"Nuestro Ejército está capacitado para ser empleado allí donde España lo necesite"

Aroldo Lázaro SÁenz. general jefe de la Brigada (BRI) Guzmán el Bueno X

El general Lázaro Sáenz dirige desde mayo de 2017 la base de Cerro Muriano, que ya se prepara para afrontar una misión en Iraq justo después de la llevada a cabo durante este año en Letonia

El general Aroldo Lázaro Sáenz posa en las instalaciones del cuartel general de la Brigada Guzmán El Bueno X. / Reportaje Gráfico: Jordi Vidal
F. J. Cantador

09 de septiembre 2018 - 02:32

Aroldo Lázaro Sáenz (Sidi-Ifni, 1962) pertenece a la tercera generación de una familia de militares -su abuelo paterno y su padre también lo fueron-, una familia de la que ha heredado los valores del Ejército de Tierra -el espíritu de sacrificio, la disciplina, el compañerismo, el espíritu de servicio y el honor inspirado en la lealtad-. En su extenso currículum figura que fue jefe del Estado Mayor y del Regimiento La Reina 2 de Córdoba. Como teniente, en 1986, estuvo destinado en el cuartel general de la OTAN en Bétera, posteriormente en Florencia y en la unidad Logística. Ha participado en misiones internacionales en Bosnia en tres ocasiones, además de en Líbano, otras tres. Desde mayo de 2017 es el general jefe de la Brigada (BRI) Guzmán El Bueno X, con base en Cerro Muriano. Su nombramiento se produjo a pocos días de que se llevara a cabo el relevo de las tropas cordobesas destinadas a su mando en Líbano, bajo bandera de Naciones Unidas. Desde entonces, la Brigada ha estado presente en otra misión internacional, en Letonia, de la que volvió en julio y sin pausa se prepara para participar en otra, en Iraq, a partir de finales de este año.

-¿Qué significa la misión para cualquier militar?

-Participar en cualquier misión para un militar supone un privilegio, ya que por un lado se ve reconocida su capacidad profesional y por otro constituye una extraordinaria oportunidad para poner en práctica los conocimientos adquiridos durante la preparación aquí en territorio nacional, contribuyendo así a completar nuestra experiencia. Pero es también motivo de orgullo, ya que constituye la aportación individual en aspectos como la estabilidad internacional, la seguridad y bienestar de las personas y sociedades en los países y áreas que lo necesitan, y la proyección de la imagen de España a través de su contribución a las distintas organizaciones internacionales, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE)...

-Supongo que todo ello con un margen de sacrificio.

-Por supuesto, una misión tiene un margen de dureza y de sacrificio que pasa por momentos sensibles cuando accidentes e incidentes pueden afectar a compañeros; cuando se aprecia el resultado de enfrentamientos y conflictos en la vida y dignidad de las personas o, de forma particular, por el hecho de estar a distancia de los seres queridos, familiares y amigos. Este último aspecto se afronta fácilmente con la profunda preparación, las medidas de seguridad y la implicación de cada uno de nuestros militares en la misión a desarrollar y, sobre todo, por los dos aspectos señalados al principio, el privilegio y el orgullo por contribuir con nuestro trabajo al bienestar de España y los nuestros.

-¿Cómo se presenta la próxima misión a Iraq y en qué se diferencia de las anteriores?

-Cada misión presenta unas diferencias derivadas del entorno donde se desarrolla, de la finalidad a alcanzar, de la situación del país donde se despliega, de la organización internacional o coalición en la que nos integremos y de otros factores particulares. La misión en Iraq, de nombre Inherent Resolve, está formada por una coalición de países entre los que España contribuye destacadamente.

-¿Y qué papel va a jugar en Iraq la Brigada?

-El objetivo de esta operación es ayudar al Gobierno legítimo de Iraq a combatir el terrorismo yihadista y la expansión del Daesh en su territorio. La particularidad desde el punto de vista de nuestra preparación es el cometido que los componentes de la Brigada X van a desarrollar allí, que será la formación del ejército y las fuerzas de seguridad iraquíes y el entrenamiento e instrucción de unidades de nueva creación y de la policía para hacerlas más eficaces y operativas en su lucha contra el Daesh. Como se puede apreciar, es una misión diferente a las recientemente llevadas a cabo por los componentes de la Brigada X, la de presencia avanzada y disuasión en Letonia o la de interposición y vigilancia de la paz de las fuerzas de Naciones Unidas en Líbano. Pero la base común de todas ellas es la ilusión y profesionalidad de nuestro personal a la hora de participar en ellas y en poner en práctica los conocimientos, tácticas técnicas y procedimientos aprendidos. Y esa es la clave del éxito de cualquier despliegue, la adecuada selección del personal y la completa e intensa preparación.

