El Ayuntamiento rescinde el contrato a la empresa de la obra del Templo Romano
Municipal
Los trabajos de limpieza del monumento, que llevará a cabo personal del programa Emplea ante la inactividad de la compañía adjudicataria, darán comienzo el próximo jueves
La empresa Arquepec, adjudicataria de la segunda fase de las obras del Templo Romano, pidió un modificado de la actuación y abandonó los trabajos. Eso fue en septiembre del año pasado y, mientras tanto, las obras paradas. En abril de este año, el entonces edil de Turismo, Pedro García (IU), aseguró que la compañía quería abandonar las actuaciones cuando llegara al 20% de ejecución y cederla a otra empresa.
“La empresa alega que cogieron la obra con una baja muy grande y que están perdiendo dinero”, señaló entonces García. No obstante, las obras se retomaron después de que desde el Consistorio se advirtiera a la adjudicataria de que estaba obligada a continuar y culminar las obras, en el marco de una actuación que permitirá habilitar las visitas interiores al templo.
Pues bien, ahora quien ha roto el contrato con la misma empresa ha sido el actual equipo de gobierno municipal. Y ha sido el presidente de la Gerencia de Urbanismo, el popular Salvador Fuentes, quien ha hecho este anuncio, pero de una forma más que singular. Y es que, ayer convocó a los medios para dar a conocer las actuaciones previstas para la limpieza de este monumento de la calle Claudio Marcelo, que acumula desde hace demasiado tiempo una más que notoria suciedad.
En su comparecencia Fuentes relató que esta situación se debe al abandono de las tareas de limpieza de la empresa Arquepec, compañía a la que se le envió un documento oficial que recibió el pasado 18 de julio y que, según dijo, “está en concurso de acreedores”.
El edil del PP continuó con su relato y explicó que en ese mismo escrito se le concedían a la empresa tres días naturales “para acometer o, al menos comenzar las labores necesarias para que el recinto cumpliera con las condiciones que le son exigibles”. Pasados esos tres días, el 22 de julio, y “al no existir atisbo alguno de actividad para cumplir con lo exigible legalmente” se resolvió el contrato, según expuso. Es decir, que desde el Ayuntamiento se rescindió el contrato con esta empresa encargada de esta segunda fase de las obras del Templo Romano, valoradas, por cierto, en unos 400.000 euros.
Fue en julio del año pasado cuando arrancaron estas actuaciones en el conjunto y su plazo de ejecución previsto era de cinco meses que, de manera evidente, no se ha cumplido por el momento.
Junto a este anuncio, Fuentes señaló también que será a partir del próximo jueves cuando comiencen las tareas de limpieza y que será el personal del proyecto Emplea destinado a la limpieza y mantenimiento de espacios arqueológicos municipales el que se encargará de llevar a cabo estas tareas. El plazo estimado para la limpieza del Templo Romano es de diez días y consistirá en la eliminación de vegetación y adecentamiento del recinto.
El presidente de la Gerencia de Urbanismo, además, entregó a los medios una nota en la que detallaba todo el procedimiento seguido desde el Ayuntamiento, que también sostiene que los “trabajos podrán efectuarse mediante el personal propio dependiente de la Gerencia, contrato en el proyecto Emplea, ante la inactividad de la empresa y, siempre y cuando no se produzca un perjuicio en el proceso de resolución del contrato propuesto y, sin perjuicio de la repercusión en la futura valoración de daños y perjuicios al contratista de estas actividades”.
En esta segunda fase de los trabajos del Templo Romano estaba prevista también la apertura de la comunicación con el edificio del Ayuntamiento a través de la medianera de su planta baja; en este espacio, se contempla la ubicación del Centro de Interpretación del monumento, aunque pertenece a otro proyecto. El templo fue reabierto al público en 2013.
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