Conmoción en Villarrubia

"Desde que era un niño es conocido en la barriada por ser muy conflictivo y por tener problemas con la droga". Así definía ayer uno de los vecinos de Villarrubia a José Ángel G. G., presunto homicida de María del Rocío, con la que convivía desde hacía un año en una casa de El Higuerón. Los problemas de este joven, llamado como El Ratón, eran conocidos por todos: antecedentes por robos, hurtos y tentativa de homicidio a sus propios padres en 2007, según las fuentes consultadas. Incluso, hace escasos meses, José Ángel llegó a prender fuego a la vivienda familiar, pero la actuación de los vecinos evitó el desenlace, señalaron fuentes de la familia.

Por ello, ayer muchos de los vecinos del presunto agresor no se sorprendieron de su nueva "locura". Todos fijaban sus ojos en el poste de la luz del que José Ángel cayó, creyendo que el joven había perdido la vida a causa de la descarga eléctrica y el fuerte impacto con el suelo. "Vimos como subía a la torreta y a los pocos minutos se precipitaba al vacío, llegando incluso a verse una humareda negra a causa de la descarga eléctrica", aseguraba otro vecino. Algunos comentaban en corrillos cómo había llegado hasta el pueblo con la bolsa en la que presuntamente iba la cabeza de la víctima "con total tranquilidad" para ir a mostrarle el contenido a sus padres. "Siempre ha estado dándole disgustos a la familia, así que si muere por lo menos a partir de ahora van a descansar de él", aseguraba otro testigo del suceso. Todo era consternación. La hermana de la víctima llegó a la entrada del camino en el que se había precipitado el agresor totalmente fuera de sí, sin saber si había matado a su hermana. "La Policía no nos dice nada, no sé si es ella a la que ha asesinado porque él estaba con otra chica también". Pero finalmente sus peores presagios se confirmaron. Los familiares de él también acudieron rápidamente al lugar. El mayor de todos, Alejandro G., que incluso accedió hasta la torreta de la luz en la que su hermano se había precipitado al vacío, apuntó que recibió sobre las 16:30 una llamada a su teléfono mientras estaba tomándose unas copas con un grupo de amigos en la que su hermano le confirmó que había matado a su novia y que se iba a quitar la vida. "Todo ha sido muy rápido, he llegado hasta aquí y mi hermano ya estaba dentro de la ambulancia con pronóstico muy grave", apuntó.

Los familiares de la joven se concentraron en las inmediaciones de la casa que ambos compartían en El Higuerón. Con rabia aseguraban que lo mejor que podía pasarle a José Ángel era morir en el hospital, "porque sino lo matamos nosotros mismos". No entendían cómo había podido hacer tal "macabro episodio" si "ellos salieron aquí a mediodía contentos en dirección a Villarrubia para comer con sus padres". Otra mujer muere a manos de su pareja. Descanse en paz.