Córdoba reduce su tasa de abandono escolar pero sigue lejos de lo que marca Europa
El índice de los que abandonan sus estudios es del 22,5%, mientras que la UE ha fijado un 10% para el año que viene
La provincia ha visto reducido su 'fracaso' en educación en más de 11 puntos en solo un lustro
Muchas son las voces que se han alzado en los últimos años ante los datos de abandono escolar que se registran en Andalucía en general y en Córdoba en particular. Cada ejercicio, las alertas saltan cuando se hacen públicas las estadísticas, que evidencian que la provincia arrastra un problema serio en esta materia.
No obstante, esos mismos estudios ponen de manifiesto que la evolución es positiva, que el también llamado fracaso escolar afecta cada día a menos jóvenes y que son ellas –las estudiantes– las que están logrando rebajar los datos.
Tan es así, que en Córdoba ha disminuido el abandono de las aulas en un 11% en los últimos cinco años, hasta situarse en el 22,5% según el último informe del Sistema Andaluz de Indicadores de la Educación.
Pese a ese avance, el problema persiste en la provincia y aunque ese porcentaje de fracaso del 22,5% está por debajo de la media andaluza (23,5), queda muy lejos de las cifras a nivel español, que es del 18,3%.
Pero lo más preocupante es que Córdoba tiene muy complicado –por no decir imposible– el objetivo de abandono en las escuelas marcado por la Unión Europea para 2020 entre sus Estados miembros, fijado en un 10%. Eso quiere decir que los estudiantes cordobeses están todavía a 12,5 puntos porcentuales de lo que marca la UE para el año que viene.
En el caso de Córdoba, las estadísticas son claras y revelan que los varones que deciden abandonar sus estudios son más que en el caso de las mujeres. La diferencia es notoria, de forma que ellos dejan las clases en un porcentaje del 28,6% y ellas en un 16,8%, es decir, que entre unos y otras hay una diferencia de 11,8 puntos porcentuales.
No obstante, esos números son mucho mejores que los que este mismo estudio de la Consejería de Educación ofrecía hace apenas un lustro. Así, en el informe correspondiente al año 2014, el abandono escolar en la provincia era del 33,6%, más de 11 puntos por encima que en la actualidad.
En el análisis por sexos también se comprueba una evolución positiva, de forma que entre los alumnos la tasa de abandono superaba el 40,8% (ahora es del 28,6) y entre las alumnas se alcanzó el 26% (en la actualidad es del 16,8).
Relación entre abandono y desempleo
Lo elevado de las tasas de abandono escolar temprano en Córdoba y en Andalucía en general centró, de hecho, la primera intervención del consejero de Educación de la Junta, Javier Imbroda, en el Parlamento de Andalucía.
En su comparecencia de hace unas semanas y en la que expuso las líneas maestras de lo que, según anunció, será su gestión, Imbroda indicó que uno de sus objetivos era “reducir el intolerable” abandono escolar. “Es un grave problema que no podemos dejar de lado cuando esta tasa es del 25,5%”, reconoció el consejero. También adujo que “el abandono escolar es la cantera del paro”.
Y esa afirmación también la refrendan los datos en Córdoba. Si la provincia ya arrastra de por sí unas cifras de desempleo casi insoportables, el problema se acentúa mucho más entre quienes no tienen estudios.
El informe de la Junta de Andalucía indica que los cordobeses de entre 25 y 64 años que tienen un nivel de estudios de Educación Primaria o inferior el índice de paro es del 47,5% (casi la mitad del total), mientras que entre los que cuentan con la Enseñanza Secundaria Obligatoria el desempleo alcanza el 28,9% de la población de Córdoba que está en esa horquilla.
Los que tienen estudios de Secundaria postobligatoria (Bachillerato o FP entre ellas) el porcentaje de paro es del 22,5%, mientras que los incluidos en el epígrafe de Educación Superior, registran un 15,8% de desempleo, muy por debajo de los que solo tienen Primaria.
Plan de refuerzo educativo
Para combatir esta situación, desde la Consejería de Educación se han puesto en marcha distintas iniciativas durante los últimos años. La última la presentó hace unos días el consejero Imbroda, quien explicó las líneas básicas del nuevo Programa de Refuerzo Educativo y Deportivo dirigido al alumnado de Educación Primaria en centros sostenidos con fondos públicos.
Esta iniciativa se desarrollará durante el mes de julio para facilitar la conciliación de las familias durante el periodo estival y combinará el aprendizaje de materias instrumentales (matemáticas y lectura) con la práctica deportiva y las actividades de ocio saludable.
El consejero de Educación y Deporte expuso que el Programa de Refuerzo Educativo tendría una inversión aproximada de 11 millones de euros, va dirigido a unos 100.000 alumnos y nace dentro de una serie de acciones que se desarrollarán durante la presente legislatura, al mismo tiempo que subrayó que el objetivo es el de reducir las cifras de abandono escolar temprano en Andalucía.
“Queremos que el alumnado alcance el éxito educativo para que sus logros le inviten a permanecer y destacar dentro del sistema, y alcance así el máximo grado de cualificación posible”, afirmó.
El plan reforzará áreas instrumentales como inglés, matemáticas y lectura, a la vez que se fomentará un ocio constructivo y saludable a través de la práctica deportiva. Además del fomento del éxito educativo, Imbroda puso de manifiesto otros objetivos de la iniciativa, como contribuir a la disminución de la obesidad infantil a través del deporte y de los hábitos alimenticios y de vida saludable, o a la conciliación de la vida laboral y familiar.
“No es un campus de verano clásico, este programa va a tener un componente de exigencia para mejorar los resultados académicos junto a actividades físico-deportivas y recreativas”, precisó.
El Programa de Refuerzo Educativo se dirige a centros sostenidos con fondos públicos de las ocho provincias andaluzas que podrán desarrollar el programa previa solicitud y aprobación por parte de la Consejería de Educación y Deporte.
En caso de tener que aplicar criterios de priorización de centros, se primará a aquellos que desarrollen planes de compensación educativa y a los que se encuentren en zonas de exclusión social y tengan un mayor porcentaje de fracaso escolar.
Dado que las actividades tendrán lugar en el mes de julio, se optará siempre que sea posible por centros con aire acondicionado y se contará con alumnos de distintos colegios de una misma zona de escolarización, públicos o concertados.
También se primará aquellas zonas en las que los ayuntamientos no estén desarrollando este tipo de actividades. En ellas, podrán participar los alumnos que cumplan los requisitos en los centros que expresen su deseo de estar incluidos en el programa.
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