'Brexit': las claves de su incidencia en Córdoba

Reino Unido ha ocupado la mayoría de portadas durante los últimos días (con permiso de las elecciones) desde que los ciudadanos decidieran votar por mayoría abandonar la Unión Europea. El Brexit es una palabra que ya suena familiar. Resultado de la unión de british (británico) y exit (salida), los resultados marcaron una diferencia de poco más de 1,2 millones de votos a favor del abandono de la UE, con resultados de apoyo a la permanencia en las grandes ciudades y entre la población más joven. Si hay algo que caracterice a este proceso, tanto antes de las votaciones como después de las mismas, es la falta de claridad acerca de las consecuencias que puede conllevar, según coinciden los expertos. Esa indefinición no sólo afecta a Reino Unido, sino al resto de países comunitarios y también, claro está, a Córdoba. La provincia tiene una serie de relaciones comerciales con el país norteño que han ido creciendo a lo largo de los años. Las empresas cordobesas que exportan productos a Gran Bretaña superan el centenar y el montante generado a través de esas transacciones rozó los 65 millones de euros durante el año pasado. Los efectos económicos que conlleva para estos empresarios son evidentes, pero aún no se han concretado. Es decir, a día de hoy Reino Unido aún no ha comunicado de manera oficial su salida de la Unión Europea a Bruselas, aunque las llamadas de atención se han sucedido para que sea cuanto antes y así establecer cómo quedará el panorama económico una vez el país salga definitivamente. A los acuerdos económicos que tenga Córdoba habría que sumar otras variantes, como pueden ser el turismo británico que desembarca en la provincia o la población cordobesa que reside allí en estos momentos. La pregunta es: ¿cómo afectará el Brexit a Córdoba? Ante la indefinición, aquí están las claves de lo que puede pasar.

El director del Departamento de Economía de la Universidad Loyola Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete, lanza un mensaje de tranquilidad para todos esos empresarios que tengan algún tipo de negocio con Reino Unido. "Es pronto para tomar cualquier tipo de decisión", explica el economista, pero a su vez advierte de que desde este mismo momento habría que buscar rutas alternativas por si el escenario que se diera fuera el peor posible. En este caso, Cardenete habla del resto de países de la Unión Europea como potenciales mercados de exportación. Cita el ejemplo del bloqueo ruso a los productos agroalimentarios españoles que se dio hace un par de años y la necesidad que hubo a partir de ahí de intentar encontrar otros mercados.

Sobre cómo quedaría la situación tras los acuerdos, los escenarios son numerosos. Los acuerdos bilaterales entre Reino Unido y España podrían ser totalmente distintos a los que se dieran entre el primero y el resto de países de la Unión Europea. Pero de manera general, serían posibles dos contextos: que todo se quede como está, con un sistema basado en el libre comercio, o que la ruptura sea abrupta, algo que no habría que descartar. A nadie le conviene, económicamente, que los tratados entre los países se rompieran. Y a quien menos les conviene es a Alemania, que en este caso suele marcar la ruta a seguir para otros territorios como pueden ser Francia o España. Si Reino Unido se mantiene dentro del área de libre comercio, los empresarios cordobeses seguirían actuando de la misma manera en la que lo han hecho hasta ahora. De esta forma, y a través de los datos ofrecidos por la Cámara de Comercio y la Agencia Extenda de la Junta de Andalucía, las firmas con negocios con Reino Unido podrían seguir operando de la misma forma en la que lo han hecho hasta estos días. Las cifras del año pasado reflejan que hasta 121 industrias de la provincia exportaron sus productos al país británico, lo que supone un aumento de casi el 25% en número de sociedades con este tipo de transacciones en cuestión de cinco años. El valor de lo exportado por esas empresas superó los 64,9 millones de euros, mientras que lo que se importó desde las islas se quedó en 16,4 millones. Es decir, que lo conveniente para estos negocios es mantenerse tal y como están teniendo en cuenta que el superávit es de más de 48 millones de euros.

