Descienden las inhumaciones y las cremaciones crecen un 40%
El cementerio de Nuestra Señora de la Fuensanta es el que ofrece mayor número de posibilidades para el destino final de las cenizas de los cadáveres
Un síntoma de los cambios de hábitos sociales está en las estadísticas sobre la actividad de los cementerios cordobeses. En estos datos se advierte cómo la cremación de cadáveres gana progresivamente terreno a las tradicionales inhumaciones, según la estadística elaborada por la empresa municipal de cementerios (Cecosam). Mientras el enterramiento, sea en panteón o en nicho, descendió un 6,27%, al pasar de los 1.372 de 2008 a los 1.286 del pasado año, las cremaciones tuvieron un espectacular aumento del 40%, ya que pasaron de 215 a 301 en el mismo periodo de tiempo. Estas cifras reflejan que los cordobeses han perdido los reparos existentes hacia la incineración del cadáver, una práctica introducida en España en las últimas décadas y que cuenta con una alta aceptación en los municipios costeros donde hay una alta tasa de residentes extranjeros. A esto hay que añadir que es una técnica que no cuenta con el rechazo de la Iglesia católica.
Esta tendencia es una constante en los cementerios cordobeses desde hace varios años. A la vez que la fórmula tradicional de entierro va perdiendo adeptos, éstos son ganados por las incineraciones. Además de cualquier tipo de razonamientos para optar por una solución o por otra, el paso por el horno crematorio resulta bastante más económico que el enterramiento de toda la vida.
Esta circunstancia ha hecho que Cecosam apueste por claridad en ofertar a las familias diversas posibilidades para decidir el futuro de las cenizas de sus seres queridos. Frente al alivio que supone la escasez de suelo en los cementerios más antiguos de la capital y ya plenamente integrados en el casco urbano sin posibilidad de ampliación -San Rafael y La Salud- la empresa municipal ha destinado diversos espacios en el camposanto de Nuestra Señora de la Fuensanta para el depósito de las cenizas. Así, las familias pueden elegir desde un pebetero a un lago, pasando por el enterramiento de la urna biodegradable en un jardín o el columbario.
Respecto a los enterramientos tradicionales, el mayor número de ellos se produjo, como es habitual, en el mes de enero. En los cuatro cementerios gestionados por Cecosam -San Rafael, La Salud, La Fuensanta y Santa Cruz- hubo en dicho mes un total de 156 inhumaciones, el 12,13% de todo el año, lo que significa una media de cinco al día.
Por contra, el mes que tuvo menor actividad fue septiembre. En esas fecha sólo hubo 72 enterramientos, seguido de julio que contó con 78. En la incineraciones se dio en 2009 una tendencia prácticamente parecida, ya que agosto y enero fueron los meses en que más hubo, con 29 y 31, respectivamente; mientras que los meses con menor actividad fueron marzo y julio, con 17 y 19, respectivamente.
Estas corrientes que se repiten sin apenas variación en el ciclo de un año, tienen también su reflejo en el uso de las salas de velatorio del tanatorio municipal del cementerio de Nuestra Señora de la Fuensanta. Del mismo modo, enero vuelve a ser el mes con más actividad, al contabilizarse un total de 92 usos, frente a julio, cuando las tanatosalas fueron ocupadas sólo en 40 ocasiones.
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