El Ayuntamiento de Córdoba protegerá su patrimonio histórico-artístico contra robos en algo más de cuatro semanas

Tecnología

El proceso permitirá conocer la ubicación, tipología, estado de conservación y movilidad de los activos patrimoniales para posteriormente incorporarles un chip de geolocalización

Presentación del sistema 'blockchain' en el Museo Romero de Torres.
Presentación del sistema 'blockchain' en el Museo Romero de Torres. / Juan Ayala

Cuatro semanas y media. Ese es el tiempo en el que el Ayuntamiento de Córdoba completará el proceso para proteger su patrimonio histórico-artístico contra fraudes, falsificaciones y robos. Así se especifica en el contrato que, para ello, el Consistorio ha adjudicado por 251.961 euros a la UTE compuesta por Vodafone y Digitart Global, el denominado Servicio de Certificación y Gestión de Autenticidad y Titularidad del Patrimonio Histórico-Artístico de Córdoba.

Este contrato tiene una garantía de cuatro años, lo que supone que durante ese periodo la UTE está obligada "al mantenimiento del software de gestión, para que no se pierdan las condiciones de funcionalidad óptimas del mismo y se puedan llevar a cabo todas las actualizaciones que el desarrollador realice". Durante el periodo de garantía no se realizará pago alguno.

Según detalla la memoria del proyecto, el proceso comenzará con una "auditoría inicial de evaluación de los activos patrimoniales para conocer su ubicación, tipología, estado de conservación, movilidad y cualquier informe relevante del activo". Posteriormente, tras la realización de la auditoría se llevará a cabo una certificación de titularidad y autoría de esos activos patrimoniales, incorporando sistemas para protegerlos, como la tecnología blockchain; o lo que es lo mismo, "un chip de geolocalización incorporado para evitar robos, fraudes y falsificaciones".

El proyecto se puso en marcha como piloto en el Museo Julio Romero de Torres en 2021 y ahora se extenderá por más activos del Patrimonio municipal tras la concesión, por parte del Ministerio de Política Territorial, de 1,19 millones de euros de los fondos Next Generation al Ayuntamiento para cuatro proyectos vinculados a la digitalización y la ciberseguridad.

Esta certificación es necesaria, según reza la memoria del proyecto, porque "no se cuenta con una herramienta que permita volcar y acceder de manera rápida a los datos de propiedad de un activo certificado en una plataforma tecnológica que además cumpla con un conjunto de medidas antifraude y le permita sacar estadísticas y métricas colectivas e individualizadas de los activos".

El documento incide en que la tecnología blockchain podría revolucionar la industria del arte, "resolviendo cuestiones como la proveniencia, el copyright, la propiedad de la obra, la trazabilidad de la misma y otros problemas actuales". Todo ello en un contexto en el que, según también se defiende en la memoria, en el mercado del arte y patrimonio, se detectan grandes retos a resolver, como el de evitar fraudes, "asegurando la autoría y procedencia de las obras de arte".

Otros de esos grandes retos son los de "proteger al propietario de las obras de arte (derechos de autor y propiedad), "facilitando la custodia de las obras, así como su comercialización de una manera trazable y segura"; y "promover la digitalización documental y protección de las obras de arte de patrimonio de un valor incalculable y que ahora mismo no cuentan con un mecanismo como el que se describe en esta memoria".

El objetivo es "certificar y proteger toda la autenticidad del patrimonio" a través de la tecnología blockchain, que es "inhackeable y segura", tal y como ya destacó la edil de Transformación Digital, Lourdes Morales. Así, se almacena toda la información del cuadro o la pieza de arte "con un registro seguro de lo que va pasando con ella, quién la ha movido, dónde está y qué se hace con eso", detalló Lourdes Morales. Se trata de "proyectos muy innovadores" para los que se ha pedido dinero a Europa "para extenderlos al resto del patrimonio y aumentar la funcionalidad".

El primer paso para llevar a cabo el proyecto es "trabajar con la dirección de museos para identificar todos los archivos patrimoniales susceptibles de almacenar en blockchain", a las que se incorporará "una etiqueta para hacer una traza segura documental y añadiremos ahora sensores, que tienen dos funciones: de geolocalización y un acelerómetro". Con todo ello, se conocerá, por ejemplo, si alguien roba un cuadro, porque se alertará sobre la localización de cada obra de arte del patrimonio cordobés en tiempo real, con unas 2.000 piezas como tope máximo.

La memoria justifica también el proyecto en que un activo del patrimonio puede experimentar a lo largo del tiempo una serie de hechos relevantes como pueden ser: restauración, mantenimiento, evaluación de daños por un perito o préstamo a otra entidad, conformando el historial del activo. "Cada hecho relevante que ocurre con dicho activo implica una burocracia que puede incluir intercambios de documentos entre instituciones, seguros, gastos de embalaje, entre otros, que se complican si la institución prestamista o propietaria del activo no cuenta con las herramientas de gestión que faciliten llevar a cabo una trazabilidad de todos estos hechos", insiste.

Es por ello, que en el documento se insiste en que "se requiere de un módulo de gestión" que como funciones principales tenga las del catalogado de activos patrimoniales y su digitalización; y la incorporación de hechos relevantes que suceden con un activo patrimonial a lo largo de su vida, facilitando la inserción de los distintos eventos y documentación oficial a intercambiar entre entidades nacionales e internacionales de acuerdo con la normativa vigente al respecto. Además de que sirva para el almacenamiento de la información de metadatos y hashes criptográficos de los archivos intercambiados en la blockchain de manera inmutable, partiendo de la trazabilidad del histórico del archivo.

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