Córdoba tendrá un nuevo punto limpio en la zona de Levante que tratará 13.600 toneladas de residuos al año
Medio Ambiente
La infraestructura acogerá los restos que no pueden ser depositados en los contenedores habituales urbanos

La Junta tiene en marcha un nuevo proyecto ambiental en Córdoba. Se trata de la construcción de un punto limpio en la zona de Levante de la capital, cuya capacidad de tratamiento al año será de 13.600 toneladas de residuos. Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible han señalado que los terrenos puestos a disposición de la Administración autonómica están situados en una parcela del paraje denominado Vega del Montón, en la margen derecha de la Carretera N-IV Madrid-Cádiz, y que ocupa una superficie total de 17.012 metro cuadrados, de los que se ha previsto una ocupación de aproximadamente 2.625 metros cuadrados para la nueva infraestructura.
La consejería que gestiona Carmen Crespo -quien hace unos días en su visita al Cinturón Verde de Córdoba ya se refirió a este proyecto- comenzó los trámites administrativos a principios de este año y ahora se encuentran ya en su fase final, es decir, en la de la adjudicación de las obras. De hecho, la mesa de contratación ya ha seleccionado a una constructora que se ha comprometido a ejecutar los trabajos (si finalmente es la adjudicataria) por unos 852.000 euros y un plazo de cinco meses, si bien la licitación contemplaba un presupuesto de 1,15 millones de euros.
El Gobierno andaluz justifica esta actuación con el argumento de que Córdoba viene experimentando en los últimos años ·no solo un importante crecimiento en la producción de Residuos Sólidos Urbanos, sino también un importante cambio en la composición de esas basuras, en las que cada vez hay un mayor contenido en materiales reciclables”. Eso sí, se trata de un almacenamiento temporal de residuos especiales, para su posterior entrega a gestores autorizados, que los trasladarán a las plantas de tratamiento adecuadas.
El punto limpio de Levante se configura con dos plataformas a distinto nivel, que se separan por un muro de contención de hormigón armado, disponiendo de escaleras para la comunicación peatonal entre ambas. Los muelles para la ubicación de contenedores tendrán dimensiones suficientes para la ubicación de los mismos.
En la implantación y configuración del equipamiento se ha tenido especial consideración en facilitar la circulación y maniobra tanto de los vehículos de los particulares que vayan a depositar sus residuos, como la de los propios camiones de transporte de contenedores, de manera que el acceso a ambas plataformas se realiza de forma independiente. Tanto los accesos y recorridos, como las áreas de maniobra y almacenamiento, y tipos de residuos irán adecuadamente marcados mediante señalización horizontal y vertical, y los correspondientes rótulos identificativos.
En cuanto a sus características, desde Desarrollo Sostenible se ha indicado que el centro dispondrá de contenedores abiertos de entre 20 y 25 metros cúbicos de capacidad para maderas, muebles y enseres domésticos, así como para metales, chatarra y restos de poda. A ellos se une un depósito abierto de 12 metros cúbicos para escombros y espacios de polietileno para la recogida selectiva de papel, cartón, envases, vidrio, además de otros para textiles y otros restos. Tanto los accesos y recorridos, como las áreas de maniobra y almacenamiento, y tipos de residuos, irán adecuadamente señalizados.
Este nuevo proyecto para Córdoba se enmarca en el Plan Director Territorial de Gestión de Residuos No Peligrosos de Andalucía, que establece la necesidad de una red completa de instalaciones para recibir y dar tratamiento a la totalidad de los residuos urbanos que se generan actualmente en los distintos municipios. De entre las instalaciones previstas, los puntos limpios se definen como lugares acondicionados para la recepción y acopio de los residuos domiciliarios aportados por particulares que no deben ser depositados en los contenedores habituales situados en la vía pública.
Este tipo de restos se denominan residuos específicos y comprenden los enseres eléctricos y electrónicos, aceites, pilas, residuos biológicos y sanitarios no peligrosos, material que “deben ser gestionados por las entidades locales de acuerdo a la legislación vigente”, según la Junta.
Para el desarrollo de este proyecto, la Junta ya sacó a concurso la ejecución de las obras y al proceso se presentaron un total de nueve empresas. Tras estudiar cada una de ellas, la mesa ha seleccionado a tres de ellas como las más ventajosas, no solo desde el punto de vista económico, sino porque acorten los plazos de realización de los trabajos, cuyo tope máximo es de ocho meses. La firma preseleccionada está dispuesta a desarrollar la iniciativa por algo más de 852.000 euros en un tiempo máximo de cinco meses.
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