María Jesús Montero, más que Espadas pero aún insuficiente
El sondeo del Centra recoge una mejoría de la intención de voto socialista desde el relevo, pero todavía no tiene traducción en escaños
Algunos consultados señalan a la negociación con Cataluña como el verdadero problema de la candidata
María Jesús Montero acompaña a los Reyes en la despedida del Papa

La publicación del barómetro de marzo del Centro de Estudios Andaluces (Centra) ha supuesto la constatación de que el PSOE de Andalucía no se ha beneficiado electoralmente del efecto Montero. El PP de Andalucía sostiene que la vicepresidenta del Gobierno obtendría un resultado peor que el que su antecesor Juan Espadas habría alcanzado e, incluso, su portavoz parlamentario, Toni Martín, augura que todavía es posible que María Jesús Montero no se presente a las elecciones autonómicas de 2026 y que su único objetivo, si lo hiciese, sería igualar la marca de los 30 escaños. Sin embargo, las propias tripas del Centra, también conocido como el CIS andaluz porque depende de la Consejería de Presidencia, indican que Montero habría recuperado los momentos más bajos de Espadas. Está mejor, pero aún es insuficiente para lograr un resultado acorde con la gran apuesta que ha hecho Pedro Sánchez.
Este diario ha hablado con varios dirigentes socialistas para valorar sus impresiones, a las que cabe sumar la del PP, que se resumen en que Montero no supone ningún riesgo para la mayoría absoluta de Juanma Moreno porque "su proyecto ha fracasado". Sin embargo, los socialistas coinciden en varios hechos: que el partido ha dejado atrás las divisiones que se abrieron en 2018, cuando perdió la Junta; que Montero ha levantado al primer círculo de la militancia y que la posición electoral ahora es mejor que la que habría dejado Juan Espadas.
Si se compara la intención directa de voto -sin la cocina que introduce el Centra-, la posición del PSOE ha mejorado en cuatro puntos desde diciembre pasado, cuando se preparaba el relevo de Juan Espadas. Sin en aquella ocasión, un 16% de los encuestados por el Centra aseguraban que votarían a los socialistas en unas elecciones, ahora suponen el 20%. Cuatro puntos de diferencia. Es más, en marzo de 2024, hace sólo un año, el porcentaje aún era menor, el 13,4%. Ahí sí hay un efecto Montero y es que, como explica un antiguo dirigente socialista, "sin María Jesús, no habría elecciones, le hubiéramos dicho a nuestro electorado que nos daba igual que Moreno Bonilla gobernase cuatro años más con mayoría absoluta".
El voto estimado del Centra, sin embargo, concede a Montero una horquilla de parlamentarios que puede estar por debajo de los 30 escaños de Espadas, mientras que Moreno se situaría por encima de los 55 escaños de la mayoría absoluta. Ello se debe a que el Centra le da 10 puntos más de cocina al PP, mientras que al PSOE le otorga sólo tres. El incremento de los populares está justificada porque la simpatía por el PP y la alta valoración de Moreno aconsejan esa mejora, pero quizás sea demasiado. En cualquiera de los casos, la encuesta del Centra está en sintonía con otras que tampoco recogen un aumento significativo de las expectativas socialistas respecto a junio de 2022.
Cataluña
Uno de los consultados sostiene que el principal problema que Montero tiene en Andalucía proviene de su condición de ministra de Hacienda que negocia una fiscalidad singular con Cataluña. "Su mochila es el agravio con Cataluña y la confrontación que la Junta hace con el Gobierno", explica esta persona que no ve tanto problema en los cargos que acumula Montero en Madrid como de haberse destacado en un asunto que también preocupa a los votantes progresistas andaluces.
Sin llegar a tanto, uno de los dirigentes actuales del partido reconoce que parte del electorado "le ha comprado el discurso a la derecha, incluso a la extrema derecha" en los ámbitos de la Andalucía rural. Pero apunta que el efecto de Montero se va notando en una sucesión de círculos concéntricos. "En las elecciones de 2018 y de 2022 fuimos divididos, el partido estaba roto, y eso lo hemos dejado atrás", indica este militante que pone como ejemplo lo sucedido esta semana en Málaga, donde el secretario de esta provincia, Josele Aguilar, ha entregado un premio a la ex presidenta Susana Díaz. Ambos han estado distanciados siempre, hasta el punto de que Aguilar ha escogido bando en muchas ocasiones por la única razón de que era contrario a la presidenta.
Otro de los cambios que se ha producido en el PSOE es la opinión de sus alcaldes respecto a Juanma Moreno. Si hace cuatro años, los ediles estaban encantados con el presidente, la sensación general ahora es que el Gobierno de la Junta los margina en favor de los competidores del PP. Lo mismo ocurre, según otra fuente, con los dos sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras. "La manifestación por la sanidad pública no fue una casualidad, 20.000 personas no salen a la calle porque sí", apunta.
Aun así, hay una impresión de que Montero no ha logrado movilizar aún a los 40.000 militantes que tiene el PSOE en Andalucía, considerados los mejores prescriptores del voto socialista. "Es que no hace ni tres semanas que cerramos los congresos provinciales", ha indicado uno de los colaboradores de la vicepresidenta. "Andalucía no es Madrid, aunque Juanma Moreno tampoco es Feijóo, es lo único que tiene el PP de Andalucía; si se deteriora, ese partido se cae", apunta esta misma fuente.
Pero Moreno sigue muy fuerte, su marca electoral, basada en el diálogo y la moderación, le da muy buenos resultados, por encima de los de su partido. Un histórico dirigente socialista apunta a que ése es el problema del PSOE, "que no es de María Jesús Montero, sino de que aún no hemos sido capaces de atacar de verdad a Moreno Bonilla, que no le ponemos la cara 'colorá' con las facturas del SAS y el gasto farmacéutico". Esta persona valora que el partido haya recuperado a Mario Jiménez, que fue vicesecretario general del PSOE y uno de sus parlamentarios más ácidos, como el portavoz que se enfrentará con Antonio Sanz, consejero de Presidencia.
Montero no tiene previsto dejar ni el Ministerio de Hacienda ni la Vicepresidencia. Ayer sustituyó a Pedro Sánchez, tanto en el funeral del papa Francisco como en el palco de la Cartuja, donde se jugó la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona. La tesis que sostienen en el PSOE es que los dos cargos le benefician, que Hacienda es una de las mejores palancas que hay en un Gobierno, pero ya hay quien opina que después del verano debería modificar su presencia en el Ejecutivo de Sánchez. Los planes confesos de Juanma Moreno pasan por convocar las elecciones autonómicas a finales de abril para celebrar en junio de 2026.
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