Asignaturas pendientes en el Casco Histórico de Córdoba
Patrimonio
Asociaciones vecinales piden medidas al Ayuntamiento que eviten la marcha de los residentes de la zona, además de denunciar que no se cuida el patrimonio
La comisión de licencias de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) otorgó el pasado miércoles un permiso a la empresa Hotel C Córdoba Sur S. L., participada por Barin, para la edificación de un gran complejo hostelero con varios bares en un solar de la Cruz del Rastro, junto a la Ronda de Isasa, lo que ha destapado la caja de los truenos entre las asociaciones de vecinos del Casco Histórico. Estos colectivos han vuelto a poner sobre la mesa los problemas que, a su entender, sufre esta zona que está declarada Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
“Siendo el punto de la ciudad de atracción turística, las administraciones nos tienen abandonados”, sentencia la presidenta de la Asociación de Vecinos La Axerquía, Juana Pérez. “Desde la Asociación de Vecinos La Axerquía llevamos años denunciando cómo nuestro Casco Histórico y La Axerquía estaban perdiendo de forma progresiva su identidad, donde sus vecinos se están marchando y solo aumentan el número de locales de ocio, hostelería, apartamentos, viviendas turísticas y hoteles. Solo tenemos que pasear por la zona para darnos cuenta de ello”, insiste Juana Pérez.
“Lo que está ocurriendo es que el Casco Histórico se está desertizando; los vecinos están siendo expulsados por los locales de ocio, apartamentos turísticos y hoteles”, coincide la presidenta de la Asociación de Vecinos La Medina, Lourdes Martínez. “Hay que poner el empeño gubernamental en promocionar la vida residencial en los barrios históricos para que sigan siendo barrios auténticos y con vida, facilitando la movilidad del transporte y la rehabilitación de viviendas”, sentencia Daniel López, de la directiva de la Asociación Centro Histórico.
Desde la Asociación de Vecinos La Axerquía defienden que pensaban que la pandemia le habría servido a la Administración para darse cuenta “de esa falta progresiva de identidad que está perdiendo el Casco Histórico” y que estaría trabajando para intentar revertirla en la revisión del Plan Especial de Protección del Casco Histórico, para conseguir el regreso de los residentes, “de vecinos y vecinas que son los que hacen barrio y que vuelvan a hacer de nuestro casco un casco vivo, que es lo que lo ha hecho merecedor del nombramiento como Patrimonio Mundial por la Unesco”, destaca Juana Pérez.
“Pero no, parece que en lo que han estado trabajando es en volver a dar licencias a locales de ocio y restauración y para nuevos apartamentos y hoteles. Creo que se las ha olvidado muy pronto la situación que durante un año de pandemia han vivido los hosteleros y comerciantes de la Judería. Ahora sin toque de queda parece que ya está todo pasado y olvidado y continuaremos con acciones que seguirán llevando a la pérdida del uso residencial de la Medina y La Axerquía ya que de nuevo solo se favorecen los servicios, que tan solo hace dos días se quejaban de estar vacíos”, añade.
Juana Pérez insiste en que lo lógico y con los “y con los deseos de que el turismo que vuelva sea más cultural y con mayor poder adquisitivo, lo dicen nuestros políticos en prensa”, es que se hubiesen dedicado, a “reparar”, rehabilitar la Puerta del Puente, “la muralla que se derrumbó en octubre de 2019 en la calle San Fernando, la que se cae en la Ermita de la Aurora, la Plaza de la Corredera, a actuar realmente sobre las casas en ruinas y los solares que abundan en nuestra zona y que pueden ver nuestros visitantes, y que se les caiga algún trozo, en cualquier recorrido que realicen por nuestro Centro Histórico y que tampoco dan buena imagen de la ciudad”.
Juan Pérez relata que en vez de a rehabilitar el patrimonio y a favorecer viviendas residenciales en algunos de los muchos solares que hay vacíos en el Casco Histórico se ha dado una licencia a un nuevo proyecto de ocio en la Cruz del Rastro 2, “sin importar la vida y salud de los vecinos que ya sufren bastante con lo que deriva de ellos como, ruido, suciedad, falta de descanso y que además ni siquiera merecen recibir respuesta a las alegaciones que se presentaron en septiembre de 2018 y parece que tampoco merecen conocer el proyecto, que debe de haber cambiado para que le den la licencia porque con el proyecto que presentaron en 2018 le fue denegada”.
La presidenta de la Asociación de Vecinos La Axerquía incide en que no se ha facilitado la construcción residencial para la gente que quiere venir a vivir al Casco Histórico y no se han frenado las licencias para locales y apartamentos turísticos como un día se dijo desde el Ayuntamiento.
