Emacsa advierte de que el agua podría salir turbia por las obras en los depósitos
La empresa realiza los trabajos para duplicar la capacidad de Villa Azul que no afectará a la potabilidad del líquido
Las obras de los nuevos depósitos de Villa Azul que está realizando la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) podrían afectar durante los próximos días al abastecimiento de agua en Córdoba, ya que es probable que comience a salir turbia o haya alteraciones en la presión. En los trabajos previstos para esta semana se van a realizar maniobras en las arterias principales, por lo que se registrarán incidencias aunque la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) apuntó que no afectará a la potabilidad del agua.
Los depósitos de Emacsa en Villa Azul, que son los que abastecen de agua potable a la capital desde 1956, están sometidos a una gran remodelación para duplicar su capacidad. La envergadura de esta obra es considerable, ya que el presupuesto supera los seis millones de euros, cofinanciados con fondos Feder. Estos nuevos depósitos, que harán que la estación de Villa Azul pase de los 52.000 metros cúbicos de regulación actual a 112.000, son la parte más llamativa de la intervención que se lleva a cabo en la red de abastecimiento de agua potable. Se complementa con otras actuaciones fundamentales para la mejora del servicio como son la renovación de la conducción de agua desde el pantano del Guadalmellato, que se construyó hace medio siglo, con una canalización entubada que discurre de forma prácticamente paralela al trazado original, así como con la sectorización de la ciudad que permitirá crear circuitos que se conecten o se independicen dependiendo de las necesidades del servicio.
Los dos nuevos depósitos tienen la misma capacidad que los antiguos, que son los de forma circular que son visibles desde distintos puntos de la capital, aunque su forma sea poligonal. Su ubicación está en la parte Este de Villa Azul, por lo que desde La Asomadilla y la calle Escultor Ramón Barba se ha podido seguir el proceso de construcción de estos depósitos que suman una hectárea de superficie y siete metros de altura, aunque la lámina de agua nunca sobrepasará los seis. Aunque estén separados, tiene las mismas cotas que los tanques ya existentes para que por las leyes físicas más elementales la conexión entre ellos se haga de la manera más fácil posible.
El proceso de alzado de los dos depósitos ha sido complejo, puesto que se ha optado por el hormigón armado in situ, una solución que garantiza la robustez de la construcción frente a los elementos prefabricados que, en cambio, sí se han usado en las placas pretensadas de la cubierta, que quedará preparada para albergar en el futuro un huerto de energía solar cuando lo decida Emacsa. La empresa municipal tiene previsto también la construcción de una planta de tratamiento con carbón activo granulado para la depuración del agua potable.
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