"Debería intentarse que el comic fuera una asignatura en los colegios"

El autor de 'Historia de Iván' reconoce que España se quedó descolgada de esta corriente artística frente a Francia y considera que esta faceta no debe ser considedara como una corriente menor

El entrevistado, junto a algunos de sus ejemplares.

11 de julio 2010 - 01:00

AUNQUE se levante todos los días para impartir clases de dibujo en el instituto, es conocido también como autor -guión y dibujo- de cómics. Juana de Arco, Historia de Iván, El misterio de Electra y la reciente Evelyn son obras que descubren un artista que estudió Bellas Artes y que se decidió por expresarse a través de las viñetas. Aunque alguien no se lo crea, un autor de tebeos es una persona normal, tiene manos y pies y se viste con pantalones muy parecidos a los que visten quienes no son dibujantes de cómics. Además de eso, sus amigos dicen de él que es una persona buena.

-¿Tebeos, cómics, novela gráfica?

-Yo utilizo siempre el término cómic pero en realidad me da igual. Novela gráfica es un concepto que ha surgido hace poco y que yo identifico con un tipo de tebeo. Mi editorial, Sins Entido, el otro día en la presentación de Evelyn, mi última obra, me decía: "tú di que es novela gráfica que eso nos da caché". Siempre han existido tebeos para adultos y no había que utilizar el término novela gráfica, aunque ese término es más literario, más novela…

-¿De qué vive un dibujante de cómics?

-Yo soy profesor de dibujo. Es difícil vivir sólo del tebeo. Hay mucha gente que vive sólo de la ilustración. También los hay que hacen story boards para películas; eso se paga muy bien.

-¿Es Francia el paraíso de los autores de cómic?

-Dentro de Europa sí lo es. Por la tirada mucho mayor que llega a más gente y queda garantizado que se venderán más tebeos, además hay unos circuitos de industria del cómic mucho más sólidos. Todo el mundo mira a Francia. Ellos lo tienen muy claro, tienen unas líneas muy marcadas y condicionan al autor en mayor medida; al menos ésa es mi experiencia.

-El tiempo ha cambiado el panorama de revista de cómics ilustrada por varios autores al cómic book y la novela gráfica ¿Es ahora más difícil llegar al público?

-Al principio de los noventa surgieron editoriales nuevas que ofrecieron autores desconocidos, se apostó por gente joven. Lo difícil es siempre publicar cuando no has publicado nada antes. Es la pescadilla que se muerde la cola. A mí la oportunidad me vino en el Injuve, me presenté al concurso y me dieron un accésit y de ahí a Madrid y de allí a conocer al editor de Sins Entido. Ésos son los pasos, entrar en un circuito, con alguna página y posteriormente sacar ya un álbum.

-¿Qué le ha marcado más como dibujante y escritor de cómic: Picasso, Dreyer o Poe, es decir, la pintura, el cine o la literatura?

-Yo hice Bellas Artes y la pintura te marca. Me gusta la historia de la pintura, los impresionistas, las vanguardias primeras del siglo XX, me gusta el cine clásico, el cine negro, todo eso te influencia. La manera de narrar, un dibujante de cómic es como un director de una película, tú tienes la cámara, tienes el zoom, el ángulo, acortas el tiempo o lo estiras…

-Lo digo por los que piensan que dibujar tebeos es hacer garabatos.

-Eso lo dice quien no sabe. Es difícil quitarse la etiqueta de que el tebeo es una cosa para niños. Alguna vez he oído que España perdió el tren del cómic de adultos mientras que Francia sí se subió. Los franceses suelen tener tebeos en sus estanterías y en sus casas y eso se crea por influencia de los medios de comunicación. Yo regalo tebeos a amigos que no los leen habitualmente y se quedan sorprendidos cuando conocen este nuevo mundo. Hay una desinformación. Yo como profesor una de mis tareas es divulgarlo, hacer algo con mis alumnos para que lo conozcan, es mi deber moral.

-¿Deberían los tebeos ser asignatura en los colegios?

-Debería intentarse; ahora en las bibliotecas hay espacios para los tebeos. Hay que sacarlos también a la calle.

-En la Universidad, en Historia del Arte hay asignatura de cine pero no de cómic.

-A veces hacemos cosas que son onanistas, para nosotros mismos, no somos capaces de sacarlo hacia aquéllos que si no son familiares no van a acudir a cualquier acto. Hay que sacar los tebeos a la calle. En Eutopía me llamaron e hice una clase práctica, sacando el caballete a la calle y dibujando. Pecamos de retroalimentarnos y debemos buscar la difusión.

-Una de sus obras, 'Juana de Arco', me parece una muestra reveladora de la maldad humana ¿somos así?

