Eduardo Sacheri en Cosmopoética: "América Latina tiene infinidad de problemas pero no de nacionalidades"

Cultura

El escritor argentino defiende que en una novela "debe haber momentos donde la forma estética tiene que convocar al lector a detenerse, que es algo que la poesía hace todo el tiempo"

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Eduardo Sacheri durante su intervención en Cosmopoética.
Eduardo Sacheri durante su intervención en Cosmopoética. / Miguel Ángel Salas

Es la primera vez que el escritor, guionista e historiador Eduardo Sacheri (Argentina, 1967) visita Córdoba y lo ha hecho para participar en la tercera sesión de Cosmopoética. La última novela que ha escrito es Nosotros dos en la tormenta, la historia de dos amigos que pertenecen a dos organizaciones armadas diferentes, en la época previa a la dictadura. Un relato, en el que ha contado, ha jugado al mismo tiempo como historiador y escritor.

"Lo que sucede en esta novela es que los protagonistas principales son guerrilleros, como se dicen en América Latina, jóvenes de izquierda armados que han hecho de la política su vida", ha anotado en un encuentro con los medios antes de su intervención en la tercera jornada del ciclo.

El autor de La pregunta de sus ojos (2005) -que fue llevada al cine por el director Juan José Campanella con el título El secreto de sus ojos, cinta que recibió el Oscar a la mejor película extranjera en 2009- tenía una clara intención con este nuevo trabajo: poner el foco en jóvenes "enfatizados, que venían de la clase media, urbanita y de izquierda".

Sacheri ha recordado que a diferencia la existencia de numerosos trabajos, tanto académicos como de ficción de la Argentina de 1976, "de la Argentina de 1975 puntualmente no hay prácticamente ficción escrita". A su juicio, se debe a la "incomodidad que genera la evocación". En esta línea, ha defendido que "habitualmente la incomodidad se ha resuelto en la romantización y en un desarme de esa experiencia. Se evoca sin armas y me parece que es una invocación injusta e irrespetuosa".

Por eso, ha indicado, que en esta ocasión ha hecho una evocación "lo más verosímil y respetuosa de esas prácticas y de sus víctimas. En general, la evocación desarmada va de la mano de la negación de la existencia de las víctimas. Si no hay armas, no ha podido infringirse dolor".

La posibilidad de que esta nueva novela vaya al cine existe, aunque ha admitido que por el momento "falta el ingrediente principal, que es la decisión de un cineasta". No obstante, ha aseverado que puede ver que en ella "hay condiciones para hacerlo, pero lo que define el carácter o no cinematográfico, depende de que alguien lo decida". Hasta el momento, ha habido contactos, pero por el momento Sacheri ha mantenido la incógnita.

Trabajo como guionista

El argentino también es guionista y ha trabajado en ello y ha reconocido que le entusiasma la relación entre ambas profesiones, de las que hay tres opciones para su desarrollo posterior. Una de ellas, es el hecho de que sea su novela la que se lleve al cine, otra ser guionista de proyectos que reciba, mientras que la tercera es "la intermedia, que es adaptar mi propio obra, que es la menos frecuente".

No obstante, ha indicado que le interesa mucho adaptar su trabajo para llevarlo al cine, si bien, "es la más delicada y difícil". Para ello, ha anotado, "tienes que tener una flexibilidad particular, a la dirección y a la productora".

"El libro es mío, la película no, es un poco mía y, en esa pequeña diferencia hay un mundo de diferencias emocionales. Prefiero hacerlo siempre". Hasta el momento, tres de sus obras han sido adaptadas la cine y en todas ellas "me ofrecieron escribir los guiones juntos", ha apuntado.

Sacheri también ha hecho referencia a la posibilidad de que alguna de sus obras se convierta en serie y se publique en alguna plataforma digital; es más, ya ha sido guionista de algunas series. No obstante, en este caso, ha detallado que la principal diferencia con el cine es la existencia de "un lenguaje y un espectador diferentes".

Un momento de la intervención del escritor argentino.
Un momento de la intervención del escritor argentino. / Miguel Ángel Salas

En el caso del cine, ha citado, "es estar dos horas en una sala y es como un contrato, pero en la serie es distinto, te exige otras modos de narrar para adaptarse a esta segmentación individual que va a ser el espectador, que no está obligado a acabar de ver el episodio. Me interesa, pero siento que tiene desafíos adicionales. Me parece más difícil adaptarse a una serie que a un largometraje".

