El Archivo Municipal de Córdoba digitalizará los documentos personales de Jaén Morente que guardaba el instituto Góngora

Patrimonio

Los papeles son de temática variopinta e incluyen desde nombramientos académicos y políticos hasta una receta de insulina

Los papeles del exilio de Jaén Morente se custodian ya en su barrio de Córdoba

Un nuevo documento vincula a Jaén Morente con el Museo de Córdoba en 1925

Documentos personales de Jaén Morente donados al Archivo Municipal de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

El Archivo Municipal de Córdoba digitalizará los documentos personales de Antonio Jaén Morente que ha recibido en donación por parte de las nietas del intelectual y político cordobés. Los papeles se encontraban depositados en el instituto Góngora y fueron descubiertos hace más una década por su entonces directora, Maribel García Cano.

La vida del historiador y diplomático estuvo vinculada a este centro educativo, entonces denominado Instituto Provincial, durante los años 20 y 30 del siglo pasado. En 1939, marchó al exilio a Hispanoamérica, donde murió en 1964.

La cesión de los documentos se ha celebrado este miércoles en el Góngora con la presencia de familiares de Jaén Morente en un acto en el que su biógrafo, Manuel Toribio, ha leído unas palabras de sus nietas, Cristina, Magdalena y Ángela, que no han podido asistir. Después, ha destacado tres momentos importantes en la vida del intelectual vinculados al instituto. Primero, su etapa como alumno "brillante", luego como catedrático y profesor y, por último, como director.

La exdirectora del centro educativo, Maribel García Cano, ha manifestado que "después de más de diez años" ha vuelto a sentir "la misma emoción" que cuando encontró los papeles. Se encontraban en un sobre roto y amarillento en el que ponía "Papeles míos (Carrera)" con la firma del diputado constituyente republicano. Ella los documentó y mantuvo el orden que tenían.

Los papeles están datados entre 1910 y 1927 y los temas que abordan son "variopintos", registrando García Cano 12 diferentes que van desde nombramientos académicos y políticos hasta una receta de insulina.

En total, son 47 documentos: el primero de ellos del 23 de abril de 1910 se corresponde como su nombramiento como catedrático del Instituto de Cuenca y el último, del el 5 de octubre de 1927, es una carta en la que le pide material didáctico de otro profesor de historia, Manuel J. Fal y Conde, que años más tarde sería el líder de los carlistas en Andalucía.

Donación de documentos personales de Jaén Morente al Archivo Municipal de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Para dar a conocer este hallazgo, García Cano organizó una exposición en el instituto en la que implicó a siete alumnos con altas capacidades.

Por su parte, la directora del Archivo Municipal, Ana Verdú, ha señalado que esta donación es "una celebración" porque es "una gran satisfacción abrir la puerta" a nuevo patrimonio documental de Jaén Morente.

Verdú ha resaltado que "nuestro archivo no es en blanco y negro", sino "en tecnicolor" porque en él tienen cabida a través de este tipo de documentos "la vida de las personas". Así, ha recordado que desde 2022, el centro acoge el archivo de Jaén Morente, que entregaron "de forma generosa" sus nietas.

Por último, Isabel Albás, ha anunciado la digitalización de estos nuevos documentos para que estén al alcance de cualquier persona sin sufrir un deterioro. "Córdoba crece en historia, crece en patrimonio", ha señalado.

Además, ha agradecido a la familia del político e intelectual y al instituto Góngora la donación de los papeles de Jaén Morente, que "murió en el exilio pero nunca olvidó Córdoba".

Estos papeles permiten abarcar una parte de la vida del político en la que, sin dejar de profesar su republicanismo, colaboró con la Dictadura de Primo de Rivera, según explica Toribio. De hecho, considera que "lo más interesante es la correspondencia con José Cruz Conde", que fue alcalde de Córdoba, gobernador civil de Sevilla y comisario regio para la Exposición Universal de Sevilla de 1929 durante los gobiernos de Primo de Rivera.

También aparecen detalles de su vida privada, como una receta de insulina de la Facultad de Universidad de Santiago de Compostela, donde estudió parte de la carrera de Derecho que culminó en Valladolid, que fue dispensada en la Antigua Farmacia del Profesor Casares, lo que desvela que padecía diabetes.

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