Los pensionistas aportarán al copago farmacéutico más de 16 millones al mes
Los perceptores de pensiones se incorporan al esfuerzo económico que pide el Ministerio de Sanidad con la oposición frontal de la Junta · Los jubilados andaluces no tendrán que solicitar devoluciones.
Los pensionistas se incorporan desde hoy al copago farmacéutico. La medida nace del Real Decreto Ley 16/2012 de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y es de obligado cumplimiento para las comunidades autónomas. En el caso de Andalucía, este colectivo aportará a las arcas de la sanidad pública cada mes unos 16,2 millones de euros.
El rediseño del copago farmacético, que forma parte de la reforma sanitaria impulsada por el Gobierno central, prevé la modificación de las aportaciones de los cotizantes activos: 40%, 50% y 60% en función de tramos de renta definidos por menos de 18.000 euros anuales, entre 18.000 y 100.000 y más de esa cantidad, respectivamente. Asimismo, quedan exentos del copago por primera vez los parados sin prestaciones y siguen fuera de esa aportación económica las rentas mínimas de inserción y pensiones no contributivas. La gran novedad para el colectivo de jubilados que han cotizado es que se incorporan a la aportación económica en el precio de los medicamentos recetados en la sanidad pública: el 10% para rentas menores de 100.000 euros y el 60% para ingresos superiores. Con topes mensuales de 60 euros para estos últimos, de 8 euros para los perceptores de menos de 18.000 y de 18 euros al mes para rentas anuales entre los 18.000 y los 100.000 euros. La idea del Gobierno es que, cuando los pacientes superen sus respectivos topes mensuales, soliciten la devolución de esas cantidades cada tres o seis meses a la Administración autonómica.
En Andalucía, la Junta ha entendido que es deseable y posible evitar el bloqueo temporal de esa parte de las pensiones y, gracias a la implantación en el SAS y en las más de 3.500 farmacias de la comunidad de la receta electrónica, los pensionistas no tendrán que solicitar ninguna devolución porque dejarán de pagar automáticamente cuando salte su tope de copago mensual. Las previsiones son que los pensionistas andaluces superen con creces esos límites de 8, 18 y 60 euros mensuales, ya que la receta media mensual está en unos 15 euros y hay medio millón de pensionistas en la comunidad autónoma mayores de 65 años que consume más de cinco recetas al mes. De ahí que la medida de la Junta tenga un especial interés para el colectivo.
Aun así, en Andalucía, los 1,4 millones de perceptores de pensiones contributivas del tramo bajo abonarán al mes, al llegar a su tope, 11,3 millones; los casi 261.000 del tope de 18 euros, casi 4,7 millones. Y los algo más de 4.000 pasivos con rentas superiores a los 100.000 euros al año aportarán 241.980 euros al mes. Un total de 16.257.074 euros concreta este capítulo de los sacrificios de los pensionistas andaluces en aras de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Con todo el paquete de medidas farmacéuticas -el rediseño del copago es sólo parte de ellas-, cuestionado por Andalucía, Navarra y el País Vasco (las dos primeras han anunciado recursos judiciales y la tercera lo obvia con otra norma), el Ejecutivo central busca ahorrar más de 2.200 millones.
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