Castejón, uno de los siete grandes

Obituario · La despedida de un insigne científico

El que fuera el verdadero creador de la Universidad de Córdoba, Francisco Castejón, fallece a los 85 años y deja un hueco difícil de ocupar en la institución

Castejón, uno de los siete grandes
Castejón, uno de los siete grandes

Con sólo 18 años se licenció en Veterinaria y, de manera paralela, se convirtió en profesor ayudante de clases prácticas interino sin cobrar un salario por ello. Sólo pasaron seis años y Francisco Castejón sacó su plaza de catedrático, lo que le convirtió en uno de los más jóvenes del país.

Castejón, el que fuera presidente de la comisión gestora de la Universidad de Córdoba (UCO) entre 1972 y 1977, falleció el pasado domingo a los 85 años tras una vida dedicada casi por completo a la ciencia en su sentido más amplio.

Una de las personas que más le conoció en vida y uno de sus múltiples discípulos es Rafael Santiesteban, profesor de Fisiología en la Facultad de Veterinaria de la UCO. Asegura que la historia de la Facultad de Veterinaria no se puede entender sin la presencia de los Castejón. El primero de ellos fue el padre de Francisco, Rafael Castejón y Martínez de Arizala, a quien se le consideró como uno de los "cinco magníficos", puesto que junto a Rafael Martín -entre otros- se encargó de la transición de Veterinaria de escuela a facultad en la década de los 40 del siglo pasado. Aunque Castejón padre fue uno de estos cinco, Castejón hijo formó parte de los "siete grandes", detalla Santiesteban, quien añade que profesores como su propio padre -Francisco Santiestaban-, Manuel Medina, Diego Jordano y Castejón "asumieron la conversión de la facultad".

Castejón fue, además, el encargado de crear la UCO. "Sin su empuje no hubiera sido posible", considera Santiestaban. "Él tenía el oficio de rector, se sentía así", destaca. Su relación con Castejón la define como "una amistad fraternal" y afirma que "fue un hombre muy afable y con un carácter enérgico". Además de su pasión por los caballos y por su vida familiar, al que fuera primer rector de la Universidad también le apasionaba la cría de ovejas. Es más, "tenía un rebaño de ovejas merina precoz y le encantaba ir al campo con ellas", apunta. Otro de los aspectos que Santiestaban destaca era "el conocimiento cultural que tenía en general". Era un científico con mayúsculas.

Entre otras, Castejón hizo grandes investigaciones y una de las más destacadas es la realizada sobre la implantación de electrodos intracerebrales en los toros de lidia. Pero sus conocimientos no sólo se limitaban al ámbito de la Veterinaria, ya que también era un gran amante del arte, la historia y la cultura.

Tan importante es la figura de Francisco Castejón que hace justo una semana la Facultad de Veterinaria decidió dar su nombre a la sala de juntas. Para darle a conocer este nuevo reconocimiento, hasta el hospital de Cruz Roja -en el que permanecía ingresado- se desplazó el decano de Veterinaria, Librado Carrasco, para entregarle el acta. "Lamentó no tener un ordenador en la habitación para dar las gracias por la distinción", asegura Carrasco, quien calificó a Castejón como "un sabio, un maestro en todos los sentidos por su gran trayectoria profesional y, también, por su formación humanística".

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