-¿Cómo se está preparando la Brigada para esa próxima misión a llevar a cabo en Iraq?

-Como para la participación en anteriores operaciones, el contingente designado por la Brigada X lleva a cabo un intenso periodo de preparación que capacite al personal y a las unidades en las tareas y cometidos específicos de esta misión. Este periodo tiene una duración de seis meses que abarca actividades de toda índole, administrativa, sanitaria, reconocimientos médicos, aprendizaje de idiomas, conocimiento de la misión, de la zona de operaciones, instrucción individual y adiestramiento de las unidades en las tareas... cometidos y procedimientos específicos de esta misión. Este proceso culmina con un ejercicio de integración de todo el contingente y de evaluación de las capacidades adquiridas que permita certificar que está preparado y dispuesto para el despliegue. En este caso se ha hecho un esfuerzo particular para formar equipos de instructores que trabajan en un ambiente multinacional para formar a un ejército culturalmente diferente al nuestro. Por tanto, el conocimiento del material que los iraquíes emplean, las tácticas a emplear contra el Daesh, el uso del inglés y de intérpretes para la comunicación y el escrupuloso respeto a las costumbres culturales iraquíes son algunos de los retos de esta misión.

-¿Cómo se minimizan los riesgos que pueden sufrir los componentes de la misión en este caso?

-Es cierto que un factor a tener en cuenta en todas las misiones son los riesgos que puedan afectar a nuestro personal. Por ello, con el objetivo de minimizarlos, durante la preparación se lleva a cabo un gran esfuerzo practicando repetidamente las medidas de protección de la fuerza, el conocimiento y correcto manejo del material desplegado, de los procedimientos particulares de la operación y la aplicación de las medidas de seguridad adecuadas. El contingente cuenta con una unidad específica de protección, en este caso formada por nuestros soldados del regimiento de Infantería Garellano número 45 que la Brigada tiene en Vizcaya, unidad especialmente instruida y preparada para dar protección a nuestros instructores, a nuestra base en el terreno, y dedicada a crear un ambiente seguro para poder desarrollar eficazmente nuestra misión de adiestramiento.

-¿Qué valoración hace de la misión que concluyó la Brigada antes del verano en Letonia?

-La unidad desplegada en Letonia durante el desarrollo de esa Operación de Presencia Avanzada Reforzada se ha integrado en un batallón canadiense y ha participado en diversas actividades de instrucción y adiestramiento. En todas ellas, las fuerzas españolas han destacado por su profesionalidad y capacidad, recibiendo el aprecio de las autoridades letonas y de otras unidades de países aliados pertenecientes a OTAN. Asimismo, podemos afirmar que lo que inicialmente suponía un reto se ha alcanzado con éxito. Debemos tener en cuenta que es la primera vez que nuestras fuerzas armadas han desplegado los carros de combate Leopardo, los vehículos de combate de infantería Pizarro y los vehículos TOA fuera de nuestras fronteras y en un ambiente multinacional. En Letonia, España ha puesto de manifiesto su compromiso con las organizaciones en las que se integra, en este caso la OTAN, su solidaridad con los aliados y los países que la componen, particularmente con los países bálticos y Polonia. Y lo ha hecho desplegando un personal y unidades instruidas y adiestradas y aportando unos medios tecnológicamente avanzados y resolutivos. Y, por otro lado, la participación en Letonia ha supuesto una oportunidad excelente para intensificar la experiencia de nuestros militares y unidades en un ambiente multinacional al integrarse en la estructura OTAN. Ha sido una gran experiencia.

-¿Cómo ha visto cambiar el Ejército en las últimas décadas?

