Cruz Conde se llamará Foro Romano y Vallellano será avenida del Flamenco
El cambio del callejero sale adelante con los votos a favor de PSOE, IU y Ganemos, la abstención de Cs y el PP ausente en la votación
Las nuevas calles estarán rotuladas a final de este año
El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) decidió ayer el cambio de 13 calles de nombres relacionados con el franquismo, en un ambiente dividido en el que sólo PSOE, IU y Ganemos avalaron las modificaciones mientras que Ciudadanos se abstuvo y el PP llegó incluso a abandonar la sesión durante el momento de la votación tras haber pedido que se retirara el asunto del orden del día. El consejo que sí ha tenido el proceso en la implicación vecinal no se trasladó al plano político, aunque finalmente las propuestas salieron adelante de manera que la calle Cruz Conde pase a denominarse Foro Romano, mientras que Vallellano será la avenida del Flamenco y la plaza de Cañero se llamará ahora de los Derechos Humanos.
Aunque estas son las tres calles más polémicas, el consejo también ha renombrado otra decena de vías. Cronista Rey Díaz se denominará Librero Rogelio Luque, mientras que en José María Pemán se ha optado por Corto Maltés. Joaquín Benjumea tendrá ahora el nombre de Párroco Bartolomé Blanco y Periodista Aguilera tendrá se denominará Las Pulidoras. Las calles -también en Cañero- Periodista Antonio Arévalo y Francisco Arévalo pasarán a llamarse Ana Claro Fuentes y Ángela Romero Torres, respectivamente, mientras que Periodista García Prieto llevará el nombre de Carmen López Román.
Fernando Fernández Martínez se rotulará como Manolo Rubia, Periodista Quesada Chacón llevará el nombre de avenida La Letro y, por último, Joaquín López Huci se denominará Veterinaria María Cerrato.
En este cambio se quedan fuera nombres de relevancia que, además, habían sido propuestos por el propio Ayuntamiento, como el del José García Marín, -Pepe el del Caballo Rojo- o el exfutbolista del Córdoba Club de Fútbol Juanín. Tampoco ha sido elegida la propuesta de una vía para el poeta Eduardo García que estaba entre las propuestas ni la que llegó a hablarse, aunque nunca hubo un pronunciamiento oficial, de dar una calle al exalcalde Andrés Ocaña. El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Pedro García, no obstante, aseguró que esos nombres, junto con otros, se quedan para otros procesos de nomenclautra que habrá próximamente, la mayoría de nuevas calles.
García aseguró ayer que "es un día histórico para la ciudad de Córdoba". "Por fin se da un pasito más que se acerca a la verdad tras el genocidio franquista y, aunque llega tarde, por fin ha llegado". La teniente de alcalde de Participación Ciudadana, Alba Doblas, destacó que se "ha respetado el proceso" de implicación de los vecinos ya que "no existe mayor consenso que el que propone la ciudadanía".
El viceportavoz del PP, Salvador Fuentes, lamentó la forma en que se ha desarrollado el proceso porque "no ha dado margen al consenso". Así, intentó que se retirara el punto del orden del día, para que el cambio del callejero se pudiera debatir en una "comisión de nomenclator" y tratar en exclusiva este asunto, algo que no se aceptó, con cinco votos a favor (de PP y Ciudadanos) y siete en contra. El PP finalmente optó por salirse del consejo en el momento de la votación. Doblas lamentó la "alergia del PP a la democracia y el apego a la Dictadura".
El coportavoz de Ganemos Rafael Blázquez aseguró ayer que "es un gran momento para la ciudad" y defendió el "proceso exquisito" de participación que se ha seguido. La portavoz del PSOE, Carmen González, coincidió en que es un "día histórico" para que "todos podamos pasear por las calles de nuestra ciudad sin vergüenza". "Se trata", dijo, "de un pequeño paso porque todavía queda mucho camino que recorrer para cumplir los principios de verdad, justicia y reparación que establece la Ley de Memoria Democrática", indicó.
Sobre el asunto también se refirió la alcaldesa, Isabel Ambrosio, horas antes de que se produjera la votación. La regidora apuntó que "una sociedad democrática como la sociedad cordobesa puede seguir dando pasos de la mano además de un proceso amplio de participación ciudadana". La alcaldesa apuntó que "ha sido un proceso largo" en el que el Ayuntamiento "lo que ha hecho es cumplir a rajatabla con la Ley de Memoria Democrática". Ambrosio confió en que una vez que se retiren los nombres franquistas y sean sustituidos por los nuevos, los cordobeses "puedan sentirse especialmente satisfechos y orgullosos y no sonrojarse".
Según los plazos previstos, el acuerdo debe aprobarse ahora por la junta de gobierno local y después se procederá a la rotulación de los nombres. El Ayuntamiento confía en que el cambio haya culminado antes de final de año.
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