Bellido promete una nueva etapa de "diálogo" en un gobierno "para todos"

Investidura alcalde de Córdoba

El alcalde asegura que el empleo será su “prioridad” e insiste en el mensaje de gobernar “para todos, sin exclusiones” para situar a Córdoba “donde se merece”

Bellido posa con el bastón de mando tras ser investido alcalde de Córdoba.
Bellido posa con el bastón de mando tras ser investido alcalde de Córdoba. / Juan Ayala
Anabel Calero

16 de junio 2019 - 06:03

Visiblemente nervioso, ilusionado pero también sintiendo el peso de la responsabilidad. El ya alcalde de Córdoba, José María Bellido, tomó ayer posesión de su cargo en un Pleno de investidura en el que se cumplió el guión y fue proclamado regidor tras recibir los votos de su grupo, el PP, y de Cs, además de la abstención de Vox “por imperativo ideológico”.

El nuevo alcalde inició su mandato con un llamamiento al diálogo “con todas las fuerzas políticas” y ofreciendo un pacto a todos los cordobeses “sin exclusiones”; un pacto “de ilusión, pasión y ambición” y fijó como primera medida el impulso de un “plan estratégico” que marque el futuro de la ciudad en los próximos años. Para ello, insistió, “necesito la colaboración de todos”.

En el que fue su primer discurso como regidor, Bellido se dedicó a hacer un repaso de las que han sido sus promesas durante toda la campaña electoral, por lo que tampoco hubo sorpresas en esta primera intervención. La Córdoba de todos, el anhelo de situar la ciudad “donde se merece” y la obsesión por el empleo y la atracción de empresas. Tuvo, lógicamente, unas palabras de agradecimiento al que será su socio de gobierno, Ciudadanos, con el que han pacto un programa “de unidad” y con quien espera “empezar a trabajar ya para que el cambio sea una realidad”. Además reivindicó este acuerdo como la traslación del alcanzado en la Junta de Andalucía y que hizo presidente a Juanma Moreno, presente por cierto en la sesión de investidura. “Fue un buen acuerdo y estoy convencido de que este acuerdo será también muy positivo para Córdoba”.

Albás y Bellido, durante el Pleno de investidura.
Albás y Bellido, durante el Pleno de investidura. / Juan Ayala

Bellido se dirigió a los exregidores que estaban en el salón de Plenos –todos menos Rosa Aguilar y Herminio Trigo– por haber “aportado lo mejor por el bien de Córdoba”. Pero fue la única referencia al pasado porque Bellido defendió, desde el principio, “una nueva etapa, un nuevo tiempo; toca mirar al futuro con ambición, ilusión y determinación”, sentenció.

El discurso del alcalde fue un reflejo fiel de su personalidad. Con pocos artificios y hablando de lo concreto, aunque en ocasiones recordara demasiado a sus intervenciones durante la campaña electoral. El empleo, dijo Bellido, “será la prioridad de este gobierno”, para lo que se comprometió a mejorar las condiciones que atraigan empresas y oportunidades, además de apostar por la “colaboración público-privada”.

Entre sus primeras palabras también introdujo los temas que han sido el eje de su campaña, desde la industria digital a la bajada de impuestos y, por supuesto, la Gerencia de Urbanismo. “Ha llegado el momento de ordenar, de resolver el tapón que existe actualmente en la concesión de licencias, situación que ha supuesto un freno importante para el desarrollo económico y el empleo”, dijo. “Es uno de los grandes retos que tenemos y, de la mano de los trabajadores, lo sacaremos adelante, que a nadie le quepa duda”.

José María Bellido saluda a Pedro García.
José María Bellido saluda a Pedro García. / Juan Ayala

En la logística “es hora de afrontar el reto con todas consecuencias, con menos palabras y más realidades en los próximos cuatro años”, insistió Bellido en su discurso, en el que se comprometió a que el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones “sea una realidad este mandato”. El recinto del Parque Joyero lo inició el exalcalde José Antonio Nieto en 2015 y todavía está prácticamente a la mitad.

“Córdoba es cultura”, defendió el alcalde, quien apostó por “mejorar la programación actual con grandes citas y nuevos espacios”, además de garantizar la protección del casco histórico y la convivencia de los vecinos a través de la ya anunciada concejalía.

El nuevo alcalde aboga por con grandes citas y nuevos espacios en materia cultural

Y buena parte de su discurso se centró en el área social y la inclusión, que tendrá también una delegación específica. “Voy a ser el alcalde de todos, el de todos los barrios”, dijo en relación a la “triste estadística de que en Córdoba hay cuatro de los barrios más pobres de España”. Para dar la vuelta a esta situación se comprometió con poner en marcha planes específicos contra la exclusión social de la mano de la Junta de Andalucía y el Gobierno. Y también la administración autonómica será clave para, en colaboración con Vimcorsa, “desarrollar acciones que culminen la instalación de ascensores previstos en cientos de comunidades de vecinos de nuestra ciudad”.

En la Córdoba “de todos” –la palabra más repetida– que defiende Bellido, “nadie se quedará atrás” y se refirió a “los mayores, los menores en situación de vulnerabilidad, las mujeres que sufren violencia de género, las personas que se encuentran en situaciones de exclusión social y, en general, las familias, así como la juventud”. El alcalde anunció la puesta en marcha de “un Observatorio de la Discapacidad” para avanzar “en materia de inclusión, con mayúsculas”.

En su repaso por sus compromisos también dejó espacio al medio ambiente y recordó su promesa electoral de culminar el “cinturón verde” con las obras del Parque de Levante y la Arruzafilla, además de las instalaciones deportivas pendientes.

Concejales del PP.
Concejales del PP. / Juan Ayala

Bellido, que también lanzó un guiño a los funcionarios municipales de quienes resaltó su “vocación y su implicación, reivindicó la “identidad cordobesa” y mostró su apoyo a la “Semana Santa, las cruces, los Patios, la tauromaquia, el mundo del caballo, la caza o la pesca”.

“Exigidme, exigiros y exigidnos, que nunca falte la ambición que Córdoba merece y los cordobeses necesitan”, concluyó Bellido después de advertir de que “cometeré errores, pero prefiero equivocarme por hacer y luego rectificar que caer en el dulce letargo del vacío”, indicó en su discurso de investidura.

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