Aucorsa estrena el primer autobús con mampara y cámara de seguridad

La empresa pública tiene que definir este mes las medidas para equilibrar la situación económica

Una usuaria entra en el único autobús con mampara.
Una usuaria entra en el único autobús con mampara.

La empresa pública de autobuses, Aucorsa, ha comenzado a aplicar el plan de seguridad que prometió a los trabajadores después de las críticas de la plantilla que llegaron, incluso, a huelgas parciales durante varias semanas. La línea 8 ha sido la primera en beneficiarse de las medidas protectoras y ayer se iniciaron las pruebas en el primer vehículo que incorpora mampara, un mecanismo que se une a la cámara de seguridad que ya tienen instalados 12 vehículos, la mayoría también en la línea 8. Así lo informó ayer el gerente de la empresa pública, Juan Antonio Cebrián, quien añadió que desde ayer se inicia un periodo de pruebas antes de instalar las mamparas en el resto de la flota.

El Plan Integral de Seguridad contaba con una dotación presupuestaria de 250.000 euros, de los que 100.000 son para invertir en este año y 50.000 euros anuales durante los tres restantes años del mandato, según se anunció en su día. La inversión, en primer lugar, iba dirigida a la adquisición de cámaras y mampara, aunque se preveían otras medidas complementarias como las cámaras de videovigilancia que todavía están pendientes de una modificación de crédito que permita realizar la inversión, según informó Cebrián.

Las reivindicaciones en materia de seguridad comenzaron a principios de año cuando la plantilla denunció el incremento de robos en algunas líneas. Esta situación, además, provocó una sorprendente respuesta del gerente, quien los responsabilizó de las pérdidas producidas si durante los hurtos no se encontraban en el autobús. Los robos se han concentrado en líneas como la 8, la 9 y la 6 y también se han producido situaciones de inseguridad como el lanzamiento de piedras y otros objetos a los conductores.

El gerente de Aucorsa también se refirió a otro de los retos que debe afrontar este mismo mes la empresa municipal, que no es otro que el de equilibrar las cuentas para acabar con el fantasma de la disolución y los avisos de la interventora, quien pidió un plan de viabilidad "urgente" al margen de las medidas adoptadas hasta ahora. La presidenta del organismo, María José Moros, apuntó en su día que su apuesta era la de revisar el contrato programa en lugar de diseñar un nuevo plan. Cebrián aseguró ayer que "lo del nombre es lo de menos" y reconoció que esta misma semana ya se van a iniciar las primeras reuniones con los trabajadores con el objetivo de "mantener el carácter público de la empresa y mejorar los medios disponibles para los empleados".

El contrato programa fija desde la revisión salarial de los trabajadores hasta el ritmo al que se debe adquirir el material, autobuses incluidos. Por el momento no hay más datos sobre los parámetros que se van a seguir para elaborar este documento aunque no se plantea un recorte de salarios, como sí ocurrió la primera vez que se aplicó un contrato programa y que fue justamente cuando se certificó la quiebra de la empresa municipal, en los años 90. Esta medida, sin embargo, no figura en el extenso y duro informe que ha elaborado la Intervención sobre las cuentas de Aucorsa y que se llevará el martes al próximo Pleno. En el documento, la interventora insiste en la necesidad "urgente" de un plan de viabilidad "con medidas eficaces que garanticen, de una vez, la estabilidad y sostenibilidad de la sociedad" sin que se tenga que recurrir por sistema a las transferencias municipales para mantener el equilibrio presupuestario.

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