Juana Pérez lamenta que tampoco han merecido una respuesta a la petición de declaración de Zona Acústicamente Saturada solicitada tanto como asociación vecinal, como consejo de distrito y desde la comisión de usos del Casco Histórico. “Tampoco sabemos por qué el Ayuntamiento en pleno aprobó el 17 de septiembre de 2020 una moción sobre el Casco Histórico de Córdoba, donde se recogen muchos de los temas que aquí se plantean y que estamos cansados de pedir de forma reiterada, aunque, quizás si lo sepamos y es que se aprueban para guardarlas en un cajón como otras muchas y que nunca llegan a desarrollarse. Está claro que no son peticiones derivadas de promesas electorales por lo que tendremos que seguir frustrándonos ante la no solución de nuestras peticiones y eso que somos el reclamo cultural de la ciudad”, insiste.
“Aparte de no tener servicios básicos, lo único que tenemos es más ruido, gente orinando por las noches en las calles y vomitando, lo que provoca que el Casco Histórico sea inseguro; con todo esto, hay una falta de empatía por parte de las autoridades políticas”, defiende Lourdes Martínez. La presidenta de la Asociación de Vecinos La Medina insiste en que en el Casco Histórico es imposible descansar “y por la mañana, como no hay una limpieza exhaustiva por parte de Sadeco, tenemos que limpiar las cacas y el orín. Esto se ha convertido en un lugar terrible e inseguro, porque ciertas personas que vienen a divertirse han tomado las calles de nuestros barrios como si fueras waters o habitaciones de moteles”.
Lourdes Martínez recuerda las palabras del alcalde, José María Bellido, “de que no quiere que los solares que aquí tenemos estén llenos de jaramagos y basura y él sabe que desde 2007 los hay, esos solares y viviendas vacías”. E insiste en que la Unesco pide que en el Casco Histórico se cuide el patrimonio y se potencie lo residencial. “En una calle quedan tres vecinos y hay 14 apartamentos turísticos. Y en la calle Cabezas, por ejemplo, han quedado cuatro vecinos, la gente se marcha y quien compra sus viviendas especula y las convierte en apartamentos turísticos”, sentencia. “¿Cuándo va a haber un alcalde o alcaldesa con un par que cuide el uso residencial en el Casco Histórico? Sus residentes son el patrimonio d e la ciudad”, incide.
Lourdes Martínez destaca que en el Casco Histórico hay solares en los que se pueden construir hasta 20 o 30 pisos para uso residencial si el Ayuntamiento colaborara y apunta que los vecinos demandan unos servicios básicos “de los que carecemos; aquí solo tenemos una tienda de comestibles y en un solar de esos vacíos se podría construir, por ejemplo, un supermercado”. Lourdes Martínez coincide con Juana Pérez en “la dejadez” del Ayuntamiento con respecto al patrimonio. “La Puerta del Puente se cae a cachos, la calle Lineros se cae a cachos...No cuidan ni de los vecinos ni de los monumentos. Le recuerdo al Ayuntamiento que aquí votan los vecinos, no votan las maletas ni las copas”.
“Hay que poner el empeño gubernamental en promocionar la visa residencial en los barrios históricos, para que sigan siendo barrios con vida”, insiste Daniel López. El directivo de la Asociación Centro Histórico de Córdoba detalla que si no es así y además no se facilita la movilidad del transporte y la rehabilitación de viviendas “ni siquiera nos encontraremos con un decorado, a tenor de las distintas fachadas que está permitiendo la Gerencia Municipal de Urbanismo desde hace largo tiempo y que están destruyendo el conjunto monumental que supone el caserío de tipología tradicional, que es la causa de la declaración del casco Histórico como conjunto-histórico y, posteriormente, como Patrimonio de la Humanidad”. Daniel López asegura que se está dilapidando la imagen de la Córdoba que vende, que es su marca patrimonial.
El directivo de la Asociación Centro Histórico de Córdoba defiende que habrá que intentar encauzar que los nuevos servicios hosteleros, gastronómicos y de ocio se diversifiquen hacia el perímetro del Casco y no se concentren todos dentro de él y en el mismo lugar. “Si cuidamos el conjunto monumental del Casco en todas sus vertientes, seguirá multiplicando sus beneficios socio-culturales y posibilidades de rentabilización para la iniciativa empresarial cordobesa se volverán infinitas, pero si continuamos destruyéndolo, llegará un momento que habrá destinos más atractivos y auténticos que hayan sabido cuidar sus espacios patrimoniales y a Córdoba se podrá venir: a ver disfrutar de la unicidad de la Mezquita aljama-Catedral y los oasis de los patios porque el resto de monumentos públicos está para lamentarse y un paseo por el Casco, de seguir así con esta tónica destructiva, será como pasear por la periferia sin personalidad de cualquier urbe”, sostiene.
Daniel López incide en que es necesaria la rehabilitación “y pulcra restauración” de los monumentos de titularidad pública “que están casi todos hechos una ruina por falta de inversión” y habrá que tratar “la progresiva destrucción del conjunto histórico-artístico”.
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