Córdoba se va de caza a la fiesta de la pasarela

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Palomo Spain y Juana Martín desfilan en la penúltima jornada de la Madrid Fashion Week 2018

Un modelo de Palomo Spain, antes de salir a la pasarela.
Un modelo de Palomo Spain, antes de salir a la pasarela. / Efe / Javier López

Un desfile en el Teatro Real de Palomo Spain cerró ayer la que fue penúltima jornada de la Madrid Fashion Week 2018, la gran cita de la moda española, que este año celebra ya su 67 edición y que hoy concluye en la capital del Reino. Palomo Spain presentó en la misma una colección otoño/invierno que surge, según la propia firma destaca, de una de las actividades más recurrentes en la historia del ser humano: la caza. Si bien Palomo Spain no intenta hacer una apología de la actividad cinegética, sí que encuentra una profunda inspiración en la estética que la rodea, especialmente en la que tiene su raíz en la Andalucía natal de Alejandro Gómez Palomo, director creativo y alma máter de la marca.

Tal y como detalla la tarjeta de presentación del desfile de Palomo Spain en el Teatro Real de Madrid, las siluetas que dibuja Alejandro han crecido para la ocasión en volumen y peso. Inspirado en aquellos retratos de Velázquez en la corte de Felipe IV, el modelo adquiere esta temporada una importancia mucho más sobria, casi magnánima. Faldones abullonados, corsetería, capas y amplios abrigos que el diseñador ha querido combinar con una serie de piezas más prácticas, que se acercan a lo que tradicionalmente conocemos como ropa de campo. El pantalón cargo aparece reinventado en un irónico ejercicio de acercar sus prendas a un utilitarismo bucólico. Fajones, calzones deconstruidos, pantalones acampanados y drapeados no faltan tampoco. Palomo utiliza tejidos tradicionalmente atribuidos al vestuario masculino inglés. Tweed, tartanes y lanerías que contrastan con tafetanes tornasolados, terciopelos y brocados de todo tipo. Palomo acompaña sus diseños con elaborados sombreros, producto de su colaboración con Tolentino y una serie de llamativos bolsos de piel y cuero.

A Palomo Spain ya le llaman el enfant terrible español de la moda. El de Posadas revolucionó la semana de la moda de Nueva York, al igual que ya hizo con la de Madrid. Lo suyo es la revolución. Y en alguno de sus desfiles, como el realizado en el Club Matador, dejó embelesado al mismísimo Pedro Almodóvar con una exquisita costura que habría sido perfecta para vestir a los personajes de buena parte de las películas del director manchego. En la Madrid Fashion Week 2018 ha vuelto a demostrar el porqué a día de hoy es firme candidato -y primer y único español- al premio LVMH para jóvenes diseñadores, el más importante de la industria de la moda.

Córdoba no sólo estuvo representada ayer en la Madrid Fashion Week 2018 con Palomo Spain. Por la mañana, Juana Martín desfiló en el pabellón del Ifema en lo que fue una gran fiesta llena de luz y color, que inundó la pasarela madrileña y a la que dio en llamar My own party (Mi propia fiesta). El lúrex, el lamé, las lentejuelas y los brillos fueron esta vez el hilo conductor de la colección de la diseñadora del barrio de San Pedro, quien propone prendas urbanas conjuntadas con otras que invitan a bailar y que combinan descaradamente con mensajes reivindicativos.

Una vez más, la diseñadora volvió a mirar a sus referencias de siempre, su tierra, su cultura, sus raíces y confecciona vestidos y faldas con lazos y volantes, pero ninguno flamenco. Una colección en la que contrastaron los looks muy sofisticados con prendas urbanas, creando siluetas tremendamente atractivas. Prendas muy trabajadas y elaboradas con la utilización de tejidos extraordinarios como absolutos protagonistas. Ese desfile de Juana Martín vivido en el recinto ferial madrileño donde hace unos pocos días se celebró Fitur fue todo un espectáculo de luz y color en el que también participó la internacional empresa de Puente Genil Iluminaciones Ximénez, líder en alumbrado artístico.

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