Cáritas Córdoba alerta de que "se han agotado las prestaciones" tras atender a más de 28.000 personas en 2022

La crisis económica postpandemia y la inflación acentuada por la Guerra de Ucrania sigue pasando factura a la economía de los cordobeses. Prueba de ello es que Caritas Diocesana atendió en 2022 a un total de 28.379 personas en toda la provincia de Córdoba. Así lo reflejan los datos que componen la memoria de actuaciones de la organización católica en el ejercicio del pasado año que ha presentado este martes el director de Cáritas Córdoba, Salvador Ruiz.

Se trata de un descenso de 7.000 personas asistidas con respecto a 2021, año en el que Cáritas ayudó a más de 35.000. Sin embargo, desde la organización católica no celebran este descenso, ya que esperaban "que fuese mayor" y, como ha indicado Ruiz, "los datos de 2021 estaban marcados por la gran crisis económica de la pandemia y en lo social afectaba mucho, ahora son atenciones bastante más graves aunque afecte a menos personas".

"Los de 2021 eran datos terribles, pero el descenso no es significativo porque, aunque ha descendido el número de personas, sus situaciones son mucho más perentorias. Antes por motivo de la pandemia acudían en una situación transitoria y podían mantener la tensión del momento. Sin embargo, ahora tenemos una gran cantidad de personas que se acercan a nosotros y prácticamente se han agotado las prestaciones", ha advertido el director de la organización, quien ha añadido que "existe un agotamiento de la red social y familiar cuando antes esto suponía un colchón para todos".

Es por eso que desde Cáritas Córdoba han alertado de la situación y han hecho un "llamamiento a una alianza social que ponga en el centro de todo a las personas y a las familias". La organización eclesiástica, que funciona con 1.500 voluntarios en toda la provincia, ha pedido "más personas que colaboren de voluntariado, con donaciones o como socios".

Ruiz ha alertado de que en Córdoba la situación de pobreza es extrema y ha puesto como ejemplo que la capital cuenta con tres de los 15 barrios más pobres de España. Además, ha incidido en la existencia de la "transmisión intergeneracional de la pobreza" y ha señalado que quienes nacen en un familia con dificultades económicas "tiene muchas más posibilidades de ser pobre de mayor". "Hoy atendemos a los hijos y a los nietos de quienes atendimos hace 20 años", ha lamentado el director.

Mujer española joven y con hijos, el perfil más afectado

De las 28.379 personas asistidas en total en todo el 2022, un total de 22.036 recibieron la atención de los 167 grupos parroquiales con los que cuenta Cáritas en Córdoba. Las 6.343 restantes fueron ayudadas por los diferentes proyectos y programas de los Servicios Generales. Como ha explicado Ruiz, el 95% de estas ayudas estuvieron dedicadas a la alimentación, el 45% a suministros y alquileres, el 14% en ropa, el 20% a aspectos relacionados con la salud, el 8% en la educación de los más jóvenes y el 2% en transporte.

Uno de los aspectos que más preocupa a la organización católica es que el perfil mayoritario de las personas que atiende es el de mujeres (52%), de edades jóvenes (de 20 a 44 años: 32%), de nacionalidad española (62%), con estudios primarios o sin formación (67%) y con hijos a su cargo (40%). La memoria ofrecida por Cáritas también señala que el 48% de las personas atendidas fueron hombres y que del personal que se ayudó en 2021 un 38% fue extranjero.

Ruiz ha detallado que "el perfil mayoritario de personas sin hogar sigue siendo de hombres". Sin embargo, "hay una crecida exponencial de mujeres en situación de calle las cuales son mucho más vulnerables", ha advertido Ruiz, quien ha recordado que "la mujer tiene un riesgo de exclusión social mayor por causas estructurales ajenas a Cáritas".

Otro de los datos que se desprende de esta memoria es que durante 2022 la inversión total en programas de intervención social, tanto en parroquias como en los servicios generales es de 5,1 millones de euros, de los cuales, como ha informado Ruiz, la mayoría provienen de fondos privados (donaciones, socios y legados, principalmente), junto a la gestión de fondos públicos, principalmente asignación tributaria IRPF y subvenciones de administraciones europeas, nacionales, autonómicas y locales.

Entre estas acciones, la organización ha destacado el programa de acogida y acompañamiento a personas en situación de sin hogar a través de sus recursos (Casa de acogida, dispositivo nocturno, ala de baja exigencia, pisos de acogida para personas migrantes y reclusos) por los que han pasado 912 personas en 2022, mientras que 1.188 personas fueron usuarias del ropero diocesano durante el pasado año.

El servicio de empleo y la empresa de la organización, Solemccor, ha podido acompañar a 980 personas (acompañamiento, orientación, intermediación e inserción sociolaboral), a las que ha ofrecido cursos y talleres formativos para el empleo a 206 de ellas, trabajando con 301 personas en itinerarios de inserción e intermediación laboral y contratado a 162 personas en exclusión social en las líneas de empleo desarrolladas desde Solemccor, en sus áreas de reciclaje, servicios y hostelería. La inversión total en empleo en el año 2022 ha ascendido a más de 3,3 millones de euros, de los cuales 10% son fondos públicos y 90% son fondos privados.

Sumando la inversión global, Cáritas Diocesana de Córdoba ha dedicado más de 8,4 millones de euros en su servicio a las personas que sufren riesgo o situación de pobreza y exclusión en la provincia. Además, como ha informado el director, la organización trabaja en labores de cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos en Tánger (Marruecos) y Picota (Perú) y ayudando en emergencias nacionales e internacionales, como es el caso de Ucrania, para "la que ya se han llegado a enviar 250.000 euros".

Cáritas desde dentro

Concha Gisbert, voluntaria de Cáritas Parroquial San Fernando ha estado presente en la presentación para mostrar cómo trabaja la organización desde dentro y ha detallado que "mosotros atendemos las necesidades que van surgiendo en el día a día en nuestra sede. Acompañamos a las personas en sus casas y allí vemos que las necesidades que tienen van más allá de lo que ellos nos piden, pues no solo es comer", ha precisado.

La sede de Cáritas de la parroquia San Fernando apenas lleva un año en funcionamiento y en ella trabajan un total de 12 voluntarios que atienden a 65 personas dividas en 25 familias. Como ha comentado Concha, abren la sede los martes por la tarde y allí atienden a las familias. Las nuevas, que "desgraciadamente cada vez son más", deben "entregar su documentación y a partir de ahí la entrevista una trabajadora social y se hace un análisis de sus prioridades que van desde alimentación, ropa, luz, alquileres u obras".

Uno de los principales avances que tiene implantado Cáritas es el código QR que ofrecen a cada persona que solicita la ayuda de la organización. En sus dispositivos móviles cuentan con esta herramienta mediante la que pueden acudir a los supermercados con los que tienen convenio para que sean ellos mismos quienes hagan la compra y así adaptar la alimentación a sus necesidades ("sobre todo en caso de intolerancias"), algo que "dignifica mucho sus circunstancias en lugar de que tengan que recoger lotes de comida", como ha destacado Ruiz.