El alcalde tuitero iza sus velas
Abrazado siempre a la tecnología, el artífice de la inesperada tercera vía de las primarias socialistas protagonizó el primer pleno 'on line' y convirtió a Jun en la primera localidad europea donde internet era un derecho ciudadano.
José Antonio Rodríguez Salas. Así, sin más, poco decía el nombre de este militante socialista en la vida política de máximo rango. Su candidatura a las primarias del PSOE andaluz, que autoproclama como independiente y surgida de la base, le otorga una dimensión incomparable a la obtenida hasta ahora con el perfil de Twitter más conocido por el socialismo español, pionero en la política española. Valga un ejemplo: 225.000 seguidores frente a los 185.000 de Rubalcaba. Al perfil que destinó a canal de atención al ciudadano (@JoseantonioJun) añade otro más intermitente y personal (@alcaldeJun, 23.700 seguidores). El primero está verificado.
El alcalde tuitero, como se le conoce desde hace tiempo, ha cimentado toda su gestión política en la evolución de los soportes tecnológicos. Nada más llegar al Ayuntamiento, como concejal del gobierno de su padre, Antonio Rodríguez Ruiz, convirtió a Jun en 1999 en el primero municipio europeo que declaraba derecho universal del ciudadano tener acceso a internet. De ahí surgió un ambicioso plan de alfabetización digital de su pueblo, que se pobló de ordenadores. A eso unió un completo sistema de alertas (entonces a través de mensajería de móviles) con los que informar de cortes de calles, ofertas de empleo, actividades lúdicas y deportivas, etcétera. Otro de sus hitos fue el primer pleno interactivo (retransmitido por internet y que permitía la participación on line) del que se tiene conocimiento. Ocurrió en junio de 2001, lo cubrió la CNN y no fue un pleno más: se aprobó el presupuesto del año, por supuesto con versión descargable para consultas.
El alcalde de Jun ya era, pues, un fanático de la tecnología cuando se hizo cargo del Ayuntamiento al morir su padre y entonces regidor en marzo de 2005. Era teniente de alcalde y de la Alcaldía heredada pasó a dos rotundos triunfos en las urnas. Del primero de los cuales proclamó que había sido la primera campaña electoral de la historia sin utilizar un gramo de papel. De inmediato hizo instalar una webcam en su despacho para que la gente supiera "a qué se dedica el alcalde". Su propio blog -premiado en 2008 por RTVE- recoge algunos servicios propios de la administración local. Su renombre digital y su control total en Jun hacen que no tenga absolutamente nada que perder.
El aspirante inesperado logró incluso que el New York Times relatara en un reportaje su óptima utilización de los recursos tecnológicos en la gestión pública. Su arrojo y visión no sólo le llevaron a abrirse una de las primeras cuentas de Twitter de España: se plantó en Palo Alto (California) e invitó a la cúpula de la empresa a conocer su pueblo. Así consiguió que acudiera el director general de Twitter para Europa, Tony Wang, a las jornadas Talking about Twitter que organizó hace apenas dos semanas. Premonitoria la cita de James Dean de su biografía tuitera: "No puedo cambiar la dirección del viento, pero si ajustar las velas para llegar a mi destino".
Rubalcaba acudió a él para consultarle estrategias de redes sociales para las pasadas elecciones generales y el ex consejero de Vivienda Juan Espadas le pidió, además, que presentara su estrategia digital en la campaña de las municipales de 2011, donde concurría como candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla. La concurrencia no sabía ni dónde estaba Jun. Era lo de menos.
¿Imaginan a un alcalde español haciendo una pieza de Storify (herramienta web para reunir tuits formando un discurso narrativo, secuencia de hechos y valoraciones sobre un tema concreto)? El alcalde de Jun sí. La política 2.0 no tiene secretos para él y todos sus esfuerzos van dirigidos a interactuar y a influir. La micropolítica llevada al extremo. Sin embargo, su política 2.0 ha tenido sus luces y sombras. Muchas de sus acciones parecen más de cara a la galería para desesperación de su debilitada oposición. ¿Tiene sentido que la máquina barredora del Ayuntamiento disponga de perfil en Twitter? Para José Antonio Rodríguez sí. De hecho, todos los organismos oficiales lo tienen. La semana pasada pidió opinión a sus seguidores y conciudadanos sobre qué hacer con la recogida de basura de la localidad: subir el impuesto o dejar de operar dos días en semana.
Sin embargo, en sus intentos de crecer lejos de su pueblo no ha logrado el reconocimiento pretendido y reniega de su experiencia como diputado provincial. Ahora parece decidido a aprovechar el tirón que le ofrecen las redes sociales, donde su índice de conocimiento entre la militancia socialista supera al de Susana Díaz y no digamos a Luis Planas. De ahí su insistencia en descartar a los políticos de siempre y ese proclamación de la "inteligencia colectiva socialista" y de ser el portavoz de la militancia de base. Su anuncio, en Santander y durante los cursos de verano de la Menéndez y Pelayo, ya le otorgan una repercusión enorme fuera de Andalucía. Y a poco que sean ciertos los datos de avales que espera (habla de más de 4.000 cuando Jun tiene 3.500 habitantes), el silbido del pajarillo azul puede convertirse en jauría hitchcockiana hacia el aparato del PSOE andaluz.
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