Córdoba es uno de municipios de Andalucía que más incendios forestales sufre al año

Medio Ambiente

La mayoría de las igniciones que se producen en el término municipal no se propagan por más de una hectárea de superficie y acaban en conatos

Estos son los beneficios de las quemas controladas para el suelo forestal

El seguro humano contra los incendios forestales en la Sierra de Córdoba

Bomberos del Infoca trabajan en un incendio.
Bomberos del Infoca trabajan en un incendio. / E. P.

"Históricamente, el de Córdoba es uno de los términos municipales de Andalucía que más incendios forestales sufre anualmente". Así se destaca en el Plan de Emergencias por Incendios Forestales del Municipio de Córdoba (Pleif), en el que se incluyen la cifra de igniciones que la ciudad ha sufrido en la última década. El plan insiste en que para un correcto análisis del riesgo por incendio forestal en un término municipal como el de Córdoba se requiere de una evaluación previa del histórico de ocurrencia de los mismos en el territorio, analizado desde el punto de vista del número de incendios acontecidos, la superficie quemada, la localización de las igniciones y la causalidad de las mismas.

Analizando las igniciones acontecidas en el mismo en los últimos diez años se comprueba que la mitad de ellas (49,8%) han tenido lugar en la zona de peligro respecto al resto del término municipal. La media es de unas 21 al año. La mayoría de las igniciones que se producen en el término municipal de Córdoba no se propagan por más de una hectárea de superficie y, por lo tanto, se denominan conatos, sin llegar a ser considerados incendios forestales. Desde el año 2000, casi el 80% de las igniciones del término municipal de Córdoba han tenido su origen en el ser humano, siendo las principales causas la intencionada y la negligencia

En lo que va de siglo, en la provincia de Córdoba, el 83% de las igniciones derivaron en conatos y el 17% en incendios forestales, "lo que evidencia la eficacia de la extinción en las primeras etapas de desarrollo del fuego tras la ignición", sentencia el documento. "Además, la provincia no ha sufrido ningún gran incendio forestal (con una superficie mayor a las 500 hectáreas en dicho período", añade el informe. El estudio también destaca que en la provincia de Córdoba, la superficie media quemada por anualidad (pasto, más matorral, más arbolado) en lo que va de siglo es de 497 hectáreas al año. Asimismo, en el documento se deja constancia de que analizando el tipo de superficie afectada por los incendios forestales en la provincia de Córdoba en dicho período "se observa que la categoría más perjudicada es la forestal, ascendiendo al 60% de las hectáreas afectadas sumando las categorías de forestal con pasto y sin pasto".

Este documento insiste en que "a lo largo de las últimas décadas, se ha podido comprobar cómo en la zona de la Sierra de Córdoba ha habido una creciente dispersión del sistema de asentamientos, así como una progresión de la vegetación natural, constituyendo una dinámica territorial preocupante en relación con el problema de los incendios forestales. A día de hoy, se contabilizan en la zona de peligro 44 núcleos de población diseminados en la Sierra de Córdoba que, junto a la zona del casco urbano situada al norte del canal del Guadalmellato, constituyen el ámbito objeto del Pleif.

En suelo urbano y urbanizable se sitúan Campoalegre, Carrera del Caballo, Cerro Muriano, Córdoba (Distrito Norte-Sierra), Doña Manuela-Las Corralitas, El Cruce, El Sol, Encinares de Alcolea, La Colina, Las Jaras, Llanos de Arjona, Santa Ana de la Albaida, Santo Domingo, Santa María de Trassierra, Torreblanca y Villa Sanjurjo. En suelo no urbanizable con parcelación, El Jardinito, El Melgarejo, El Negrete, Las Siete Fincas, Las Solanas del Pilar, Los Pinares de Santa Bárbara, Nueva Dehesilla del Hornillo y Pinar de Torrehoria-Virgen de la Cabeza.

En suelo no urbanizable con parcelación de especial protección, Alto Paso-El Chaparral, Casilla del Aire-Agregados del Cobre, Castro Picón-Barranco del Puerto, El Altillo, El Bañuelo, El Puerto, El Salado, Finca La Matriz (El Cordobés), La Caballera Norte, La Caballera Sur, La Gorgoja II, La Torrecilla-La Gitana, Las Alberquillas, Las Rocas y Pino Alto, Los Ballesteros, Montón de la Sierra, Rancho Blanco, San Cristóbal y VillaPura. Y en suelo sin identificar, La Torre del Viejo y Los Jesús. Según el padrón municipal, en esos 44 núcleos poblacionales residen 26.975 personas. Y según el Pleif, de ellos tienen un alto índice de peligro por incendio forestal Las Solanas del Pilar y La Cabellera Sur; y muy alto, Castro Picón-Barranco del Puerto, Las Jaras y Las Siete Fincas.

El Pleif relata que en el caso del municipio de Córdoba, a excepción de los núcleos de población de titularidad municipal, "el resto de núcleos se caracterizan por aglutinar un alto porcentaje de segundas residencias, lo que determina que los datos oficiales de empadronamiento sean sensiblemente inferiores a la realidad poblacional de la zona de peligro. A esta circunstancia, hay que añadir las variaciones poblacionales producidas según los fines de semana y la estación del año, especialmente durante el periodo estival cuando la diferencia de temperatura con el casco urbano supone un aliciente de movilidad hacia la Sierra para la población cordobesa".

Y detalla asimismo que, igualmente, existen eventos especiales localizados en este ámbito que propician focos de atracción puntuales de consideración, como la Romería de Santo Domingo (último domingo del mes de abril); la romería de la Virgen de Linares (segundo domingo del mes de mayo); la feria de la barriada de Cerro Muriano (última semana de julio); la feria de la Barriada de Santa María de Trassierra (en torno al 15 de agosto); y la festividad Local de San Rafael en parque periurbano de los Villares y El Patriarca (24 de octubre).

El documento insiste en que tanto para el caso de la población no empadronada en los núcleos localizados en la zona de peligro y que cuentan con una segunda vivienda, la concentración de personas relacionadas con eventos especiales y la movilidad que el atractivo de la Sierra genera por otras circunstancias como el turismo, el deporte, el esparcimiento..."determinan unas variables poblacionales de gran importancia a la hora de gestionar una emergencia por incendio forestales y de las que no existen datos para facilitar una planificación en caso de emergencia".

Por ello, se contempla en este Pleif una estrategia que permita corregir esta situación y que facilite una información útil al respecto a través de dos vías. Primero, en en estrecha colaboración con los núcleos de población y a través de sus respectivos planes de autoprotección, habilitar un canal informativo que actualice la realidad poblacional de cada una de ellas. Y un sistema de aforo del tráfico rodado en las vías de acceso a la Sierra para incorporar un índice de referencia que permita distinguir el aumento o descenso en la movilidad de la población hacia este ámbito y su correspondencia con los datos de población en las urbanizaciones que progresivamente se vayan perfilando y con los eventos especiales.

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