Córdoba se convierte en un gran escenario con ocho pianos de cola repartidos por la ciudad

Para aficionados, para principiantes, para profesionales o para quien darse el gustazo de tocar las delicadas teclas de un piano a pesar de no tener ni idea... Todos ellos tienen una oportunidad este viernes 21 de abril en la capital cordobesa, que se ha llenado de pianos de cola y también de buena música en directo, además de sonoros aplausos hacia quienes no ha tenido reparos en hacer sonar las teclas.

En concreto, hay hasta ocho pianos en estas localizaciones: plaza de Las Tendillas, calle Cruz Conde esquina Calle Góngora, bulevar del Gran Capitán, calle Capitulares, avenida de la libertad, plaza de la Corredera, Puerta del Puente y en la plaza Colón. Cualquier persona que quiera podrá tocar este instrumento de 11:00 a 20:00.

Entre las joyas musicales que estarán disponibles para tocar, destaca un piano de gran cola, que habitualmente sólo se encuentra en los grandes auditorios y se encuentra en la céntrica plaza de Las Tendillas y que por un día estará al alcance de toda la ciudadanía.

Se trata de una iniciativa de la Fundación Jesús Serra, de Grupo Catalana Occidente, y el Concurso Internacional de Música María Canals, en colaboración con la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno, brazo cultural de Covap, que va a llenar estas calles de la capital cordobesa de música a lo largo de toda la jornada.

El director del Concurso Internacional de Música María Canals, Jordi Didancos, ha destacado que "Córdoba se convierte durante un día en un gran escenario con ocho pianos de cola, algunos de gran cola que normalmente están en las salas de conciertos, y en el cual los intérpretes son los ciudadanos".

"El hecho de poner un piano de cola sin alfombras y sin tarimas tiene un poderoso mensaje sobre la gente: romper las barreras que relaciona la práctica musical", ha considerado. A su juicio, de todos los instrumentos "el piano de cola quizá es que más simboliza este elitismo".

Estos ocho pianos de cola, según ha detallo, han llegado a Córdoba desde varias ciudades de España para el desarrollo de esta iniciativa, que también tiene lugar este viernes en Pozoblanco.

Didancos, además, ha recordado que estos instrumentos tienen que estar "en las mejores condiciones; normalmente no están en la calle y requieren unas condiciones climáticas determinadas". Sin embargo, ha continuado, "al final el objetivo es romper las barreras y vale la pena poner en riesgo estos instrumentos".

Así, ha defendido que con esta iniciativa "se manda el mensaje de romper barreras y de desmitificar y romper prejuicios".

Por cierto, Didancos ha acompañado al alcalde de Córdoba, José María Bellido, al piano y juntos han hecho una improvisación. No es que Bellido sea un experto y sepa tocar este instrumento, sino que simplemente ha tocado algunas de las notas negras del piano siguiendo el ritmo del profesional que, ciertamente, no ha sonado nada mal para asombro de los asistentes.

"Con un violín no se podía hacer, pulsando una tecla suena", ha reconocido Didancos al terminar.

El alcalde de Córdoba, por su parte, ha explicado que "se trata de acercar la música al ciudadano, en este caso, pianos de cola repartidos por todo el centro y el casco histórico."

En ella pueden participar, "desde músicos que quieran tocar, profesionales, amateur, aficionados, niños o gente como yo que nunca jamás había puesto una mano sobre el piano puede acercarse y disfrutar de ellos y que sirva para divulgar este instrumento", ha añadido.

A pesar de que ha tocado varias teclas durante poco más de un minuto, Bellido ha reconocido que ha sido "una experiencia maravillosa", pero también ha confesado que "no se ha sentido como un músico porque creo que ofendería; uno se queda con ganas de repetir".

Ignacio Gallardo, director de la Fundación Serra, por su parte, ha agradecido a Córdoba que "nos haya abiertos los brazos porque todo han sido facilidades". Al tiempo, ha puesto de manifiesto que la iniciativa no se limita al piano y ha invitado a acudir también a personas de todas las disciplinas para ofrecer pequeños conciertos "para deleite de los observadores y los propios".