Coronavirus: Así ha sido la llegada de las vacunas a Córdoba
Las primeras dosis para la inmunización del covid-19 ya están en las residencias de mayores de la calle Buen Pastor
Las 230 vacunas repartidas en 46 viales para inmunizar a los mayores y trabajadores de las residencias Hermanitas de los Ancianos Desamparados y San Juan de la Cruz, ambas situadas en la calle Buen Pastor de la capital, ya han llegado entre mucha expectación.
Sobre las 14:10, una furgoneta ha entrado en el aparcamiento del primer centro y el enfermero Raúl Pérez -uno de los tres que van a llevar a cabo el proceso de vacunación- ha descargado una única caja en cuyo interior se encuentra el ansiado remedio.
Cada vial contiene cinco dosis, de ahí que el número de inmunizaciones que se van a llevar a cabo sea mayor que el de botes recibidos y que todas quepan en una caja de pequeñas dimensiones. Por otra parte, la vacuna precisa de dos dosis. Una vez inyectada la primera, tendrán que pasar mínimo 21 días para inocular la segunda.
El equipo que se va a encargar de vacunar contra el covid-19 a los mayores de estos centros ha llegado pasadas las 13:30 con el material sanitario que se va a utilizar. Tres enfermeros, Raúl Pérez, Conchi Moyano y Luisa Anguita, han descargado todo lo necesario para llevar a cabo el proceso.
De esta forma, los primeros serán los residentes del centro de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, donde se inoculará este remedio para prevenir el covid-19 solo a las personas sanas. En total, hay 103 usuarios, mientras que en San Juan de la Cruz son 79.
Los enfermeros trabajan en el autocovid del centro de salud Carlos Castilla del Pino, por lo que llevan meses en la lucha directa contra esta enfermedad. Moyano ha explicado a su entrada a la residencia que en este tiempo ha sentido "muchas emociones, desde lo más espeluznante, y hemos librado muchas batallas todos juntos, así hemos podido sacar adelante todo esto".
Esta profesional no ha contado cómo va a ser el procedimiento, pero sí ha asegurado que es más complejo que con otras vacunas e incluso han hecho un curso para formarse.
En ambos geriátricos los trabajadores han tenido que firmar un documento autorizando vacunarse, de la misma forma que lo han hecho los residentes o sus tutores.
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