Roberto Scholtes
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Homenaje
"O te compro una casa o llevarás luto por mí". Esa es la frase que, según Manuel BenítezEl Cordobés, resume la búsqueda de su sueño de triunfar como torero. Una ilusión que alcanzó por todo lo alto llegando a ser uno de los cinco Califas de Córdoba junto a Rafael Molina Lagartijo, Rafael Guerra Guerrita, Rafael González Machaquito y Manuel Rodríguez Manolete.
En este 2023 se han cumplido dos décadas desde su proclamación como Califa del Toreo, una efeméride que bien ha merecido el homenaje que el prestigioso torero que fue todo un revolucionario de la tauromaquia y un auténtico icono de la época ha tenido en la tarde de este martes martes en el Rectorado de la Universidad de Córdoba.
El Cordobés ha llegado al patio de la antigua Facultad de Veterinaria pasadas las 19:30 entre una gran expectación. De camino al salón de actos de la antigua facultad de Veterinaria, ha tenido a dos acompañantes de lujo, como son el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el alcalde de Córdoba, José María Bellido, quienes han guiado de la mano a un Manuel Benítez que se ha encontrado con un recibimiento digno de la grandeza del maestro. Toda la sala se levantó del asiento rindiéndole homenaje con un fuerte aplauso.
El Cordobés se recreó saludando a los cientos de admiradores que se han dado cita en el Rectorado tras un primer vídeo que narraba las vivencias del "héroe del toreo", que a sus 87 años sigue dándose baños de masas allá por donde va. Y es que, como ha explicado el alcalde de Córdoba durante el acto, José María Bellido, se trata de "una figura indispensable para reconocer el mundo del toreo" y el más indicado para "alertar a la población sobre los peligros que acechan a la fiesta nacional".
Tras la intervención de Bellido, le tocó el turno a El Cordobés. Con el tono chistoso y natural que tanto le caracteriza, aunque algo nervioso, el maestro ha admitido que el galardón como V Califa del Toreo no se la esperaba hace 20 años, pero que solo le queda agradecérselo "al pueblo y a las instituciones", que se lo entregaron en octubre de 2002.
Manuel Benítez narró su historia más humilde con el mismo arte y elegancia con la que se enfrentaba al toro en su juventud. Tuvo tiempo para hacer reír al público e incluso para hablar sobre la Ley de Protección Animal, que no le afecta porque "solo tiene que ver con los perros y los gatos", a lo que añadió que hay que "seguir con la fiesta nacional para adelante".
Así, en su vigésimo aniversario como Califa del Toreo, El Cordobés fue homenajeado por la instituciones y por un público que se levantó del asiento de nuevo para agradecerle sus palabras. El maestro les devolvió el calor con un abrazo y se fundió en un abrazo con su hijo Manuel Díaz El Cordobés, también presente para conmemorar la leyenda de su padre.
Con la intervención de un Juanma Moreno, quien destacó que Manuel Benítez "ha sido capaz de atraer al toreo a un público que parecía estar alejado del toro", y que es "una persona valiente con mucho arte, carisma y liderazgo" que lleva "llenando de expectación todos los sitios por donde pasa desde hace 60 años", el más que merecido homenaje llegó a su fin con un Cordobés que se fundió en un abrazo con sus dos hijos encima del escenario, un gesto que emocionó a los presentes y que fue la imagen más esperada de la noche.
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