Los nueve años de gestión de la más veterana
Maria Jesús Montero. Hacienda y Administración Pública
Sevillana y trianera, como Susana Díaz. Podría decirse que ambas tienen la misma escuela, la de la cercanía a la calle, y también la misma vitalidad y capacidad de trabajo. Pero María Jesús Montero lleva algunos años más en el Gobierno andaluz, al que llegó como parte del equipo de Francisco Vallejo en 2002, como viceconsejera, dos años antes de ser titular de Salud. Como Susana Díaz también fue pionera, al convertirse en este caso en la primera mujer que ocupaba el cargo de máxima responsabilidad en la consejería con mayor presupuesto de la Junta de Andalucía. Y, además, ha compartido con la presidenta las inquietudes de sus primeros años: si esta última fue catequista, la consejera -madre de dos niñas- estuvo vinculada a movimientos católicos de base y formó parte del Consejo de la Juventud de Andalucía hasta que terminó la carrera en 1990.
Su posterior itinerario profesional ha estado marcado por la gestión sanitaria en Sevilla. Fue subdirectora médica del hospital de Valme y trabajó en el ámbito de la organización de las listas de espera y las consultas externas entre 1995 y 1998 antes de pasar al Virgen del Rocío, donde fue subdirectora médica primero y luego subdirectora gerente. En esto coincide, salvando las distancias, con su antecesora en el nuevo cargo, Carmen Martínez Aguayo, que antes de entrar en el Gobierno andaluz, dirigió el SAS, tras ser directora general del Insalud. Pero sus inicios fueron en el primer escalón de la sanidad madrileña.
Al igual que Aguayo, Montero no ha sido militante del PSOE hasta hace muy pocos meses. Y eso, a pesar de su perfil político, de que ha sido parlamentaria por dicho partido desde 2008 y de que su nombre ha estado en las quinielas incluso para alcaldable de Sevilla.
En su currículum de gestión está el diseño y puesta en marcha del decreto del derecho a la segunda opción médica, la aprobación de la ley de muerte digna o la promoción y desarrollo de la investigación con células madre, entre otros logros del sistema público andaluz. Aunque su gestión, con problemas enquistados como las listas de espera y el colapso de las urgencias también ha sido muy contestada.
En esta legislatura su agenda ha estado muy marcada por la lucha contra los recortes de Mariano Rajoy, en lo sanitario y en lo social, pues también asumió la cartera de Bienestar. Montero se ha situado en primera fila en el frente abierto por la Junta de Andalucía contra el Gobierno central. La batalla contra el ministerio que dirige Ana Mato la ha convertido muchas veces en protagonista del consejo interterritorial de Sanidad: después del litigio iniciado contra los ataques del Gobierno a la subasta de medicamentos, el recurso ante el Constitucional contra las reformas del PP y ahora una futura ley para blindar el acceso a la sanidad.
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