Los propietarios reciben un respaldo para la preservación
Las dos entidades que trabajan con los cuidadores creen que el reconocimiento va más allá del turismo y asegura que el próximo va a ser un mayo especial.
Desde la segunda fila de la sala de reuniones de la Unesco en París, los dos presidentes de las entidades que agrupan a los propietarios de patios, Leonor Camorra (Claveles y Gitanillas) y Miguel Ángel Roldán (Amigos de los Patios), vivieron ayer un momento de enorme emoción cuando el comité de París dio su visto bueno definitivo a la candidatura que Córdoba presentaba a la Lista Representativa del Patrimonio Intangible de la Humanidad. Ambos aseguraron que la designación es un impulso que sobrepasa la mera relevancia turística y apunta hacia la preservación de la fiesta con medidas concretas para que perdure en el tiempo.
"El próximo mes de mayo, los próximos días, van a ser muy especiales", dijo Miguel Ángel Roldán. Aseguró que tiene una especial importancia que personas "de la calle, normales" estuvieran sentadas en una sala de la Unesco con los representantes enviados por los gobiernos para debatir sobre el futuro de sus respectivas manifestaciones. "Es bestial", dijo Leonor Camorra, que resaltó las felicitaciones recibidas, los parabienes de las distintas delegaciones en una iniciativa como la que se desarrolla en Córdoba. "El lenguaje de las flores lo entiende todo el mundo", afirmó.
Los dos representantes de las asociaciones, que desarrollan sus propios calendarios de actividades, aseguraron que la designación de la Unesco es un respaldo directo a las personas que trabajan a diario en los patios para preservar una tradición compartida. La organización internacional es particularmente exigente en el galardón a las iniciativas que nacen, se desarrollan y se elaboran con la participación voluntaria y libre de las comunidades locales, los vecinos ajenos a los presupuestos públicos o a los planes de trabajo estatales. La Unesco ha pedido, entre la documentación necesaria, las rúbricas de los propietarios y cuidadores de patios al documento que se presentaba al comité de París.
Aún en Francia (la vuelta estaba prevista para la noche de ayer), reconocían haber experimentando un subidón de moral después de la larguísima jornada del miércoles en donde aguardaron a que el comité examinase las 36 candidaturas que se presentaban este año, parte de las cuales se rechazaron por no cumplir con los criterios exigidos.
Los propietarios de patios reconocieron que, en adelante, la designación de la Unesco tiene que convertirse en una nueva postura institucional y privada hacia una fiesta que recibe miles de visitantes, deja euros por millones en la ciudad pero cuenta con dificultades de financiación casi crónicas. "A ver si es verdad", explicaba el presidente de la Asociación de Amigos de los Patios. La relevancia del momento, aseguraban, tiene que convertirse en efectos prácticos para la organización de la fiesta que ahora es Patrimonio Intangible de la Humanidad.
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