-Yo creo que somos malos. Siempre los tebeos míos han sido bastante oscuros, con antihéroes como Juana de Arco, que al principio tiene el apoyo de todos hasta que el poder decide que le estorba y se olvida de ella. Tenemos una parte de maldad y a veces tienes incluso que decirte a ti mismo qué te pasa porque te descubres pensando cosas malvadas.

-Sus personajes parecen más fantasmas que personas.

-Muchas veces la visión del momento en el que estás. Ahora por ejemplo quiero hacer aventura y no tanta introspección sicológica. Después leer todo de Corto Maltés tengo ganas de hacer aventura.

-Sus personajes sufren muchísimo, desde el protagonista hasta el último mono, incluso su aspecto con el carboncillo, aunque ha pasado ahora a personajes más claros.

-Salieron así. Ahora estoy haciendo tinta china con acuarela. Yo disfruto con el momento de la creación, es verdad que antes me peleaba con los personajes cuando los creaba y ahora se puede decir que disfruto más con ellos.

-¿Hay otros dibujantes de cómics cordobeses?

-Conozco sobre todo los de mi generación como Rafa Infantes, Raulo, Raúl Cáceres que es su hermano.

-¿Un personaje como Spiderman, favorece o estigmatiza a los cómics?

-Yo no soy fan de los superhéroes pero creo que favorece. Hay géneros para todos.

-¿Qué opina de las adaptaciones al cine de los superhéroes americanos?

-Me gustan más las de Tim Burton y las de Batman, un personaje más humano, más oscuro y que me convence más. Pero en general las de superhéroes son muy infantiles y me cansan mucho porque están basadas en picos de acción que no bajan, en ruido, en golpes. Yo no entiendo el cómic que no tenga subidas y bajadas narrativamente hablando.

-¿Cuáles fueron sus primeros tebeos?

Superhumor y Jabato, algún Capitán Trueno. En los 80 hubo una explosión del tebeo y me compré infinidad de tebeos buenos en los kioscos.

-¿Se atrevería a calificar de inculto al que no conozca a Moebius o Stan Lee?

No, pero sí creo que eso es desconocimiento. Me sienta peor que alguien diga que no lee tebeos porque es de niños chicos. Habría que buscar la raíz del desconocimiento. Habría que buscar el circuito adecuado para que se lean más tebeos. Yo antes pintaba y ahora me preguntan ¿ya no pintas? Y yo les digo: sí pinto, mis tebeos son mis pinturas. La finalidad del cómic no es la galería de arte pero no hay que tener complejo de inferioridad.

-¿En alguna ocasión aparece Córdoba o un rincón en tu obra? ¿hay algún personaje de esta ciudad que usted pudiera incorporar a tu obra?

-No. Me gusta perderme en épocas pasadas o futuras. No me interesa hacer cómic social.

-¿Qué hace ahora mismo?

-Estoy probando cosas nuevas con acuarelas, con tinta, haciendo una historia coral con muchos personajes, intentando encajar el puzzle. Será una historia del cómic dentro del cómic.

-¿Alguna vez su madre le ha dicho: niño, sigues dibujando garabatos?

-No, nunca, mis padres siempre me han apoyado. También les gustaba cuando pintaba, pero a mis padres les pareció estupendo cuando ya con 14 años les dije que quería entrar en la Escuela de Artes y Oficios y ellos están encantados con lo que hago.

-¿Es usted más profesor o más dibujante?

-También me gusta ser profesor, cada día más. Me gano la vida dando clases y además me gusta dibujar. Decir que soy dibujante de cómics es también un atentado a los dibujantes profesionales que tienen que dibujar mucho cada día

-¿Le piden dibujitos sus alumnos?

-Les regalo más de lo que me piden. Cuando me piden algo me hago el loco, depende de cómo te lo pidan.

-¿Qué tebeo debe leer todo adulto?

-Tengo mis preferidos. Me marcaron mucho los dibujantes españoles de los 80 que vinieron todos a las jornadas que había en la Posada del Potro. Me gusta mucho Jordi Bernet, el Corben antiguo por su dibujo y su manera de narrar. Un tebeo que salvaría del fuego es La mujer trampa de Enki Bilal. También OM! De Carlos Giménez, igualmente admiro a Brescia, o Alac Sinner, su Encuentros y Reencuentros es un tebeo perfecto.

-En los Estados Unidos le dieron el premio Pulitzer de literatura al cómic Maus de Art Spiegelman, ¿Veremos algún autor de tebeos español optando al premio Cervantes?

-Había una plataforma para que se lo dieran a Carlos Giménez, podría ser él o alguien como Bernet.

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