El Cabildo restaura el machón nororiental del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Patrimonio
El Cabildo Catedral destina casi 100.000 euros a los trabajos de restauración de la primeras de las quince piezas que hay en el inmueble
La presentación de los trabajos, en imágenes
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En el interior del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba hay alrededor de una quincena de machones. Se trata de pilares de fábrica adosados a la parte exterior del muro para reforzarlo en los puntos en los puntos en que la construcción soporta mayor empuje. Pues bien, estas piezas no se encuentran en su mejor estado y el Cabildo Catedral quiere llevar a cabo su restauración.
Hasta el momento, el Cabildo Catedral ya ha llevado a cabo la restauración de uno de ellos, en concreto, el primero de ellos ubicado en el muro nororiental, tal y como ha presentado este martes el canónigo obrero, Pedro Soldado, que ha calificado la actuación de "hermosa".
En su intervención, Soldado ha explicado que las actuaciones que se han llevado a cabo se basan en el "criterio de intervención mínima" y ha añadido que se han concretado "en sustituciones o reintegraciones de nuevos sillares, la reparación de los sillares que presentaban deterioros cuando sus condiciones así lo aconsejaban, un tratamiento general".
Esta restauración, ha recordado, se inició en octubre de 2020 con la presentación a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía del proyecto de rehabilitación del machón del ángulo nororiental de la galería del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral y, su consiguiente propuesta de intervención fundamentada en el estado de la fábrica, una vez realizadas las actuaciones de limpieza y consolidación, y a la vista de los resultados del estudio de morteros encargado al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.
Soldado ha detallado que el proceso de limpieza y consolidación fue realizado por personal especialista en restauración y consistió en la limpieza superficial de los sillares y del material que cubría sus juntas, así como en la retirada los morteros de cemento con los que Félix Hernández recompuso la perdida volumetría de la fábrica.
"Como se identificó en el estudio de morteros, estos no se consideraban compatibles con los materiales pétreos originales ya que, además de aportar sales solubles, podían generar tensiones sobre los materiales adyacentes provocando su desmoronamiento interno", ha añadido.
Intervención mínima
El canónigo ha destacado que todas las actuaciones que se han llevado a cabo están basadas "en el criterio de intervención mínima" y se han concretado en sustituciones o reintegraciones de nuevos sillares, la reparación de los sillares que presentaban deterioros cuando sus condiciones así lo aconsejaban, un tratamiento general de protección y, por último, las medidas de mantenimiento necesarias para la correcta conservación de los paramentos de este machón.
La intervención de sustitución de sillares se ha circunscrito únicamente a aquellos que tras la labor de limpieza y retirada de morteros de cemento y otros rellenos descompuestos presentaban daños severos que ponían en riesgo la estabilidad de la fábrica. "Estas pérdidas de volumen tan significativas han obligado a la sustitución de estos sillares por otros de nuevo corte que aportan la debida garantía estructural y constructiva, haciéndolo con piezas de idénticas dimensiones y características petrológicas".
En su intervención, ha reconocido que "existe otro grupo de sillares cuyo deterioro es susceptible de ser reparado sin necesidad de sustitución por tratarse de piezas con pérdidas puntuales de volumetría con una profundidad significativa".
Así las cosas, el tratamiento en estos casos ha sido compatible con los sillares de piedra de soporte por lo que ha consistido en la aplicación de mortero de cal. "Estas reparaciones se han realizado en capas sucesivas con un espesor nunca superior a quince milímetros, dejando secar cada capa antes de aplicar la siguiente con el fin de conseguir el correcto fraguado del mortero y utilizando varillas de fibra de vidrio para armar las zonas cuyo volumen así lo ha requerido", ha detallado.
En toda el área de intervención se ha realizado un nuevo sellado de juntas con mortero de cal, así como un tratamiento superficial de protección de los sillares, impermeabilizándolos mediante un hidrofugante basado en nanopartículas inorgánicas. Para evitar la afección del agua de lluvia proveniente de la cubierta, se ha prolongado la boca del canalón que se encuentra sobre el machón.
El arquitecto conservador de la Mezquita-Catedral, Gabriel Ruiz Cabrero, por su parte, ha recordado que los trabajos se han desarrollado en la ampliación de Almanzor, mientras que Hernán Ruiz fue quien comenzó la restauración de la galería occidental del monumento, aunque fueron sus discípulos los que hicieron los machones "para dar solidez" al inmueble en el primer tercio del siglo XVI.
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