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Si la sesión de ayer del juicio de la Faffe ya dejó alguna perlas con los rifirrafes de la juez Mercedes Alaya con los abogados de la defensa, la que se ha vivido este jueves tampoco ha defraudo, con apercibimiento incluido de la juez a un testigo al considerar la magistrada que estaba contestando con evasivas durante el interrogatorio de la Fiscalía Anticorrupción.
El incidente se ha producido durante la declaración del empleado de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe)Rafael M. R., quien ha alegado que "no recuerda" que en una llamada realizada al banco preguntara por el procedimiento para anular la tarjeta con la que Villén pagó 14.737 euros en una sola noche en el club Don Angelo porque supuestamente le habían "robado" la tarjeta.
La juez Mercedes Alaya, que preside el jurado popular, ha tenido que llamar la atención al testigo en varias ocasiones, recordándole que estaba declarando bajo juramento y que se podría deducir testimonio por falso testimonio, algo que el fiscal delegado Anticorrupción Fernando Soto se ha reservado para cuando termine la vista oral.
El testigo entró a trabajar como técnico de la dirección económico-financiera de la Faffe en 2003 y se mantuvo en la fundación hasta la extinción de la misma en el año 2011, llegando a ser adjunto a dicha dirección desde el año 2007-2008, encargándose del "control presupuestario" y de la relación con los auditores.
En su declaración, el fiscal ha preguntado Rafael M. R. por la llamada que realizó a un banco para anular la tarjeta de Fernando Villén al día siguiente de que éste realizara un gasto de 14.737 euros en el club Don Angelo de Sevilla la noche del 22-23 de marzo de 2010. "No recuerdo nada", ha sido la primera respuesta que ha dado el testigo, ante la cual el fiscal ha pedido que se procediera a la audición de la grabación de esa llamada, donde el testigo comenta al operador del banco que quería anular la tarjeta de la entidad porque había sido "robada".
El telefonista le pregunta incluso que si sabe el último movimiento que se ha realizado con la tarjeta y Rafael M. R. contesta que fue efectuado el "23 de marzo a las 02:24 horas y por importe de 1.040 euros".
A continuación, el testigo ha reconocido su voz en esa grabación, pero ha insistido en que "no recuerda" quién le encomendó esa gestión de anular la tarjeta y en este sentido ha dicho que por lo general recibía instrucciones para su trabajo de la directora económico-financiara, la acusada Ana Valls. Lo que sí ha negado es que Fernando Villén fuese quien le ordenó que anulara la tarjeta.
"No recuerdo que me hayan dado ninguna instrucción para esa llamada", ha reiterado el testigo, quien ha añadido igualmente que no recordaba "específicamente nada de esa llamada" ni tiene conocimiento de cuántas veces se han anulado tarjetas en la fundación ni el procedimiento para ello.
Es en ese momento cuando la juez Mercedes Alaya ha alzado la voz para ponerle de manifiesto a Rafael M. R. que estaba declarando "bajo juramento" y por lo tanto tenía la "obligación absoluta de decir la verdad" y que en caso de no hacerlo "se va a deducir testimonio y se va a dirigir un proceso penal contra usted" por falso testimonio.
"Usted no puede evadirse de las preguntas", ha añadido la magistrada, a lo que el testigo ha respondido diciendo que "no es su intención" hacerlo, y Alaya ha zanjado la cuestión de la siguiente forma: "Pues lo parece".
Ante el cariz que estaba tomando la declaración, el que fuera adjunto a la dirección económica de la Faffe ha tratado de justificar las lagunas en su testimonio manifestando que realmente no sabe de dónde sacó el último movimiento de la tarjeta de Villén, que "se imagina que se lo ha dado alguien" pero que no lo podía concretar porque han pasado 15 años desde que ocurrieron los hechos.
El fiscal le ha preguntado también por la factura de la comida en la caseta de UGT de la Feria de Abril de 2008 pero el testigo ha dicho que "no dio ninguna instrucción concreta sobre esta factura", porque es una "factura más" y él no las veía porque no tenía nada que ver con la caja de efectivo de la Faffe.
Tras esta pregunta, el fiscal Fernando Soto se ha reservado la posibilidad de solicitar la deducción de testimonio contra este testigo, al afirmar que "las peticiones asociadas al interrogatorio las haremos al final del juicio", ha concluido, de lo que se desprende que podría solicitar la deducción de testimonio por la declaración del ex empleado de la Faffe.
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