Cerrado por silencio administrativo

Si hay edificios con mala suerte en Córdoba, uno de ellos es la Pérgola. Construida en 1929, fue proyectada por razones meramente estéticas. El autor de la escultura del duque de Rivas, Mariano Benlliure, pidió al Ayuntamiento que se taparan las vistas de los antiguos pabellones militares. Biblioteca al aire libre con 118 volúmenes, acabó siendo, como casi todo el mundo recuerda, lugar de Feria de Mayo en mayo y de prostitución el resto del año. Con Rafael Merino en la Alcaldía se empezó a pensar en su reforma que se consumó en el primer mandato de Rosa Aguilar. Primero fue sala cultural y, después, local de copas hasta que se cerró aquel negocio y el Ayuntamiento perdió las llaves, según se recordaba en cada Pleno municipal de la anterior corporación.

El anterior gobierno municipal, ya cuando el mandato tocaba a su fin, decidió convocar un concurso para dotar de contenido este edificio mediante un procedimiento abierto en la Gerencia Municipal de Urbanismo. Dos empresas se presentaron al proyecto y solo una reunía las condiciones administrativas. Se trata de una iniciativa conjunta entre Colaborativa, -una empresa que trabaja con herramientas de gestión urbana, desarrollo tecnológico y acciones culturales- y la agencia de publicidad Zum Creativos.

Ayer, los responsables de esa oferta hicieron público un comunicado en el que aseguran que, dado que el Ayuntamiento lleva ocho meses sin comunicar si aceptan o no el proyecto, intentarán buscar un edificio privado que esté vacío y cuyo propietario esté interesado en una revalorización de la propiedad a medio plazo para instalar el proyecto, que se desarrollaría sin coste para el Ayuntamiento.

La propuesta consiste en un modelo que se ha puesto en marcha en otros países, como Irlanda. Se trata de un equipamiento donde se alquilan espacios para que profesionales o empresas que trabajan en iniciativas creativas y culturales. En pocas palabras, se alquilan mesas de trabajo a profesionales o pequeñas sociedades por precios muy reducidos a costa de compartir espacio para el trabajo. El proceso se llama coworking. Se trata de meter en un mismo lugar a profesionales que trabajan en actividades que, juntas, pueden establecer lazos de negocio. El plan de negocio consiste en alquilar desde una mesa, un teléfono y la conexión a internet hasta pequeños talleres en función del espacio que se necesita para cada actividad. Los promotores de la idea proponen la creación de una fundación sin ánimo de lucro que realizaría además iniciativas culturales en un espacio abierto al público. Consideran que es un modelo viable para inmuebles en desuso de propiedad pública para los que, una vez realizadas fuertes inversiones, no existe dinero en las arcas de la Administración para ponerlos en marcha por sus propios medios. A efectos de inversión material, el proyecto solo contemplaba la reparación de desperfectos y la colocación de nuevo mobiliario.

Los promotores de la propuesta aseguran que el concurso municipal se abrió en 2011. Desde hace ocho meses, no existe ninguna decisión al respecto. El equipo de gobierno ha expresado que apuesta por la apertura de este y otros espacios que actualmente se encuentran reparados pero sin uso. Sólo en la Pérgola, el Ayuntamiento invirtió 600.000 euros para una rehabilitación completa que concluyó en 2002 con 18 meses de retraso sobre las fechas inicialmente previstas. Las aportaciones económicas llegaron de un convenio entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía.

Otros edificios municipales recientemente rehabilitados se encuentran actualmente en espera de que se le busque un destino que, si fuera por los presupuestos municipales, tardará en llegar. En esas circunstancias se encuentran la Posada del Potro, parte de las Caballerizas Reales, la sala Victoria o la casa Góngora, inicialmente pensada para un instituto de estudios sobre el poeta que no acaba de arrancar.