El Ayuntamiento de Córdoba prevé incluir las visitas a la torre-alminar de Santa Clara entre sus reclamos turísticos

Patrimonio

La Junta de Gobierno Local aprueba que sea la Delegación Municipal de Cultura la que asuma el gasto de las obras de restauración en vez de la Gerencia Municipal de Urbanismo

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Torre-alminar del convento de Santa Clara / Miguel Ángel Salas

Hace unos días, la Comisión Provincial de Patrimonio de la Delegación de Turismo, Cultura y Deporte informó favorablemente acerca del proyecto de restauración de los muros y la escalera de la torre-alminar de la iglesia del antiguo convento de Santa Clara, así como de la rehabilitación y mejora de la accesibilidad y eficiencia energética de las dependencias anexas. Este lunes, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Córdoba ha dado otro paso más para hacer realidad esa restauración con la anulación del compromiso de gasto de la Gerencia Municipal de Urbanismo para la ejecución del proyecto, derivando esa ejecución a la Delegación de Cultura.

"Con la ejecución de las obras previstas, se podría incluir las visitas a la torre-alminar de Santa Clara entre los recursos turísticos del Ayuntamiento", según reza en la memoria técnica y financiera de la solicitud que el Ayuntamiento elevó al Gobierno central con el objetivo de conseguir fondos europeos Next Generation para las actuaciones, valoradas en 549.898 euros, dentro del Programa de Ayudas para la Financiación de Proyectos Sostenibles de Mantenimiento y Rehabilitación del Patrimonio Histórico con Uso Turístico.

"Debido a su mal estado de conservación y de la insuficiente dotación del equipamiento, no se ha llegado a establecer un programa temporal completo para uso turístico del equipamiento. En la actualidad las visitas que se realizan son de carácter puntual, muy reducidas a la iglesia y a la torre-alminar, y a los patios relacionadas principalmente con la Fiesta de los Patios, y en verano a algunos de los festivales organizados por la Delegación de Turismo", se sentencia en el documento.

Asimismo, se destaca que con la actuación prevista se espera conseguir el incremento de visitas turísticas, al dotar al espacio de mayor accesibilidad e incrementar sus capacidades; la mejora de la calidad de la experiencia del visitante, con la restauración de elementos y como centro de interpretación; y la mejora de su eficiencia energética, en iluminación, climatización, mantenimiento...."La visita de la torre-alminar permitirá una vista única de las cubiertas del conjunto histórico en ámbito declarado Patrimonio Mundial y proporcionará un mejor conocimiento de este tipo de construcciones singulares. La mejora de la accesibilidad y de la eficiencia energética en las dependencias anexas supondrá un ahorro para el Ayuntamiento e incrementará la eficacia de los servicios municipales", se puntualiza en la memoria.

Estado de la torre-alminar

La torre presenta una degradación de su fábrica pétrea incluyendo la fractura y pérdida de peldaños. La restauración incluye un análisis arqueológico y estudios previos, limpieza de paramentos de fábrica de cantería, consolidación de la piedra en fachadas y machones, limpieza de escalones, restauración de escalones, así como sustitución de otros con nuevas piezas de piedra arenisca, tratamiento de protección biocida e hidrofugante, repasos en la cubierta del alminar, colocación de celosías de chapa perforada con marco de madera o metal para protección de huecos, así como instalación de sistema biodry para evitar daños por humedad.

La torre alminar es de planta cuadrada y una altura de 18 metros. Está construida con un machón central y muros perimetrales. Entre ambos se desarrolla la escalera de peldaños monolíticos. En la base, presenta un zócalo de piedra de mina de la fase barroca y tiene un acceso con dintel adovelado en el muro este. La torre se remata con un castillete datado en la segunda mitad del XIX.

En cuanto a las dependencias anexas, el proyecto incluye la eliminación de la tabiquería existente, quedando la crujía diáfana en planta baja y primera, sustitución del pavimento de planta baja para eliminar barreras arquitectónicas, reparación de la cubierta, trasdosado interior autoportante con placas de cartón yeso y aislamiento térmico, picado de fachadas y revestimiento con mortero de cal en dos capas, acabado general de paramentos con pintura al silicato, nuevas instalaciones de electricidad, iluminación, telecomunicaciones, protección contra incendios, ventilación y climatización, así como tratamiento anti termitas y carcoma en los elementos de madera.

Estas dependencias conservadas del antiguo convento presentan una tipología de casa solariega, con crujías y galerías alrededor de medio patio. La intervención se centra en la crujía recayente a calle Rey Heredia, con dos plantas de altura y cubierta de tejado a dos aguas. La fachada presenta huecos ordenados y decoración ecléctica.

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