"El Carnaval de Córdoba está perdiendo al buen aficionado, el que va al teatro y anima a todos los grupos"
Pepín Carrillo. Pregonero del Carnaval de Córdoba
El histórico carnavalero repasará su amplia trayectoria en un pregón muy participativo y de carácter musical que se celebra este 18 de febrero en el Gran Teatro
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José Carrillo Jiménez, más conocido como Pepín Carrillo, lleva desde los 15 años ligado al Carnaval de Córdoba, una fiesta que pregonará este sábado 18 de febrero en el Gran Teatro. Comenzó casi sin saber dónde se metía, pero una vez que el veneno de las coplas le entró por las venas, no pudo desligarse de él. Y ahí continúa, con una trayectoria en la que ha abarcado la autoría de letra y música, la dirección musical y la interpretación en agrupaciones.
Este histórico de la fiesta, que ya fue Micrófono de Oro en 2019, en los últimos años ha salido como director musical con Javi Lonene, pero en este concurso decidió que tenía que entregarse al pregón en cuerpo y alma. "Para hacer un pregón digno y en condiciones hay que trabajar mucho", asegura. Además, en su caso lleva "mucha gente en el escenario", por lo que son necesarias "muchas horas de ensayo y estar pendiente de todos los detalles". Aparte, le ha escrito la comparsa a su hijo, Alejandro Carrillo, llamada Los herederos.
-¿Cuándo empezó en el mundo del carnaval?
-Pues mira, por el año 79 u 80, imagina cuántos años llevo ya. Desde que tenía 15 o 16 años.
-Eso era antes de que hubiera concurso...
-Sí, antes de que hubiera concurso. Yo empecé con Pepe Camacho El Calavera. Lo que se hacía aquí era una cabalgata que salía desde San Juan de Letrán y acababa en la plaza de la Corredera. Entonces, íbamos cantando cosas de otros sitios. Cantábamos en las Cruces de Mayo, en las verbenas, en los colegios y donde nos llamaban. Y eso es lo que hacíamos, hasta que en el 83 empezó nuestro concurso.
-Y tan jovencito, ¿cómo que le llamaba tanto el carnaval, de dónde vino esa vena carnavalera?
-Pues mira, desde chico yo siempre me he dedicado, por eso es lo de llamarme Pepín, a tocar la guitarra y montaba mis grupos. Hacía rumbas, sevillanas... .Conocí a un amigo aquí en mi barrio que estaba en una agrupación y me llamaron para que yo le echara un cable, una ayuda, porque sabía tocar la guitarra. Quería que les ayudara a salir y a cantar con ellos. Me metí en eso y claro, el gusanillo y el veneno me picó y desde entonces no he podido dejarlo.
-El concurso cumple ahora 40 años. ¿Cómo cambió su aparición el panorama del Carnaval de Córdoba?
-Yo creo que el Concurso de Córdoba goza de buena salud, porque cada vez hay más músicos dentro de él, gente que compone muy bien, gente que sale a cantar muy bien.... Creo que va evolucionando mucho para bien.
-Usted ha tocado todos los palos; autor de letra y de música, director y también ha salido como componente.
-Sí, yo siempre he salido como componente, y ya sea como autor de letra, de música, como director musical o simplemente por echar una mano salgo con los grupos y aporto lo poquito o lo mucho que sé.
-¿Qué faceta de todas estas le gusta más?
-A mí me gustan todas las facetas del carnaval. Las agrupaciones son una familia donde, además de trabajar mucho, se pasa muy bien. Es una agrupación familiar donde estamos con las mujeres, los niños... Me gusta todo, pero más que nada hacer música, componer, pero si me tengo que amoldar a tocar la caja o el bombo, o cantar, lo hago. El caso es salir y hacer algo en condiciones.
-¿Cómo era la Córdoba carnavalera cuando usted empezó?
-Había muy poca gente que escribiera, así que al no haber tantos autores, los que estábamos escribíamos a muchos grupos. Yo, por ejemplo, ha habido años que he sacado cinco repertorios para agrupaciones distintas. Hoy en día hay muy buenos autores y directores musicales en Córdoba, hay gente que sabe de música y aporta mucha sapiencia. Por lo tanto, creo que las agrupaciones y nuestro carnaval gozan de muy buena salud.
-¿Cuántos primeros premios tiene?
-Tengo muy pocos, no sé exactamente porque para los datos soy muy malo, pero creo que seis o siete entre chirigotas, comparsas y chirigotas infantiles.
-No está mal...
-No, no está mal. Luego tengo muchos segundos y muchos terceros.
-¿Qué agrupaciones recuerda con más cariño?
-De las que yo he hecho y he salido, tengo muchas. Por ejemplo, Los duendes, que para mí marcó un antes y un después en mi carrera carnavalera porque conseguí tener una agrupación, digamos, competitiva. Era una agrupación donde se podían hacer cosas. Luego, por ejemplo, con la que me despedí como autor en el Carnaval de Córdoba, Cabalgata, también tengo muy buen recuerdo. Guardián del tesoro fue una comparsa muy, muy, muy bien trabajada. En fin, siempre hay alguna que tengo en mi mente.
-¿Ha faltado alguna vez?
-Sí, he faltado al concurso y al carnaval porque mi vida siempre ha sido la música y hubo un tiempo en el que me dediqué a ella. Me fui a México a cantar con mi grupo, Los Rumbeños. Aunque no estaba aquí, siempre algo sacaba a alguien que me pedía el favor de que le escribiera un pasodoble o un cuplé. Entonces, ha habido veces que no he salido, pocas, pero sí he faltado.
