilla, donde Susana Díaz es su secretaria general, hay un reducto de personas muy críticas con ella y su pasado, pero uno de ellos, el alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, anda como noqueado, y sólo se espera el apoyo masivo de Dos Hermanas, liderado por su alcalde, Francisco Toscano.
En el equipo de Planas creen que no hay juego limpio, y que Díaz está utilizando todos los resortes del poder que otorga la Consejería de Presidencia para ganar e impedir avales para Planas. Hay que considerar que, aunque el voto sea secreto y libre, hay "miedo" para firmar un aval a Planas si se está trabajando en la Junta o en sus aledaños. Eso es lo que mantienen en el equipo de Planas, aunque son casi 47.000 electores: demasiado militantes socialistas enchufados al poder. El reglamento, por lo demás, no permite a un militante avalar a dos aspirantes.
Fuentes cercanas a Susana Díaz aseguran que ella desconoce los planes del presidente Griñán, aunque el grupo parlamentario opina que le cederá el puesto en breve, sin convocatoria anticipadas de elecciones. Pero no opina lo mismo el presidente, empeñado en ceder el cargo siempre que, antes, se convoque al pueblo andaluz a las urnas. Lo que sí es seguro, según alguna persona cercana al presidente, es que éste piensa convocar elecciones a medio plazo, en uno o dos años. Susana Díaz, si gana, tendría ese plazo para llevar el Gobierno, ya que Griñán daría un paso atrás sin dejar el cargo; entonces abordaría la campaña de las andaluzas. El presidente andaluz cuenta con un calendario político complicado, está el Presupuesto de 2014, las relaciones con IU y la convocatoria de las elecciones europeas, pero tampoco hay que descartar su relación en la intrucción de los ERE. Al imputar a la ex consejera de Economía Magadalena Álvarez, Alaya lo ha señalado ahora a él.
Díaz va al margen de ello. Fue ella y Mar Moreno quienes pusieron en marcha la teoría del "caiga quien caiga"; quienes facilitaron al ex consejero Manuel Recio que entregase un informe a Alaya, avalando la irregularidad de las ayudas de los ERE. Si explota, Díaz estará a salvo. No para. Su equipo de campaña -YoconSusana- va a diez notas y fotos diarias.
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