El Cabildo estudia asumir los gastos del acceso de cofradías a la Catedral
Iceta cree un "error" la crítica de la Buena Muerte al acceso al primer templo diocesano
Tras décadas haciendo frente al pago de los cánones fijados para que las procesiones puedan pasar por la Catedral, el Cabildo -la entidad titular del monumento- se plantea ahora asumir unas facturas que ascienden a algo más de 4.300 euros, según precisó ayer el vicario general de la Diócesis, Mario Iceta, al calcular los gastos que se registraron en la pasada Semana Santa. Sin embargo, el representante de la curia cordobesa manifestó que las declaraciones del hermano mayor de la Buena Muerte, Carlos Urbano, que ha denunciado recientemente el trato del Cabildo a las hermandades, "son un error y no ayudan en absoluto a que tomemos una decisión favorable en este sentido".
En cualquier caso, los canónigos mantienen las negociaciones abiertas con el objetivo de evitar un gasto adicional a las hermandades que pasan por el primer templo de la Diócesis al celebrar su estación de penitencia. En este sentido, Iceta resaltó los 6.000 euros que el Cabildó invirtió hace algunos meses para comprar la rampa de acceso de las procesiones. Iceta manifestó asimismo, que "en contra de las declaraciones de Urbano", el Cabildo de la Catedral "soporta gran parte de los gastos que ocasiona la apertura extraordinaria del edificio tras diez horas abierto al turismo".
El vicario general negó que el Cabildo limite el acceso de los penitentes, en clara alusión a las diez personas que, según el hermano mayor de la cofradía de San Hipólito, pueden entrar al primer templo de la Diócesis. En relación a los guardias de seguridad, un servicio que Urbano afirma que pagaban íntegramente las cofradías que pasan por la Catedral, el representante de la curia en Córdoba manifestó que "al llamado retén de prevención, formado por dos personas del servicio de seguridad de la Catedral, se le paga íntegramente desde el Cabildo, sin conllevarle ningún gasto a las cofradías ni a la Agrupación".
Urbano concretó que su hermandad tuvo que abonar el pasado año 1.000 euros como consecuencia de su paso por la Catedral y aseguró que tenía que asumir el coste de diez guardias de seguridad para vigilar el templo. Por estos motivos, Urbano concretó que la hermandad que dirige se está planteando la posibilidad de renunciar al paso por la Catedral.
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