Las viviendas turísticas alcanzan números históricos
La subida de la oferta para visitantes en Málaga, Almería, Córdoba y Sevilla sobrepasa el 20% en el primer trimestre
La cifra de plazas ha superado en dos años los registros anteriores a la pandemia y Exceltur los ve "desbocados"
Los centros históricos de las grandes ciudades andaluzas se vacían de residentes
Las cifras se disparan trimestre tras trimestre, siguiendo el patrón de una gráfica casi exponencial. Son las viviendas y los alojamientos para uso turístico, que proliferan como los hongos y se multiplican como las termitas en las ciudades de golosos patrimonios o de paradisíacos entornos. Los beneficiarios directos del fenómeno del turismo masivo son de evidente identificación: las aerolíneas, los bares, los hoteles y, naturalmente, los rentistas e inversores. Los perjudicados son el resto, todo el resto. Porque, al mismo ritmo que la llegada de las riadas de visitantes y el incremento de los alojamientos turísticos, también se disparan las cifras del precio de la vivienda, de los bienes de consumo, de las basuras, de los ruidos y de la desaparición de los vecinos.
El incremento de viviendas para turistas, que crecen a la vez que desaparecen viviendas para quienes no son turistas, ha alcanzado en el primer trimestre del año unas cifras históricas. Es una de las conclusiones a las que llega la Alianza para la excelencia turística (Exceltur) en un reciente informe sobre la oferta de este tipo de alojamientos en las “principales” 25 capitales de provincia, que compara con el primer trimestre de 2023. En el análisis constan aumentos de dos dígitos en cinco capitales andaluzas: Málaga (29,9%), Almería (27,8%), Córdoba (24,3%), Sevilla (23,1%) y Granada (16,8%). El número de inmuebles dedicados al turismo crece por encima de la media nacional (25,1%) en las capitales malagueña y almeriense y se acercan en la cordobesa y la sevillana. Exceltur, una asociación que reúne a grandes entidades vinculadas al sector, califica de “desbocado” el crecimiento. En apenas dos años, el número de plazas para turistas ha superado los máximos del inicio de 2020, justo antes de la pandemia. Son números históricos.
Hay otras ciudades donde el crecimiento no está desbocado: son los casos de Barcelona, cuyo crecimiento en estos primeros meses del año es del 11,8%, y de San Sebastián (10,9%). Exceltur ha llamado en el informe la tendencia de estas capitales de “razonable”. Hay incluso capitales donde se registra una disminución: Palma de Mallorca e Ibiza son dos ejemplos. Para Exceltur, “sólo en las ciudades donde hay una mayor sensibilidad ciudadana y, sobre todo, un mayor esfuerzo municipal y prioridad política” se producen movimientos menos exagerados en el mercado que trasvasa viviendas para alimentar el fenómeno de moda.
Exceltur alerta en su informe de la disparidad existente entre las ciudades españolas, entre la esquilmación que sucede en las poblaciones que superan las dos decenas porcentuales de crecimiento y la de las urbes que han encontrado un equilibrio. El informe de la patronal turística deja claro cuál es el motivo de estas desproporciones: la concentración desaforada de ofertas para turistas, dice el informe, se produce en los lugares “donde no está regulado el fenómeno, donde no existen instrumentos de inspección o es insuficiente el control para afrontarlo”, “con los consabidos efectos sobre la escasez de la vivienda y el malestar ciudadano frente al turismo”, avisa.
Miles de residentes menos en los centros históricos andaluces
Y en tanto los ciudadanos de las capitales andaluzas ganen en “sensibilidad”, tal como señala Exceltur, o los ayuntamientos resuelvan priorizar los problemas de sus administrados y dediquen un “mayor esfuerzo”, que es a lo que apunta el informe de la asociación turística, los cascos antiguos de las capitales andaluzas llevan años perdiendo población de los residentes comunes, de la gente que vive, mientras que aumenta la población itinerante, la gente que acaso está, la gente que viene y que se va. Es perceptible para cualquiera que ronde las calles de los centros históricos. Y no es que los centros estén vacíos, lo que ocurre es que los residentes están siendo sustituidos por transeúntes: un centrifugado de andaluces frente a un centripetado de turistas. Desde 2012 a 2020, el centro de Granada había perdido más de 6.000 residentes; Sevilla, más de 4.000; Cádiz, más de 3.000, por citar tres números redondos. El consejero andaluz de Turismo lo llama la gallina de los huevos de oro.
Durante la presentación del informe, el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, ha denunciado que el aumento de la oferta de viviendas de uso turístico es el principal causante del rechazo ciudadano al fenómeno por los efectos negativos que la industria tiene sobre el acceso a la primera vivienda, las molestias que sufren los vecinos frente a una población flotante sin arraigo, la masificación de las vías y de los foros públicos tradicionales y la banalización de los barrios históricos. Zoreda ha destacado la relevancia de la aplicación de normativas reguladoras que aborde el “descontrol” y que implante sanciones “más exigentes”.
El Gobierno habla de limitación en las zonas tensionadas
El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, ha alertado del crecimiento "desbocado" de las viviendas turísticas en España y ha aplaudido el anuncio que hizo la pasada semana la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, quien afirmó que había que "limitar" los alojamientos turísticos en zonas tensionadas para garantizar el acceso a la vivienda. Zoreda declaró durante la presentación del informe sobre este tipo de alojamientos que se trata de algo que, desde Exceltur, venían "reclamando desde hace siete años de manera intensa, mientras que hasta ahora se había pasado por alto", pero que "ya se ha convertido en un problema político". Zoreda manifestó, en unas declaraciones recogidas por Europa Press, que confía en que la iniciativa de Gobierno central termine en "el deseable acuerdo y coordinación generalizada" con las comunidades autónomas, aportando "una visión y convicción común" de erradicar "este problema nacional".
La ministra de Vivienda anunció en su momento su deseo de reunirse con las administraciones autonómicas "porque yo no quiero entrar en sus competencias pero esto es de mi incumbencia. Es de mi incumbencia porque está tensionando el mercado residencial". La ministra afirmó que su departamento ejercerá "todas las competencias" y, en cumplimiento de la Ley de Vivienda, intervendrá en las zonas tensionadas si es necesario. "La Ley de vivienda me dice que cuando se declara una zona tensionada, el Estado puede intervenir de manera diferenciada con otras zonas. Si ellos no lo hacen, yo intervendré de manera diferenciada con las zonas que cumplan con la ley y no lo haré con aquellas que no cumplan", explicó.
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