Corpus Christi en Córdoba: "Esta sangre, la de Cristo, nos librará de los pecados y de las obras muertas"

Religión

La iglesia ha vivido una celebración especial en honor a Jesús Sacramentado

El obispo de la ciudad, Demetrio Fernández, ha presidido la eucaristía, que ha seguido con la procesión por las calles del centro

La procesión del Corpus Christi en Córdoba, en fotografías

La procesión del Corpus Christi en Córdoba, en fotografías
La Custodia de Arfe sale de la Catedral de Córdoba en procesión. / Juan Ayala

Un año más, una celebración especial en honor a Jesús Sacramentado. "Tomad, comed, esto es mi cuerpo, este es el cáliz de la nueva alianza en mi sangre", recordando las palabras de Jesús durante la eucaristía previa a la procesión, dedicada a la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, antes de la salida de la Custodia de Arfe de la Mezquita-Catedral de Córdoba, el obispo de la ciudad, Demetrio Fernández, ha presidido un acto que se ha centrado, un año más, en la caridad y la eucaristía, donde "está Él, vivo, resucitado y joven".

La fiesta del Corpus en la provincia es "algo grandioso", que "llega muy a fondo al alma del pueblo creyente, que tiene fe y que sabe que en la eucaristía está Jesucristo vivo", ha expresado el obispo ante los fieles concentrados en la Catedral. En la eucaristía, considera, "está la paz tan necesitada en estos tiempos", es "el epicentro de toda la vida de la Iglesia" y, en ella "se produce una fisión nuclear de amor que llena el mundo entero".

"Ya no es la sangre de los animales, sino la suya propia la que Jesucristo ha ofrecido para establecer una alianza nueva e irrompible", porque "el hombre no da más de sí, a veces ama y a veces no, el corazón humano no da más de sí, lleva un virus que expresa el egoísmo de múltiples maneras y hace destrozos en la humanidad", ha afirmado Demetrio Fernández en su homilía. Esta sangre, la de Cristo, "nos librará de los pecados y de las obras muertas, y es lo que nos ha dejado en la eucaristía", ha aseverado.

Es una alianza "en la que Dios nos ha dado a su hijo y que nadie podrá romper" porque "ha entregado su vida para la redención del mundo". Cuando se recibe la eucaristía "este gran misterio se acerca hasta nosotros, es fuente de fraternidad, de solidaridad y de caridad".

Precisamente, el Corpus es también el día de la caridad, el día más importante para Cáritas Diocesana. "La caridad es un fruto de la eucaristía", ha dicho Demetrio Fernández, que ha agregado que "la prueba de que amamos a Dios de verdad es que amamos a los hermanos, sobre todo a los más necesitamos", pues "hay mucha gente que no tiene para comer hoy y el objetivo no es solo que yo viva bien, sino que tengo la obligación cristiana de compartir con los que no tienen nada". Ha hecho un llamamiento a tender la mano a los más necesitados "en las múltiples pobrezas".

La procesión del Corpus Christi en Córdoba

El Corpus Christi es una fiesta en honor a Jesucristo Sacramentado, el homenaje es más amplio de la festividad, donde por segundo año consecutivo ha estado presente el paso de misterio de la hermandad de la Sagrada Cena, que precede a la Custodia de Arfe en la procesión. El cortejo lo ha abierto -como novedad- la banda de cornetas y tambores de Caído y Fuensanta, mientras que a la hermandad del Jueves Santo ha sido acompañada por la banda Tubamirum de Cañete de las Torres y la banda de la Esperanza de Córdoba ha estado acompañando al paso del Corpus Christi, como es habitual en sus últimas ediciones.

La procesión con Jesús Sacramentado ha salido con más de una hora de retraso por las calles de la ciudad, engalanadas con numerosos altares decorados por las hermandades de Córdoba y repartidos por todo el recorrido de la Sagrada Cena (por segundo año) y la Custodia de Arfe, que ha vuelto a salir por la Puerta del Perdón hacia la calle Cardenal Herrero. Posteriormente, ha avanzado por calles como por Magistral González Francés, Cardenal González, Cruz del Rastro y San Fernando, Claudio Marcelo, Plaza de las Tendillas, Jesús y María, Blanco Belmonte, Conde y Luque, Deanes, Judería, Cardenal Herrero y Puerta del Perdón antes de retornar al primer templo de la Diócesis.

Hasta 11 altares han sido instalados por las hermandades por todo el recorrido: en Cardenal Herrero (a la altura de la Virgen de los Faroles) el de Pasión. En Magistral González Francés, los del Remedio de Ánimas y del Amor. Además, la escolanía de la franciscana hermandad de la Soledad cantará ante el Santísimo Sacramento junto a la Puerta de Santa Catalina.

El resto de altares han sido situados en San Fernando: los del Huerto, Misericordia y Salud de Puerta Nueva; en Ángel de Saavedra, en el que han estado ubicados los del Carmen de Puerta Nueva y el Carmen de San Cayetano; y en Blanco Belmonte, los de la Sentencia -con la Virgen de la Alegría-, y la Merced.

Una vez concluya la procesión, la Sagrada Cena realizará el traslado de vuelta de su paso de misterio hacia la parroquia Beato Álvaro de Córdoba.

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