La Diputación de Córdoba quiere abrir una oficina en Bruselas para captar fondos de la UE

La captación de fondos europeos para reforzar la economía de la provincia es uno de los objetivos prioritarios en la nueva etapa de la Diputación de Córdoba, con el PP al frente. Y el presidente de la institución, Salvador Fuentes, ha avanzado su intención de abrir una oficina en Bruselas con técnicos especializados en asuntos europeos para una llegada de subvenciones más exitosa.

Fuentes ha protagonizado este miércoles el desayuno coloquio organizado por Grupo Joly, empresa editora de El Día, en el Hotel Hospes Palacio del Bailío de Córdoba. El presidente ha subrayado su deber de "captar todos los recursos que salen de Bruselas", y ha recordado que Málaga y Cádiz ya cuentan con delegaciones de este tipo en el corazón de Europa con técnicos especializados.

La farragosa burocracia de la UE, que es absolutamente escrupulosa con todo el dinero que envía a la periferia, hace que acceder a los fondos sea en muchos casos imposible por la dificultad que entraña completar los trámites y cumplir los plazos. Con la propuesta de contar con enviados en Bruselas, Fuentes quiere salvar estos escollos.

Por otra parte, y en línea con lo expresado el martes por los cientos de agricultores que se concentraron en Córdoba durante la reunión informal de ministros (RIM) de Agricultura de la UE, Fuentes ha abogado por "revisar" la política agraria comunitaria, lo que ha identificado como "un desafío muy importante". "Si no somos capaces de hacer posible la rentabilidad del campo, esto se nos cae", ha incidido el presidente provincial.

Preguntado durante el coloquio, moderado por la directora de El Día, Raquel Montenegro, ha dicho que "irá detrás del Gobierno de España a defender los intereses" de los agricultores y ganaderos, pues "hay que reivindicar en Europa otras reglas de juego". A grandes rasgos, el sector agrario denuncia que la nueva PAC ha recortado los fondos que llegan a España y que se encuentran en inferioridad de condiciones para competir con los productos que se importan desde fuera de Europa debido a los precios laborales más bajos y a que superan menos controles sanitarios y de producción.