La poesía

La trayectoria de Sacheri no está ligada a la poesía, sino a la narrativa. Sin bien, ha afirmado que existe "una relación profunda aunque no se perciba todo el tiempo en una novela". "La novela debe aspirar a ser ella en la forma, no solo atender a una trama o contar una historia, tiene que haber una intención estética, que en la poesía si se ve. Es una estética que respira de otro modo. Debe haber momentos en una novela donde la forma estética tiene que convocar al lector a detenerse, que es algo que la poesía hace todo el tiempo".

A pesar de que el autor se ha movido entre el cuento y la novela, ha subrayado que "sí siento que a veces tanto en una línea de diálogo tiene que haber momentos para volver a leerlo". Y ese momento, el de volver a leer una línea o un pasaje "es netamente de la poesía" y el algo que "la novela lo debe ofrecer".

Otra diferencia entre la novela y la poesía, ha continuado, es el ritmo, que son diferentes: "Una novela tiene que tener buen ritmo".

Elecciones en Argentina

Sacheri no ha tenido reparos en hacer referencia a la situación política de su país, en el que se celebran elecciones el próximo 22 de octubre. "En Argentina suceden algunas cosas excepcionales y difíciles de entender desde lejos, por ejemplo, que el partido político más poderoso oscila entre la derecha y la izquierda", ha indicado.

A su juicio, en los últimos cuatro años Argentina ha entrado en un "colapso profundo y en desilusión. Así, ha relatado que a la derecha "surgió un anarcoliberal como Javier Milei" y ha avanzado que "en este momento, todo indica que Argentina va a ir hacia la derecha con un estrepitoso fracaso de la izquierda; hay una inflación del 12% mensual y es muy difícil vivir así".

El otro gran partido es la coalición Juntos por el Cambio, de centro-derecha. "Todo puede pasar dentro de un movimiento a la derecha; la duda es si será más extrema o convencional o más respetuosa. "Juntos por el Cambio tiene un programa económico de derechas; es más liberal y no tiene nada que ver con Milei", ha señalado.

También ha admitido que le interesa mucho la situación política en España, pero ha confesado que "me da mucho pudor ser el típico argentino que le explica el mundo al mundo".

Para comenzar, ha recordado que en su país "los pactos parlamentarios son menos importantes que aquí", ya que son gobiernos presidencialistas. Ante la posible amnistía en España y el papel que juegan los partidos independentistas para llevar a Pedro Sánchez de nuevo a la Moncloa, Sacheri ha afirmado que "es cierto que América Latina tiene infinidad de problemas pero no de nacionalidades".

Eso si, ha añadido, "los tuvo en el siglo XIX con las revoluciones de independencias", pero no en el siglo XX, ni en el XXI. "Lo importante que el estado coincida con la nacionalidad". En esta misma línea, ha recordado que "en los últimos años siento al escuchar a políticos y los intelectuales que hay una sobreactuación de los problemas, de las ofensas y de las reivindicaciones y, si se sobreactúan las diferencias, esto pasa de la semántica a la realidad", ha aseverado.

También ha admitido que se trata de un asunto que le preocupado mucho. "No hace tanto en Occidente nos tratábamos como salvajes", ha concluido.

El fútbol, su otra gran pasión

El fútbol es otra de las grande pasiones de Eduardo Sacheri, tanto que comenzó su carrera como autor literario escribiendo relatos cortos, en especial cuentos en torno al mundo del fútbol. El autor argentino no ha tenido reparos en hacer referencia al polémico beso que dio el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dio a la jugadora Jennifer Hermoso durante la celebración de la victoria del Mundial femenino. "Lamento que por eso, el fútbol femenino español haya quedado en segundo plano", ha asegurado. No obstante, ha considerado que "el fútbol, en general, exhibe cosas que suceden en la sociedad de manera muy profunda y es algo que pasa en todos los juegos". "Si hay sido una oportunidad para que las deportistas españolas puedan hacer visibles situaciones de acoso, desigualdad, está bien", ha asegurado, al tiempo que ha añadido que "se ve a muchas chicas jugando, pero nos va a llevar mucho tiempo que estas chicas formen una generación. Pero es hermoso".

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