Córdoba es ahora la segunda provincia andaluza con la población más envejecida
Cada vez se producen menos nacimientos mientras que la esperanza de vida se incrementa La provincia se sitúa a la cabeza en la tasa de personas dependientes
Las nuevas formas de vida unido a los efectos de la crisis económica está dejando una estructura de la población cada vez más envejecida en la que Córdoba se sitúa a la cabeza de Andalucía, sólo detrás de Jaén. Así se desprende del informe sobre Movimiento Natural de la Población que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) ya que el índice de envejecimiento, que expresa la relación entre la cantidad de personas adultas mayores y la cantidad de niños y jóvenes, señala que el año pasado había 107,4 adultos de 65 años o más por cada 100 menores de 15 años. Sólo Jaén -con un índice de 109- supera a Córdoba según estos datos demográficos.
La crisis económica, con las dificultades que están teniendo los jóvenes para mantener el empleo, en el mejor de los casos, y para encontrarlo en general ha deparado que el número de matrimonios continúe en descenso, una circunstancia que lleva asociada una bajada en el índice de natalidad que da como resultado que la población de la provincia sean cada vez más mayores, teniendo en cuenta que la esperanza de vida sigue en aumento y ya se sitúa en 81 años.
Los datos del INE reflejan que se producen menos uniones matrimoniales, menos nacimientos y menos defunciones. Esto deja otros indicadores que también denotan que la población es cada vez más adulta en Córdoba. La edad media se sitúa en 41,4 años, lo que supone un incremento de dos años en la última década. La proporción de personas mayores de 65 años también ha ido en aumento y ahora se sitúa en el 17,8% frente al 17,1% de hace diez años. Este índice está también entre los más altos de Andalucía y no tiene nada que ver con el dato de Sevilla, por ejemplo, que es del 14,7%. Hay que tener en cuenta que la actividad económica juega también un papel muy importante en la demografía, pues la dependencia de Córdoba de sectores como la agricultura, que atraen a poca gente joven, tienen su incidencia después en la tipología de la población. Este continuo envejecimiento deja otras consecuencias como que Córdoba es la provincia andaluza con la mayor tasa de dependencia. En concreto, el 52,4% de la población tiene que ayudarse de alguien para sus tareas cotidianas, es decir, más de la mitad. No obstante, el resto de provincias se sitúa también entre el 45 y el 52%.
El descenso del número de matrimonios, el retraso en la edad de ser madre y tener sólo un niño por familia está situando la natalidad en valores muy bajos y ni siquiera puede ser suplida ya por la llegada de inmigrantes, que se ha frenado debido a la crisis económica. Pese al baby boom que se produjo entre los años 2006 y 2008, los nacimientos han decaído y la tasa de natalidad está ahora en uno de sus niveles más bajos pues se producen 37 nacimientos por cada 1.000 personas. La edad de ser madre también sigue retrasándose y alcanza los 30,4 años, lo que supone una evolución de dos años más en la última década. La demora de los jóvenes en independizarse y la incorporación de la mujer al mercado laboral son algunas de las causas de este dato. También influye, como se ha comentado, la reducción de matrimonios y la incertidumbre en el terreno laboral.
En el caso de los enlaces la evolución ha sido espectacular y la tasa prácticamente ha caído a la mitad en los últimos diez años al pasar de 10,8 a 5,8. En este aspecto sí hay una incidencia directa de la crisis económica, además de los hábitos sociales, puesto que organizar una unión matrimonial tiene un coste elevado que muchas parejas no pueden asumir en estos tiempos. Lo cierto es que casarse es ahora mismo algo complicado teniendo en cuenta la lista de gastos que conlleva: la vivienda, los muebles, los trajes, la ceremonia, el banquete o el viaje de novios, entre otros.
La realidad es que la tendencia de una población cada vez más vieja es generalizada en España pero hay que destacar que Córdoba es una de las que avanza más rápidamente, al menos en Andalucía. Los flujos migratorios también condicionan la pirámides poblacional. En este sentido, la evolución en Córdoba es demoledora pues desde el año 2008 se ha duplicado la tasa de emigración de cordobeses al extranjeros al pasar de 1,2 por cada 1.000 habitantes a 2,5. Esto responde sobre todo a un sector de la población joven que está buscando posibilidades en otros países ante la escasa oferta de contratación en el mercado laboral nacional.
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