¿Cambiarán las fechas del calendario de fiestas de Córdoba por el calor?

El Ayuntamiento de Córdoba va a elaborar un estudio sobre la incidencia del cambio climático en las fiestas populares y la programación de actividades culturales en la ciudad. El objetivo es adoptar medidas de adaptación, como pueden ser el traslado a otras fechas de algunas de estas fiestas o la promoción de visitas, en el caso del turismo, en meses menos calurosos.

El estudio, que cuenta con un presupuesto estimado de 10.000 euros, forma parte del plan municipal que ha elaborado el Consistorio para luchar contra el cambio climático y que incluye, entre otras medidas, la puesta en marcha del proyecto Sadeco 5.0, el más ambicioso del plan.

La mayor parte de las fiestas populares en Córdoba se concentra entre los meses de mayo a septiembre, la temporada más calurosa en la ciudad. Especialmente destaca el mes de mayo por la celebración de numerosas actividades como la Batalla de las Flores, el Festival y Concurso de Patios o la celebración de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. En junio desde hace varios años tiene lugar la Noche blanca del Flamenco y en julio se celebran las ferias de las barriadas.

En cuanto a las actividades o visitas más habituales realizadas por los turistas llegados a Córdoba, la mayoría giran en torno a la Mezquita–Catedral, al Centro Histórico de la ciudad, pasear por la ciudad y el Alcázar de los Reyes Cristianos.

La asistencia y disfrute de estas citas, que tienen lugar al aire libre, pueden verse afectados por el aumento de temperaturas debido al cambio climático, tanto a la afluencia de población cordobesa como de turistas, influyendo directamente en el sector de la hostelería y del comercio, que viven unos meses muy complicados.

Por todo ello, el Ayuntamiento propone, en el documento recientemente aprobado en la Junta de Gobierno Local, elaborar un estudio en profundidad sobre la incidencia del cambio climático en las fiestas populares y la programación de actividades culturales para “adoptar medidas de adaptación como puedan ser la conveniencia del traslado a otras fechas de algunas de estas fiestas o la promoción de visitas en meses menos calurosos”, según reza el texto.

Sin embargo, en el apartado de posibles soluciones solo se menciona implementar medidas basadas en las infraestructuras, sin especificar cuáles. La prioridad del Consistorio en la evaluación de las fiestas populares es “alta” y según el documento lo ideal sería realizar el estudio este año y poder implementar las medidas a partir del año 2024, aunque el horizonte de este plan municipal es conseguir sacarlo adelante para el 2030 y poder cumplir así con los Objetivos de Desarrollo Sostenible europeos.