Renaceremos del barro más fuertes

Contenido ofrecido por CSIF Córdoba

“Hemos defendido la calidad de los servicios públicos en todos los foros posibles, saliendo a la calle siempre que ha sido necesario para reclamar más recursos y más personal”

Trabajos durante la Dana
Trabajos durante la Dana

29 de diciembre 2024 - 06:00

Antonio Rafael López, presidente de CSIF Córdoba
Antonio Rafael López, presidente de CSIF Córdoba

Antonio Rafael López, presidente de CSIF Córdoba

El año que acaba podrá ser recordado por innumerables razones: la explosión definitiva de la IA, la escalada de la guerra en Ucrania, los crímenes contra la humanidad en Oriente Medio, la tibieza de la comunidad internacional, el aumento de la temperatura de la Tierra por encima de su límite crítico, la liberación de Julián Assange, la caída de Bashar al Assad o la reelección de Donald J. Trump. Pero quisiera centrar mi artículo en una noticia más cercana, que sigue afectando en su día a día a cientos de miles de compatriotas, y de la que en modo alguno deberíamos alejar el foco: la catástrofe producida por la Dana a finales de octubre. Permítanme que el primer acento de este balance sea para reiterar mi pésame y el de la organización que represento y para dirigirlo a todas las personas que perdieron a seres queridos en esta tragedia.

En medio del dolor irreparable y la necesidad extrema, un colectivo volvió a dar su mejor versión. Me refiero a los miles de empleados públicos (bomberos, rescatistas, sanitarios, personal de emergencias) que, poniendo en riesgo su propia vida, salvaron las de innumerables personas en el momento más crudo de las inundaciones. Me refiero, igualmente, a las decenas de miles de profesionales (docentes, personal de servicios sociales y de todas las Administraciones) que desde entonces, y junto a las inestimables muestras de ayuda recibidas desde toda España, han hecho lo humanamente posible para minimizar el desastre, para agilizar el tránsito hacia la normalidad en las zonas afectadas. Ya ocurrió en la pandemia: ante situaciones extraordinarias, los servidores públicos realizan una labor extraordinaria.

Ello no solo deja en evidencia la mediocridad de una parte de nuestra clase política -alejada del barro de las calles y enfangada en el barro de los medios- sino que alumbra una clara necesidad: que las decisiones con impacto en la vida de las personas se tomen atendiendo a quienes cuentan con el criterio profesional y técnico, acreditado por su mérito y capacidad, y no por personal de confianza sin la debida preparación. La excelencia y generosidad con que los profesionales del sector público cumplen sus funciones, máxime en situaciones críticas, contrasta también con la consideración que les ofrece un Gobierno que, como máximo responsable de sus condiciones laborales, ha tardado más de un año en convocar a sus legítimos representantes y que, todavía hoy, les hurta el derecho a conocer algo tan básico como su retribución en 2025 -tras una pérdida de poder adquisitivo que supera el 20 % desde 2010- o si podrán acceder a una merecida estabilización tras años al servicio de las Administraciones.

CSIF, como sindicato más representativo en el gremio, lleva grabado en su ADN la promoción de lo público y la defensa de los derechos y condiciones laborales de todas las personas trabajadoras, desde la independencia que le permite contar con más de un cuarto de millón de afiliados repartidos por todo el Estado y que, mes a mes, deciden apostar por un modelo de trabajo exitoso con la contribución de su cuota.

Estos pilares han sostenido nuestra acción sindical a lo largo de un año muy intenso. Durante estos doce meses y solo en Córdoba, hemos protagonizado decenas de notas de prensa, más de un centenar de movilizaciones y miles de visitas a los centros de trabajo, cifra que se multiplica exponencialmente si se aplica al conjunto de Andalucía y, más aún, si la extrapolamos a la totalidad del Estado. Hemos defendido la calidad de los servicios públicos en todos los foros posibles, saliendo a la calle siempre que ha sido necesario para reclamar más recursos y más personal para la sanidad, una bajada de ratios contra el cierre de aulas y centros públicos, la desburocratización de la labor docente, unas retribuciones justas y homologadas para el personal de la Administración de Justicia, de la Administración General del Estado o de la Junta de Andalucía, para exigir la culminación de los procesos de estabilización -con un acento especial en la Administración Local-, la ampliación de plantillas en Correos, etcétera; entre muchas reivindicaciones más. Lo hemos hecho frente a gobiernos de todo ámbito y color, sin tutelas ni hipotecas políticas, teniendo claro que solo nos debemos al interés de nuestros representados y a la calidad de las prestaciones que nuestra sociedad merece. Lo hemos hecho, también, frente a multitud de empresas privadas, protagonizando movilizaciones, huelgas y negociaciones y encarnando, en definitiva, un modelo sindical que, desde su vocación de servicio público, crece muy fuertemente entre trabajadores y trabajadoras de cualquier ámbito que valoran nuestra profesionalidad y capacidad de respuesta ante sus necesidades.

Como culmen de estas actuaciones, el pasado 14 de diciembre protagonizamos frente a la Dirección General de MUFACE una concentración que congregó a 50.000 asistentes que alzaron su voz junto a la de CSIF para gritar que con la salud del funcionariado no se juega, que el mutualismo administrativo en modo alguno es un privilegio sino un derecho consolidado tras cinco décadas de éxito, y que sin él -y con los más de dos millones de usuarios que se añadirían a un sistema sanitario ya altamente tensionado- perderíamos todos y todas. Desde estas líneas, quiero agradecer a los centenares de cordobeses que nos acompañaron a Madrid su presencia y apoyo en una jornada crucial no solo para quienes ahora están directamente afectados, sino para establecer una clara línea roja que proteja en el futuro cualquier otra conquista laboral.

En el orden interno, CSIF culmina 2024 tras haber renovado sus estructuras gracias a la alta representatividad obtenida en los procesos electorales y al desarrollo estatuario de sus congresos. Fruto de los primeros, revalidamos la primacía nacional en la Mesa de Negociación para el personal funcionario, donde superamos el 43% de la representatividad, y fortalecemos nuestra presencia en la Mesa General de Negociación para todas las Administraciones, donde somos uno de los únicos tres sindicatos presentes con implantación estatal y, entre ellos, el que más crece. En cuanto a los congresos internos, nuestro Presidente Nacional, Miguel Borra, y nuestro Presidente Autonómico, Germán Girela, revalidaron liderazgo en sus respectivos ámbitos con un altísimo apoyo de las bases. Por último, en el ámbito provincial, debo agradecer el abrumador respaldo recibido de los representantes de nuestros más de 9.000 afiliados y delegados que, en votación secreta, refrendaron con un 97,6% de sus votos la candidatura que tengo el honor de encabezar. Igualmente, quiero reconocer desde esta tribuna la labor de nuestra presidenta provincial saliente, María Dolores Navajas, tras su gran labor al frente de CSIF Córdoba durante los últimos ocho años.

Quisiera que mis últimas palabras fueran para expresar el compromiso y gratitud de mi organización: compromiso con un nuevo año de acción sindical que permita que todos y todas crezcamos en derechos; gratitud hacia los millones de trabajadores y trabajadoras del sector público y la empresa privada que en 2025 nos harán renacer del barro todavía más fuertes.

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