Aspiraciones y sueños plasmados en madera
Una muestra reúne el trabajo de los alumnos del Programa de Garantía Social de ebanistería del instituto Gran Capitánl formación La muestra reúne el trabajo de los 18 alumnos del Programa de Garantía Social de auxiliar de carpintería.
Rubén Rojas ha tardado apenas dos meses en elaborar un gran revistero de madera que, desde ayer, forma parte de la exposición de la Semana de la Madera del instituto Gran Capitán y que se inauguró con una jornada de puertas abiertas. Rojas, de 17 años, es uno de los 18 alumnos del Programa de Garantía Social de auxiliar de carpintería que el centro de Fátima imparte desde hace ya 13 años. El joven reconoció que le gusta la ebanistería y que es un "trabajo fácil".
Revisteros, mesas, muebles de salón, una mesa de ajedrez de taracea granadina, estanterías, lámparas o relojes son algunos de los objetos que estos futuros carpinteros han realizado durante sus clases y que ahora se exponen con la esperanza de que encuentren algún comprador.
El profesor encargado de este programa es Antonio Suárez, quien destacó y vinculó "él éxito" de la iniciativa "al gran nivel de los alumnos". El docente explicó que parte de los estudiantes tienen necesidades educativas especiales y que otra parte procede "del fracaso escolar". Como el instituto no tiene un almacén para guardar todos estos trabajos, apuntó Suárez, "organizamos la muestra y el dinero que se genera de la venta de los artículos se dedica a hacer actividades o para el viaje de fin curso". Señaló también que, gracias a este acicate, los estudiantes "se esmeran más".
La exposición es el fiel reflejo de los jóvenes, ya que afrontan con verdadera dedicación todas las horas de formación, orientación y tutorías que incluye este Programa de Garantía Social dedicado a la madera. Además, el instituto ofrece la posibilidad, a los estudiantes que concluyen estos dos años de formación, de hacer las pruebas de acceso para encontrar una plaza en un ciclo formativo de grado medio dedicado también a la madera.
El profesor indicó que los acabados de los artículos no son los mismos que los de cualquier producto elaborado por profesionales, aunque eso no supone ninguna excusa para no adquirirlos. Además, el precio de venta es casi el del coste de la madera. La primera opción de compra, apuntó Suárez, es que los compren los estudiantes o sus familiares. No obstante, aseguró que también esperan que algunos de estos objetos lleguen a las casas de cualquier persona que acuda a la exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo viernes.
Sin embargo, la venta de los artículos no es el único estímulo para trabajar que tienen estos alumnos, ya que el instituto Gran Capitán tiene acuerdos con varias empresas -El Corte Inglés y Baldomero Moreno, por ejemplo- para que sus estudiantes puedan realizar prácticas en ellas. Francisco Prado ya ha hecho prácticas en una de estas firmas gracias a este Programa de Garantía Social del instituto Gran Capitán, al que llegó porque "no me gustaba estudiar y prefería hacerlo antes de estar en la calle", confesó. En la exposición, Prado muestra algunos de sus trabajos, como una estantería y un arcón. El joven, de 18 años, reconoció también que todo aquel que curse este programa dedicado al sector de la madera "se va a divertir mucho" y que también "le va a ayudar para encontrar un trabajo en el futuro".
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