Pero con la tensión que existe en estos momentos entre Reino Unidos y los países más potentes de la comunidad, hay otro escenario a contemplar: una ruptura abrupta. Que el Brexit se sucediera con malas formas no beneficiaría a nadie, al menos en términos económicos, y que el área de libre comercio no fuera tal supondría una pérdida de mercado que habría que suplir de alguna forma para que los empresarios cordobeses pudieran mantener esos beneficios conseguidos hasta el momento.

Por su parte, el responsable de Exportaciones de la Cámara de Comercio de Córdoba, Rafael Reyes, plantea otra alternativa. El economista habla de poner a España, por ejemplo, al mismo nivel que Marruecos en cuanto a relaciones económicas con Reino Unido. Esto sería establecer un acuerdo de tratado preferencial; es decir, que aunque Reino Unido esté fuera de la UE, se podrían establecer unos aranceles beneficiosos para ambos territorios, algo que se da en el citado país africano. Reyes aporta también las claves en cuanto a productos se refiere. De todo lo exportado el año pasado, más de 33 millones de euros pertenecían al cobre, siendo éste el producto que más compra Reino Unido a Córdoba. Es decir, que más de la mitad de lo que se exportó durante el año pasado al país británico era este material. Para el responsable de Exportaciones de la Cámara de Comercio el llegar a un acuerdo competitivo con Reino Unido que permita aranceles asumibles beneficiaría de sobremanera a Córdoba, más aún cuando la provincia en este caso no tiene un competidor directo y cercano en el sector del cobre. Con el aceite, la cosa cambiaría. Este es el segundo producto más demandado por empresas británicas a la provincia, pero aquí sí existen más competidoras, como por ejemplo Marruecos (aunque la calidad del producto no se pueda comparar). Los datos de la Cámara de Comercio y de Extenda arrojan que durante el año pasado Córdoba exportó aceite a Reino Unido por valor de casi ocho millones de euros, un mercado sin duda importante para el sector económico.

Aún así, ambos expertos coinciden en que no debe cundir el pánico ni tomar decisiones antes de conocer cómo quedarán los tratados entre los distintos países. De momento, lo recomendable para empresas como Cruzber, Rafael Guijo, Coreco o Faasa Aviación es que comiencen a buscar rutas alternativas donde situar sus productos por si el peor escenario se planteara; eso sí, los economistas entienden que dado que la ruptura total no beneficiaría a nadie, lo lógico es que se mantenga el libre comercio o se pongan aranceles asumibles.

Respecto al turismo, Córdoba recibió el año pasado la visita de 37.109 británicos. Reino Unido no es uno de los principales emisores de turistas a la provincia y los economistas calculan que una vez la libra comience a entrar de nuevo en niveles normales no afectaría con mucha incidencia a este sector. En todo caso, apunta Rafael Reyes, lo peor que podría pasar es que a los ciudadanos británicos se les obligara a obtener el visado para entrar en la Unión Europea. En este caso, los billetes de avión se encarecerían y ahí sí podría notarse una caída de los visitantes desde este destino. Si el visado finalmente no es obligatorio, lo único que podría ocurrir es que los turistas británicos tendrían que entrar por la "cola lenta" en los países comunitarios, en comparación con los que sí están dentro de la UE y sólo tienen que mostrar un documento de identidad. Aún así, España, y por lo tanto Córdoba, siguen siendo destinos atractivos para el turista europeo y más aún si se tiene en cuenta la situación política de otros lugares que pudieran ser competidores, tales como el norte de África o Turquía.

Por último hay que hablar de los cordobeses que viven en Gran Bretaña. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos a 2015 reflejan que un total de 738 cordobeses están empadronados en Reino Unido. Cardenete apunta a que el país no puede "descapitalizarse", de modo que no le conviene perder ni personal altamente cualificado ni mano de obra. Al no haber marcada una hoja de ruta sobre los pasos que se darán en inmigración, la valoración que se haga no es definitiva. De momento, se habla de la solicitud de la doble nacionalidad como posible medida para regularizar la situación en Reino Unido, pero como en todo lo que rodea al Brexit, no hay nada claro.