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Entre los barrios de Miralbaida, Turruñuelos y el Hipercor se encuentra Huerta de Santa Isabel, una noble zona todavía por descubrir para muchos que lleva varios años en crecimiento. Antes de poner un pie en este barrio, desde lejos ya se pueden divisar las grúas como si de un skyline se tratara. Al adentrarse, tan solo el grito de los niños jugando en los parques o el característico ruido de obra perturban la paz que se respira en un ambiente cargado de impolutos edificios de nueva construcción, calles exentas de suciedad y vecinos que pasean sin prisa.
"Un barrio tranquilo". Así es como definen los vecinos a Huerta de Santa Isabel, su barrio. Todavía en expansión, son varios los años que esta zona ubicada al oeste de la ciudad lleva creciendo a un ritmo frenético. La realidad es que cada vez más cordobeses están convirtiendo lo que en 2017 eran solares sin ninguna vida en un oasis de paz y juventud ideal para construir una vida en familia.
África Álvarez es un claro ejemplo de ello. Desde hace dos años, cuando su hija nació, vive en esta vanguardista extensión junto a su pareja. La razón que la llevó a alojarse en de las modernas urbanizaciones es la de "vivir junto a zonas verdes y huir del jaleo de los bares y las calles masificadas en busca de la tranquilidad", tal y como comenta esta madre de familia, la cual prioriza que " la mayoría los edificios nuevos no tengan locales en sus bajos y entonces es todo más tranquilo".
No todo el barrio es así, ya que hay algunos negocios instalados en Huerta Santa Isabel que se encargan de darle vida a esta zona todavía inexplorada para muchos cordobeses. Es el caso del asador de pollos Piquito de Oro, situado en la calle Francisco García Trenas desde hace un año. El local no dejó pasar la oportunidad de asentarse en una zona en expansión y en constante crecimiento que, como explica una de sus empleadas, Larisa Petea: "este barrio en el futuro va a ser la bomba, son todo familias que van a crecer aquí”.
Algunos negocios apostaron por el futuro prometedor de Huerta de Santa Isabel hace cuatro años cuando se construyeron sus primeros edificios. Es el caso del centro de educación infantil Sueños de Colores situado en la calle Francisco García Trenas, 4. Soraya Trapero decidió montar esta guardería que comenzó con tan solo dos niños. A día de hoy está "con todas las solicitudes llenas". Y no es para menos, pues en un barrio en el que la mayoría de los vecinos cumplen un mismo perfil -familias jóvenes con hijos-, este servicio es fundamental.
Por supuesto no podía faltar tampoco una farmacia, otro de los servicios básicos con los que cuenta la zona. La farmacia La Ronda, situada en la avenida Donantes de Órganos, 7, el próximo mes de agosto cumple nada más y nada menos que cuatro años. Los comienzos en un barrio casi desértico fueron, como admite la farmacéutica Inma Alias, "horrorosos", pues "pasaban las horas y las personas no aparecían". Fue desde hace aproximadamente un año y medio cuando "la cantidad de cliente subió muchísimo". Y es que, "ahora es cuando se nota que el barrio tiene vida sobre todo por los niños, es muy familiar".
Eso sí, aunque lo que más se aprecia de vivir en esta zona sea su tranquilidad, para muchos vecinos falta todavía algo más, como por ejemplo lo que le transmiten sus clientes a Inma: "que haya algún bar para desayunar o tomarse algo". Huerta de Santa Isabel continúa así su desarrollo entre edificios en obra y construcciones nuevas cuyas viviendas están cada vez más demandades por los cordobeses, quienes buscan un remanso de tranquilidad para vivir, mientras que el barrio sigue los pasos de su zona vecina en Poniente: Nuevo Zoco.
Pasando el barrio del Zoco, bajo un nombre que no da lugar a confusión, se encuentra Nuevo Zoco. Esta zona, como Huerta de Santa Isabel, comenzó entre solares y edificios en obras hasta que a día de hoy, casi 10 años después, ya está asentado como un barrio más de Poniente. De hecho, cuenta con servicios de todo tipo: varios supermercados cercanos, farmacias, academias de idiomas, escuelas, guarderías, clínicas sanitarias, bares y restaurantes e incluso su propia iglesia.
Nuevo Zoco comparte ese espíritu de comodidad rodeado de zonas verdes y comunidades de vecinos amplias con patios y piscinas. Un oasis de modernidad que sigue llamando la atención de muchos cordobeses para cambiar de aires. Los hay que, como el vecino Alberto Vico, apostaron por vivir en esta zona desde que "apenas se habían construido dos edificios". Ocho años después, y tras una transición "impresionante", Alberto disfruta de un barrio "tranquilo, vivo, lleno de familias jóvenes" y rodeado de zonas verdes en las que jugar con sus dos hijos de seis y tres años.
Son muchos los negocios que apostaron hace muchos años por esta zona y ahora son todo un referente de éxito. Es el caso, por ejemplo, de la cafetería El Cerezo (calle Escritora María Teresa de León), pionera en asentarse en el barrio cuando apenas vivía gente. Otros como la popular Taberna Salcedo decidieron hace tan solo dos meses mudarse a la calle Nuestro Padre Jesús Caído para explotar esta nueva zona "con buenas vistas, terraza amplia y mucho aparcamiento".
Así explica José Luis Salcedo, gerente del negocio junto a su hermano Pedro, todas las "ventajas" que tiene la nueva ubicación de su taberna "para todos los públicos" y que está teniendo una gran acogida en el poco tiempo que lleva. Y es que, apostar por los barrios nuevos de Córdoba está dando gran resultado, tanto para los negocios como para sus vecinos, que aprovechan la expansión de la ciudad hacia Poniente para mejorar su calidad de vida.
De hecho, más allá del asentado Nuevo Zoco y de una Huerta de Santa Isabel en crecimiento, el Consejo de Rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) anunció dos nuevos proyectos de barrio en el oeste de Córdoba que van por el mismo camino. Uno de ellos es la proyección de unas 500 viviendas en la zona de Urende Aeropuerto, barrio que también tendrá zonas verdes y equipamientos; mientras que el otro se ubicará junto a la carretera del Aeropuerto, en la Ronda de Poniente, que podrá albergar hasta 6.800 vivienda y sus promotores le han dado el nombre de Puerta de Córdoba.
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