La Cueva del Yeso de Baena recibe cientos de visitas cada fin de semana
Contenido patrocinado
Hasta finales de febrero, de viernes a domingo, se puede visitar esta cueva, en seis turnos de visitas
La Delegación de Turismo del Ayuntamiento de Baena ha reabierto un año más en este mes de noviembre la Cueva del Yeso, que podrá visitarse hasta finales de febrero de viernes a domingo. Desde su apertura a visitantes en 2015 la cavidad baenense forma parte de un grupo selecto de cuevas abiertas al público en este tipo de materiales junto a La Kristalmaja (Rusia), Albaster Cavern (EEUU), Seger Begerhohle (Alemania) y Saint-Leonard (Suiza).
En esta ocasión el Consistorio ha programado seis turnos de visitas los viernes, sábados y domingos: a las 9.00, a las 10.00, a las 11.00 y a las 12.00 en horario de mañana y a las 16.00 y las 17.00 por las tardes. La duración aproximada de la visita es de una hora y en cada turno pueden acceder un máximo de 12 personas.
Las tarifas normales y reducidas tienen un precio de 2 y 1 euro, respectivamente. Los grupos educativos pueden acceder de forma gratuita. Las visitas se pueden concertar cualquier día de la semana en la Oficina de Turismo de Baena, en el teléfono 957 671 757 o en el correo electrónico turismo@ayto-baena.es.
La Cueva del Yeso está situada en la carretera A-3125 que une Baena y Cañete de las Torres, en el punto kilométrico 26,3, en el Paraje de la Maturra, a ocho kilómetros de Baena y a unos 12 kilómetros del yacimiento arqueológico de Torreparedones, la otra gran apuesta turística del Ayuntamiento baenense.
Para las visitas cuenta con iluminación interior, pero cada visitante puede disponer al comienzo del recorrido de un casco con luz frontal para aumentar la visibilidad. La entrada es recomendable a personas de cualquier edad, ya que el recorrido interno es cómodo y seguro mediante pasarelas y escaleras de madera.
Una joya de 220 millones de años
Con una antigüedad de unos 220 millones de años, la Cueva del Yeso cuenta con un recorrido visitable aproximado de unos 200 metros de longitud, apenas un cinco por ciento del total del desarrollo de la cavidad, que podría alcanzar unos 20 kilómetros en una superficie de 60.000 metros cuadrados, con un volumen que supera los dos millones de metros cúbicos. Durante los 365 días del año mantiene en su red de galerías una temperatura homogénea, unos 21 grados, con una humedad relativa cercana al 90 por ciento, por lo que se asemeja a un clima tropical.
La cavidad baenense alberga la colonia de quirópteros más importante de Andalucía con seis especies diferentes de murciélagos consideradas de interés comunitario, tres de ellas en estado vulnerable, la categorización previa a la de peligro de extinción. La fauna acuática, con el Pseudoniphargus todavía en periodo de estudio para determinar si se trata de una especie única, se completa con una fauna terrestre en la que destacan los pseudoescorpiones y varios arácnidos.
Uno de los primeros atractivos que se encontrará el turista durante la visita guiada es la Sala de los Cristales, un espacio abierto repleto de espeleotemas, maclas, formaciones de nubes, bolas y coraloides yesíferos de gran belleza. Los cristales de las paredes y techos de esta sala, formados mediante procesos de evaporación y solidificación como consecuencia de las corrientes de aire, son los más limpios y puros del recorrido, ya que apenas se han visto afectados por el guano de los murciélagos que habitan las distintas salas durante la época de cría, entre ellas la Sala del Pozo, donde concluye el recorrido visitable.
Por todos estos motivos, el espeleólogo José Antonio Mora sostiene que la Cueva del Yeso “puede concebirse como un laboratorio de ciencias de la tierra, ya que su formación ocupa tres de las cuatro eras geológicas”. Además, la cavidad permite un doble uso: el turístico y el de deporte de aventura.
No hay comentarios