Banco de Alimentos: Temor ante lo que está aún por llegar

“Hemos pedido donativos a la ciudadanía para la necesidad de alimentos que se va a hacer patente cuando pase la Semana Santa, porque ahora estamos clasificando y poco más o menos hasta la Semana Santa la tenemos resuelta”. Son palabras del presidente del Banco de Alimentos Medina Azahara de Córdoba, Carlos Eslava, quien muestra con ellas su temor acerca de lo que está por llegar por la crisis del coronavirus.

Frente a esta nueva crisis de abastecimiento que va a sufrir la entidad, “ya hemos pedido un camión de 23.000 litros de leche, que nos va a llegar el día 14 de abril, y trataremos de adquirir más cosas porque a partir de ahora no nos va a venir nada, solo los donativos que para ello nos den los ciudadanos o las empresas”, puntualiza Eslava. “A las entidades agroalimentarias les pedimos siempre alimentos y a los ciudadanos, donativos para poder comprar esos alimentos”, añade.

“Insisto en que muchas veces la gente pide algo distinto a lo que se les da; y a veces hay que responderles, por ejemplo, que si no se les da leche es sencillamente porque no se tiene leche en ese momento en el Banco de Alimentos”, puntualiza.

Eslava destaca que en las pasadas semanas, después del llamamiento que hizo la entidad por la imposibilidad de recaudar alimentos por la suspensión de las operaciones kilo, “todos los días hemos tenido algunas donaciones fuertes provenientes de particulares; ha habido incluso hermandades de Semana Santa que nos han donado cantidades que para ellos son importantes, y también para nosotros”.

El presidente del Banco de Alimentos ha incidido que está por venir una época para la que también hacen un llamamiento. “Tenga en cuenta que nosotros distribuimos una media mensual de 200.000 kilos de alimentos, lo que supone una media mensual de productos por valor de unos 200.000 euros; es decir, una media de un euro por kilo”, puntualiza Eslava.

El responsable del Banco de Alimentos ha detallado que una persona les ha llegado a donar en estos días “hasta 3.000 euros, algo que tanto para nosotros como para ella es muchísimo dinero; lo que ocurre es que esa cifra, comparado con la que necesitamos, con lo que nos va a quedar por cubrir, pues se queda pequeña, porque, cuando realmente vamos a sufrir el ahogo va a ser después de la Semana Santa, ya que hasta septiembre no vamos a poder hacer otra operación kilo. Vamos a necesitar muchos donativos de particulares y empresas para poder cubrir todo ese desierto”, insiste.

Eslava defiende que de todas las crisis se sale aprendiendo cosas y que la del coronavirus ha traído consigo que el hecho de “estar en casa encerrado, además de suponernos un palo, hace que uno se reprograme muchas cosas y que acabes reseteando la cabeza para darle importancia a cosas que no ves. En ese sentido, creo que vamos a ser más solidarios, porque estamos viendo que hay gente que aparte del drama del covid-19 no tiene para comer y a esa gente les da igual saltarse la cuarentena, porque en estos casos lo prioritario para ellos es que necesitan dar de comer a sus hijos”.