Clece premia la labor de la Fundación Don Bosco contra la violencia de género
La empresa promueve el empleo como pieza clave en la recuperación de la víctima de maltrato
Encontrar un empleo es un elemento fundamental para que las mujeres víctimas de violencia de género inicien el camino para recobrar la normalidad en sus vidas, pues esto les posibilita su autonomía económica y les ayuda a recuperar su autoestima, destruida por su agresor. Cuando salen de casa, conocen gente, hacen vínculos y se hacen una red de apoyo nueva, que ayuda a evitar nuevas situaciones de violencia.
Es por ello que Clece Social, el proyecto social de Clece ha querido reconocer el trabajo en la lucha contra la violencia de género que la Fundación Don Bosco viene realizando en la capital y en la provincia de Córdoba, concediéndole el Premio al Mejor Proyecto Social relacionado con mujeres víctimas de violencia de género dentro de sus Premios Compromiso que, en esta cuarta edición, han reconocido la labor de entidades, medios de comunicación y personalidades en esta lucha.
En concreto, este premio otorgado a la Fundación Don Bosco de Córdoba, dotado con 10.000 euros, reconoce los distintos itinerarios integrados de inserción sociolaboral que dicha fundación dirige a víctimas de violencia de género, con el objetivo de mejorar sus opciones de empleabilidad. Itinerarios que cuentan actualmente con la colaboración de más de 800 empresas que contribuyen con fuerza a la superación de todas las mujeres que padecen esta forma de violencia tan cruel.
Formación para el empleo
La Fundación Don Bosco ofrece itinerarios de inserción laboral a mujeres víctimas de malos tratos
La Fundación Don Bosco, según asegura Juan Antonio Castillo, gerente de Clece en Córdoba, ha decidido destinar la dotación económica del premio a conceder ayudas económicas a las mujeres víctimas que realizan sus itinerarios formativos, a fin ayudarlas a atender otras necesidades que les faciliten el acceso a esa formación y su posterior inserción laboral.
En este sentido, Juan Antonio Castillo, gerente de Clece en Córdoba, valora que la Fundación Don Bosco tenga claro "cómo ayudar y formar a las víctimas de violencia de género para darles la oportunidad de insertarse en el mundo laboral. Sus itinerarios están pensados teniendo en cuenta las necesidades reales de las empresas, están muy definidos y por ello, dan unos resultados excelentes". De hecho, sólo a través de la Fundación Don Bosco y en Andalucía, explica Castillo, Clece ha llegado a contratar a más de 600 personas procedentes de colectivos en riesgo de exclusión social.
Para las mujeres que son víctimas de violencia de género, explica Juan Antonio Castilla, "acceder a un trabajo les permite desconectar del ámbito personal y el empleo se convierte en un mecanismo para prevenir una nueva situación de violencia". Si bien, añade, "aún existen prejuicios en las empresas, como que son mujeres frágiles o que el maltratador se va a presentar en el centro de trabajo".
Prejuicios que Clece intenta derribar a nivel nacional con su proyecto social dirigido específicamente a facilitar la inserción laboral de las mujeres, gracias al que actualmente 240 supervivientes trabajan en su plantilla a nivel nacional.
Precisamente en la importancia que tiene la inserción laboral para las mujeres víctimas de violencia de género se centró la Jornada Clece Testigos del cambio sobre violencia de género, celebrada el pasado 20 de noviembre. Un encuentro en el que se abordó el momento de cambio en la lucha contra la violencia de género tras un año marcado por el Pacto de Estado y por una mayor sensibilización social, a través de los puntos de vista de profesionales de la administración, entidades sociales, fuerzas y cuerpos de seguridad, justicia, medios de comunicación y empresa.
Clece se ha convertido en un altavoz contra la violencia de género y así lo demostraron sus trabajadores en Córdoba el pasado 25 de noviembre, con motivo del día Internacional contra la Violencia de Género. La empresa organizó por cuarto año consecutivo una campaña a través de redes sociales para mostrar públicamente un no rotundo a la violencia de género.
En Córdoba, la campaña recibió la implicación de empleados, clientes colaboradores y usuarios de los servicios que presta Clece. La plaza de las Tendillas, la Universidad de Córdoba y los trabajadores de los distintos servicios de ayuda a domicilio, tanto de la capital como de localidades como Montilla, Pozoblanco, Rute, Doña Mencía, Villafranca o La Rambla, hicieron un alto en su trabajo y salieron a la calle para pedir el fin de la violencia hacia las mujeres.
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