-El Ejército de Tierra es una organización viva y moderna que está en continuo proceso de adaptación para estar preparada para los cometidos que nuestra nación demande dentro y fuera de nuestras fronteras. En ese proceso de adaptación influyen, entre otros aspectos, un entorno operativo de actuación dinámico, inestable y de creciente complejidad; una sociedad en constante y rápida evolución; cambios en la seguridad, terrorismo internacional, ciberseguridad...; compromisos adquiridos con las organizaciones internacionales, como la OTAN, la UE, la ONU y otras relaciones bilaterales y coaliciones; y el avance tecnológico del armamento y materiales. El Ejército sigue el ritmo de la vida y de cómo evoluciona el mundo. Hay que adaptase. El Ejército de ahora está mejor preparado porque los materiales son más complejos, más tecnológicos, y nuestro personal debe conocer ese material para sacarle el rendimiento. Nuestro personal es un personal profesional ahora mismo que tiene una evolución y formación que hace que conforme vaya pasando el tiempo vaya adquiriendo experiencia y conocimiento.

-Usted llegó a destacar a raíz de la misión en Letonia que en ella se demostró que el Ejército español y, por ende, los efectivos que conforman la Brigada componen una organización moderna, útil y preparada.

-Particularizándolo en la presencia en Letonia, esta misión tenía un carácter de disuasión y defensa para proporcionar estabilidad internacional en un entorno OTAN donde se aplican y ponen en práctica los procedimientos de la alianza. El despliegue de los materiales principales con los que cuenta la Brigada, su capacidad tecnológica y buen resultado en los ejercicios y maniobras, la integración de nuestro personal en el ambiente multinacional OTAN y la competencia profesional demostrada, la eficacia y profesionalidad en la ejecución de tácticas técnicas y procedimientos son, entre otros factores, un claro ejemplo de que nuestro Ejército está a la altura de los requerimientos de una organización útil, moderna y preparada que le capacitan para ser empleado allí donde España lo necesite.

-¿Qué necesidades más inmediatas tiene la base de Cerro Muriano? Usted destacó hace unos meses el carácter altamente tecnológico de la misma.

-Varias. En cuanto a material, en la Brigada X ha entrado en servicio la segunda fase del vehículo de combate de infantería (VIC) Pizarro, con una serie de mejoras entre las que destaca un nuevo grupo de motopropulsión más potente, más eficiente y de menor huella medioambiental junto con una nueva transmisión de desarrollo nacional, que permite un mejor aprovechamiento de la potencia de motor y una reducción del consumo.

-¿Y en personal?

-En cuanto a personal, nuestros hombres y mujeres son el principal activo de la Brigada. Los planes del Ejército contemplan las incorporaciones de nuevos efectivos, salidos de los centros de formación, que permitan cubrir los puestos que quedan vacíos por destinos a otras unidades, retiro o finalización de compromiso con las fuerzas armadas. Para este segundo semestre se contempla el ingreso en el centro de formación de unos 200 nuevos soldados, que se incorporan a la Brigada a principios del próximo año. En relación al personal que acaba su compromiso con las fuerzas armadas, se está llevando a cabo un esfuerzo importante en actividades para preparar la desvinculación, como son el desarrollo de cursos de formación para el empleo, concretamente de asistencia en catástrofes y múltiples víctimas y transporte de asistencia sanitaria en los que se incluyen cincuenta alumnos; además, en coordinación con CECO se ofrecen otras actividades formativas.

-¿Y respecto a las instalaciones?

-Respecto a las necesidades de las instalaciones de la base, seguimos con el esfuerzo continuo en su mejora y racionalización y el aprovechamiento de recursos para el mantenimiento de las fundamentales. En este aspecto, insistir en que el esfuerzo se centra en lo que afecta a la protección y salud de nuestros hombres y mujeres y en lo que respecta a la calidad de vida y trabajo. Es importante mencionar la necesidad de mantener los talleres formativos, escuelas taller que se desarrollan en cooperación con el Servicio Público de Empleo Estatal siempre con ese doble objetivo, la mejora de la calidad de vida en la base y la capacitación de personal civil para la oferta laboral. En resumen, la base de Cerro Muriano y las unidades que en ella se ubican lógicamente siguen el proceso de evolución y modernización de nuestro Ejercito y por ello demandan los recursos necesarios para ser eficaces.

-Hasta hace pocas décadas el Ejército era cosa de hombres, ¿hay machismo?

-Las normas, los derechos, las obligaciones y la regulación afecta a y todos por igual. No hay diferencias entre hombres y mujeres en el Ejército en cuanto al desarrollo de su trabajo y podríamos darnos una vuelta por la base y visitar las unidades para comprobar que esto es así, que no hay diferencia entre hombres y mujeres en cuanto a ocupar puestos, en cuanto a la promoción profesional, en cuanto al desarrollo de su labor.

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