Disfruta de Córdoba al máximo con la guía de viaje de Civitatis
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Córdoba no deja indiferente a nadie. Considerada como la ciudad más importante del Al-Ándalus, cuenta con un legado histórico que ha sobrevivido a las conquistas y al devenir de los tiempos. Pero más allá de sus raíces árabes, es un lugar donde se respira la esencia andaluza. Tanto si es la primera vez que visitas Córdoba como si está entre tus destinos fetiche, no pierdas ojo a la nueva guía de Civitatis para explorar la ciudad a todos los niveles.
Un auténtico viaje por la historia
Los orígenes de Córdoba se remontan a la época romana, cuando el general Claudio Marcelo levantó un campamento militar en una colina del Guadalquivir. Este fue el germen de la ciudad de Corduba, que terminó por convertirse en una de las ciudades más importantes del Imperio Romano.
Con la caída del Imperio llegaron los visigodos y posteriormente los musulmanes, que convirtieron a Córdoba en la capital de Al-Ándalus. Pero la historia no acaba aquí, ya que con la Reconquista los Reyes Católicos la convirtieron en su centro de operaciones. Tras esta etapa, Córdoba siguió evolucionando hasta convertirse en la ciudad que todos conocemos.
Todos estos cambios en la ciudad, convierten a Córdoba en un lugar donde conviven representaciones de distintas épocas y estilos. Estas dan lugar a un paisaje muy característico, donde la influencia judía tampoco pasa desapercibida. Muchas de estas construcciones siguen utilizándose en la actualidad, como el puente romano y la mezquita-catedral.
Monumentos todoterreno
Durante los distintos períodos por los que ha pasado la ciudad de Córdoba, se decidió mantener muchas de las construcciones anteriores. Sin embargo, la mayor parte de las veces no se mantuvieron en su estado original, sino que se modificaron para que fueran más acordes al pensamiento y a la sociedad de la época.
El mejor ejemplo es la mezquita-catedral de Córdoba, pues en el siglo XVI se construyó una catedral cristiana alrededor de las famosas columnas de mármol de la sala de oración de la antigua mezquita. Como resultado de esto, se alzó un edificio que combina el estilo gótico y omeya de una forma sublime. Y aunque la sala de oración con sus columnas y arcos blancos y rojos son todo un símbolo, tampoco hay que olvidar el Patio de los Naranjos y el mihrab con su cúpula.
De la misma forma que la mezquita-catedral se utilizó durante un tiempo para el culto musulmán y cristiano, la Plaza de la Corredera también ha tenido usos de lo más variado: plaza de toros, cárcel, mercado e incluso escenario de ejecuciones de la Inquisición. A día de hoy la plaza sigue siendo muy útil, ya que cuenta con distintos comercios y también suele albergar distintos eventos y espectáculos de la ciudad.
Judíos, musulmanes y cristianos a pocos pasos de distancia
Lo más característico de Córdoba es que al lado de una iglesia cristiana, puedes encontrarte los restos de una casa romana. Estos contrastes le añaden un encanto especial a la ciudad, ya que a cada paso descubrirás algo nuevo y sorprendente.
El Alcázar de los Reyes Cristianos se alza como un gran edificio de piedra, siendo una construcción que destaca con la judería, formada por pequeñas casitas entre las que discurren muchas calles estrechas. Este barrio se encuentra muy cerca del Alcázar, termina en la mezquita-catedral e incluye a la sinagoga.
Pero no todo se encuentra en la propia ciudad, ya que a pocos kilómetros se encuentra la mayor manifestación del esplendor del Califato de Córdoba; Medina Azahara. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2018, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo. En la actualidad, solamente se ha excavado un 10% de su superficie y se espera que en los próximos años nos deleite con muchos descubrimientos interesantes.
Una ciudad perfecta para ver en 24 horas
Si eres de los que tienen poco tiempo pero tampoco quieren perderse nada, visitar Córdoba en un sólo día es posible. Es una ciudad pequeña que cuenta con distintos servicios de transporte como autobuses y taxis, aunque también puedes recorrerla a pie para descubrir todas sus joyas arquitectónicas o salir de la rutina y contratar un coche de caballos.
Aunque tengas un espíritu aventurero y prefieras ir por libre, puedes contratar un tour organizado para conocer de primera mano la historia de la ciudad y de sus monumentos. Pasearás por las mismas calles que recorrían los ciudadanos musulmanes, descubrirás dónde vivía la población judía y serás testigo de los cambios que han ocurrido a lo largo del tiempo.
Córdoba es un buen ejemplo de la riqueza cultural de nuestro país. Ha sabido adaptarse sin olvidar su historia, contribuyendo a la sociedad con un patrimonio rico que también incluye gastronomía, arte y tradición. Y para que tu viaje sea una experiencia irrepetible, puedes acceder a la guía haciendo clic aquí: Disfruta Córdoba.
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