Andalucía está entre las regiones españolas con mayor sentimiento católico

La comunidad autónoma es la sexta del país entre practicantes (22%) y quienes no lo son (41%)

Apenas un 11,3% se identifica como ateo, un 11,5 son agnósticos y un 3% profesan otra fe religiosa

El 70% de los residentes en la provincia se declaran católicos

Un sacerdote se dirige a sus fieles en una parroquia de la barriada de Almerimar en la capital almeriense.
Un sacerdote se dirige a sus fieles en una parroquia de la barriada de Almerimar en la capital almeriense. / D. A.

Apagados los ecos de la Semana Santa y la devoción que los pasos despiertan en toda la geografía andaluza y con la todavía en curso conmoción que ha supuesto el fallecimiento del papa Francisco y la elección de su sucesor, Andalucía reivindica su papel entre las comunidades autónomas donde más está presente el sentimiento católico. En cualquier caso, hay que matizar que se trata de un simple apunte estadístico sobre unas creencias, algo singularmente complejo de determinar. Quedan al margen las peculiares maneras de vivir la religiosidad, especialmente singulares entre los andaluces donde, la labor social de las cofradías y hermandades a lo largo de todo el año, suponen un modelo particular de vivir la fe religiosa, así como las actividades en favor de colectivos vulnerables que las parroquias despliegan.

En cualquier caso, según los datos más recientes del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) consultados por este periódico, los andaluces son los quintos entre todas las comunidades autónomas españolas. Esta clasificación la lidera la comunidad de Cantabria, donde un 67,1% de los entrevistados, manifiesta reconocerse como católico bien practicante o no. Le siguen La Rioja, Castilla y León y Murcia, con porcentajes que oscilan entre el 65,7% de la primera, al 63,6% de la última, mientras que los castellanoleoneses se quedan apenas dos décimas por encima de éstos.

A continuación se sitúan los andaluces, cuyos habitantes responden en un 22% que son católicos practicantes, mientras que un 41% lo son, pero no practican los ritos que conforman esa fe. En el primero de los apartados, Andalucía se sitúa como la sexta comunidad autónoma con un mayor número de ciudadanos fieles, por detrás de castellanoleoneses, castellanomanchegos, cántabros, navarros y riojanos, mientras aquellos que se confiesan como católicos, pero no practicantes, sólo son superados por asturianos, murcianos y riojanos. Los andaluces, en cualquier caso, superan en casi nueve puntos la media nacional que llega apenas a un 54,4%. Apenas, porque hace unos años, este porcentaje era notablemente mayor. La complejidad social y la movilidad de sus integrantes, llevan a una caída más que significativa de este porcentaje. Un estudio sobre la identificación religiosa por comunidades autónomas en España, confirma que entre 2013 y 2022, el porcentaje de andaluces que se reconocía abiertamente creyente pasó de un 81% en el primero de esos años, a un 68% en el último. Entre los practicantes, el 41% acude varias veces al mes a oficios religiosos; el 48% una vez a la semana y casi el 11% nunca o casi nunca.

En la comunidad autónoma andaluza, completan la estadística un 11,5% de agnósticos, es decir que no niegan la existencia de dios, pero tampoco la descartan), un 7,3% de indiferentes y un 11,3% de ateos. Junto a ellos hay un 3% de creyentes en otra religión diferente a la mayoritaria. En este porcentaje influye la llegada de residentes de otras confesiones religiosas, así como la cada vez mayor presencia en la sociedad andaluza de las distintas ramas de la religión evangélica, singularmente presente entre los miembros de la etnia gitana. En cualquier caso, se trata de uno de los menores porcentajes entre todas las comunidades (y ciudades) autónomas que encabeza, obviamente Ceuta y Melilla con un destacado protagonismo de la primera de ellas, donde la población de creencias islámicas alcanza casi la mitad de sus residentes, en concreto el 47,9%.

Hay varias conclusiones que se pueden extraer de estos datos. Una es el notable descenso en el número de personas que se reconoce como perteneciente a una fe religiosa. La secularización social juega en contra de la expresión pública de este tipo de sentimientos que experimenta un decrecimiento constante. Una buena prueba de ello es que hay cuatro comunidades, además de la ciudad autónoma de Ceuta donde hay menos de la mitad de fieles católicos; se trata de Baleares, Cataluña, Madrid y Valencia. La segunda es la notable diferencia entre las distintas regiones. Otro ejemplo; el País Vasco ha sido identificado como un territorio donde los católicos practicantes eran mayoritarios. Los resultados del CIS confirman que apenas el 50,2% de la población se reconoce como tal. Pero más extraño es que comunidades limítrofes como Cantabria y La Rioja, presentan cifras notablemente superiores, del 67% y 65% respectivamente.

Matrimonios, educación e IRPF

Hay otros aspectos que completan el análisis de la extensión e influencia de la fe católica en la comunidad autónoma. Según el informe La laicidad en España en cifras correspondiente al año pasado se constata que Andalucía es una de las regiones donde se registra un mayor porcentaje de matrimonios religiosos. En concreto, ese número llega al 28,1% de los totales, lo que la sitúa como la segunda comunidad en toda España, sólo superada por Extremadura (28,7%). No obstante, la disminución de uniones por el reto católico, mantiene una evolución paralela al del número de creyentes. Desde comienzos del presente siglo hasta la actualidad la tendencia se dio la vuelta hasta llegar a un porcentaje de uniones civiles muy superior a las ceremonias religiosas.

En el campo educativo, Andalucía rompe la tendencia apuntada en apartados anteriores y apenas llega al 15,5% de sus alumnos quienes asisten a centros escolares católicos. Se trata de un porcentaje que apenas llega a la mitad de los registrados en comunidades como Castilla y León, La Rioja o País Vasco, donde se aproximan al 30%. En el otro extremo, la comunidad andaluza sobresale como una de las que menos alumnos eligen cursar actividades alternativas a la religión, dicho de otra manera, donde menos renuncias se producen a la enseñanza religiosa.

Por último, en el apartado fiscal, Andalucía es la sexta comunidad autónoma en España donde más personas marcan la casilla correspondiente a la iglesia para destinar una parte de sus impuestos. Hasta un 42% de los andaluces lo hace así en la declaración de la renta, siete puntos por encima de la media nacional y por detrás de las dos Castillas, Murcia, Extremadura y La Rioja.

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