-¿Puede adelantar algo de cómo será el pregón?
-Llevo 110 personas de distintos grupos que se subirán al escenario. Como yo he tocado todos los palos, me propuse que salieran chirigota infantil, chirigota femenina, chirigora masculina, comparsa y un cuarteto. Todo eso va metido en el pregón, aparte de varias sorpresas que va a haber muy emocionantes. Luego, dentro del pregón va el pregón solidario, que es una donación a la planta de Oncología Infantil del Hospital Reina Sofía, y para ello voy a contar con doctores, niños que han pasado por un tratamiento oncológico y enfermeros. Más que nada, va a ser un recorrido por mi vida carnavalera y más que pregonando, lo voy a hacer cantando, como un musical, desde que empecé sin tener ni idea de esto, que entré por casualidad, hasta ahora.
-¿Cómo compagina su trabajo con el trabajo del carnaval?
-Hay que sacar tiempo de donde no lo tienes. Yo madrugo mucho y tengo las tardes libres porque trabajo más bien de madrugada, desde las 04:00. Llego a mi casa a las 15:00 o 16:00, y el resto del tiempo lo dedico a escribir, ensayar y estar pendiente de esos detalles carnavaleros.
-¿Cómo aprendió a tocar y componer?
-Desde muy chiquito yo estaba en una rondalla del colegio y a mí me picaba el gusanillo de aprender más. Entonces, mis padres me pusieron con nueve o diez años un profesor de guitarra. Aprendí flamenco y luego, como he dicho, me centré en la rumba y las sevillanas profesionalmente. Y el carnaval, pues siempre lo he ido mezclando.
-En los últimos años hemos perdido a varios grandes carnavaleros. ¿Quiénes le han marcado a lo largo de tu trayectoria en el Carnaval de Córdoba?
-En el Carnaval de Córdoba yo aprendí observando. Aquí había muy buenos grandes autores. En el concurso había cuatro o cinco autores, entre ellos Miguel Amate y Paquito Luque, que desgraciadamente nos dejaron, y también Pablo Castilla, que por suerte está con nosotros. En esa gente te veías reflejado y decías: ojalá lo hiciera alguna vez como ellos. Ellos han estado de siempre ligados al carnaval y yo los seguía y me decían "el niño", por eso lo de llamarme Pepín. Tengo ya una edad respetable y todavía me siguen llamando Pepín. Yo veía que tenía que seguir sus pasos.
-¿Cómo vienen las nuevas generaciones?
-Desgraciadamente, nosotros de lo único que carecemos, y siempre lo dice todo el mundo, es de cantera. Córdoba no tiene cantera. Córdoba va a golpe de lo que hay: un año traemos muchas agrupaciones y otro año menos porque desgraciadamente no hay cantera. Este año ha salido una chirigota infantil de Almodóvar con muchos niños y otra que han sacado en Córdoba, Los Minions, de muy buena calidad ambas. Esperemos que ellos sean los futuros carnavaleros que tiren del carro. Te puedo decir que, por ejemplo, a modo de autoría, sí hay mucha gente que está empezando a escribir, hacen sus repertorios, sacan sus agrupaciones... Va por buen camino, pero mientras no tengamos cantera bien organizada desde abajo, con un buen cimiento... Es complicado. Lo que ocurre es que sacar niños es muy difícil porque tienen actividades extraescolares, que si el inglés, que si informática... y una agrupación requiere mucho ensayo.
-Aparte de la cantera, ¿qué echa en falta en el Carnaval de Córdoba o qué mejoraría?
-Bueno, es verdad que se está perdiendo mucho lo que es el buen aficionado. Buen aficionado es el que va, por ejemplo, al Gran Teatro y anima a todos los grupos. Hay mucho forofismo; el que es de un grupo va a ver ese grupo solamente y no hacen por ver a los demás. Cuando empezamos nosotros eso era distinto. En este sentido, siempre he dicho que internet y las nuevas tecnologías tienen muchas cosas buenas, pero también otras malas y, por ejemplo, todo lo que cantamos en el Gran Teatro a los diez minutos está colgado en internet. Entonces hay gente que dice: "me voy y ya lo veré". Creo que eso está pasando en todos los concursos de Andalucía, no solo en Córdoba.
-La sensación de ver el teatro tan vacío no es buena...
-Eso da pena. También es verdad que nosotros nos tenemos que exigir cada vez más y ofrecer más calidad. La gente, cuando hay un grupo que calidad, la verdad es que el teatro se ve lleno.Yo te puedo decir que he estado en las dos vertientes. Por ejemplo, cuando salí con Javi (Lonene), es una comparsa ganadora que suele quedar primera o segunda. Cuando salía con mi hijo, desgraciadamente ha habido veces que solo hemos pasado a semifinales. Entonces, he cantado con el teatro lleno, ya fuéramos los últimos o los primeros, y también con la sala vacía con la otra. Por eso, tenemos que mirarnos un poco el ombligo y dar más calidad para que el público se quede y vaya a verlo.
-¿Y el carnaval en la calle cómo está?
-Bueno, el carnaval de la calle está igual que el concurso, hay mucho forofismo y al que le gusta un grupo sigue a ese grupo. Llevamos dos años que con esto del covid no se ha hecho calle, pero los años que yo lo he vivido te puedo decir que me lo he pasado bien y que la gente lo sigue. Pero claro, te hablo desde el punto de vista de un grupo que es ganador y los aficionados van a buscarlo. En general, creo que la gente se vuelca y tiene ganas de carnaval.
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